jueves, 14 de octubre de 2010

VIVA CHILE

No podía dejar pasar este glorioso día, miércoles 13-10-10, lo cual suma 33. Fueron 33, los mineros atrapados en un destino sofocante que por la providencia y la madurez humana de los dirigentes del país, llegó a feliz término.

Anoche vi la salida de los dos primeros, Florencio Avalos y Mario Sepúlveda, quien con su entusiasmo nos dió una noticia, la operación va bien. Hoy no me quité de la pantalla de TV, y vi con asombro una acción impecable, y me dije, ¿por qué no puede ser posible?, y los chilenos lo lograron, como han logrado muchos exitos después de haber sufrido mucho dolor por su reciente pasado político. Ahora brilla la felicidad, es el país más competitivo de América Latina, y hoy me doy cuenta que el más unido.

La salida se hizo bajo criterios especiales, y se dice que entre los  mineros no hubo ninguna manifestación desesperada para salir antes de lo establecido, muy al contrario, hubo una tendencia a  querer  salir en los últimos puestos de la lista. Madurez y conexión espiritual, a mi modo de ver.  

Así fueron saliendo: 

1. Florencio Ávalos, 31 años, capataz. 
2. Mario Sepúlveda, 39, electricista. 
3. Juan Illanes, 52 años, operario de mina.
4. Carlos Mamani, 23, boliviano, operador de máquinas. 
5. Jimmy Sánchez, 19, operario de mina. 
6. Osmán Araya, 30, operario de mina. 
7. José Ojeda, 46, perforador. 
8. Claudio Yáñez, 34, operador de taladro. 
9. Mario Gómez, 63, operario de mina.
10. Álex Vega, 31, mecánico. 
11. Jorge Galleguillos, 56, operario de mina. 
12. Edison Peña, 34, operario de mina. 
13. Carlos Barrios, 27, operario de mina. 
14. Víctor Zamora, 33, mecánico. 
15. Víctor Segovia Rojas, 48, electricista. 
16. Daniel Herrera, 37, conductor. 
17. Omar Reygadas, 56, electricista. 
18. Esteban Rojas, 44, encargado de mantenimiento. 
19. Pablo Rojas, 45, operario de mina. 
20. Darío Segovia, 48, operador de taladro.
21. Yonni Barrios, 50, electricista, enfermero.
22. Samuel Ávalos, 43, operario de mina.
23. Carlos Bugueño, 27, operario de mina.
24. José Henríquez, 54, perforador.
25. Renán Ávalos, 29, operario de mina.
26. Claudio Acuña, 44, operario de mina.
27. Franklin Lobos, 53, conductor, ex futbolista profesional.
28. Richard Villarroel, 23, mecánico.
29. Juan Aguilar, 46, supervisor.
30. Raúl Bustos, 40, ingeniero hidráulico.
31. Pedro Cortez, 24, operario de mina.
32. Ariel Ticona, 29, operario de mina.
33. Luis Urzúa, 54, topógrafo, jefe de turno.

El orden de salida fue elaborado, según criterios muy asertivos,  dividieron a los mineros en tres grupos: el primero integrado por los cinco más hábiles; el segundo por los once más débiles y el tercero por los diecisiete más fuertes. 

Esto ha sido una manifestación de integración de saberes, por el equipo de profesionales, técnicos, médicos, psicólogos, rescatistas,  gobierno, y otros que se me pueden escapar, y la presencia de un orden interno entre los mineros, quienes se pudieron organizar y obedecer con humildad, las directrices del gran Luis Urzúa, el jefe de turno, quien demostró una gran capacidad de liderazgo y amor por su grupo.

No me cabe la menor duda de que este evento es un mensaje clave de estos tiempos, desde hace muchos años no compartíamos una buena noticia en los sucesos mundiales. Detrás de este fenómeno hay un aprendizaje, que pocos querrán reconocer y muchos pasarán desapercibido, es una demostración de la forma como opera la fe, la unión, la capacitación, la responsabilidad, la esperanza, el amor, la paciencia, la pericia, y la certeza de que hay una fuerza divina que nos apoya, cuando todas se presentan a la vez.  

Estos protagonistas, hace tiempo anónimos, pasaron a ser héroes, sus vidas cotidianas, de obreros sencillos, fueron descubiertas, uno estaba trabajando en la mina sin que su madre lo supiera, otro esperaba un hijo, otro era un futbolista, otro era enfermero, otro tuvo que escoger entre dos amores; todos humanos, con un merecimiento de vida. Ahora el trabajo de los mineros será reivindicado.  


Felicitaciones a los chilenos, hoy toda la humanidad tiene algo de chileno, porque en ellos nos vimos a nosotros mismos, tal vez atrapados en nuestras angustias diarias, pero sin tener a un dirigente que nos rescate. Gracias a los héroes mineros, al presidente de Chile, señor Sebastián  Piñera y a toda la gente que participó en la operación que llevó a cabo.

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