lunes, 2 de agosto de 2010

¿MI TIA ES TAN VIEJA ASÍ?


Teniendo Eva como nombre, es cotidiano sentir el Génesis en las entrañas, todo lo que suene bíblico nos pertenece, aunque no hayamos leído la biblia con la dedicación que han tenidos otros. No sé si esto les sucede a otras mujeres con este nombre, pero lo que es a mí, el nombre Eva marcó una impronta notable durante toda mi vida.

Y esto no tiene nada que ver con el nombre Adán, he tenido conocidos con este nombre y no he tenido ninguna vinculación afectiva con ellos, ni siquiera una tendencia divertida hacia esa coincidencia, esos Adanes pasaron por mi vida sin dejar ninguna huella, ni yo en ellos.

He vivido muchas experiencias con respecto a mi nombre, la primera y no grata, fue la de sentirme avergonzada por la desnudez y el pecado, cosa que ya les conté; lo cual pude superar gracias a una asertiva terapia psicológica. Otras veces, fue más bien divertido, los amigos o recién conocidos me cantan:" Eva, yo me llamo Adán..." famosa canción interpretada por Memo Morales que cantó con el gran Billo Frometa.  
No menos famosa fue la canción Eva María, de La Fórmula V, grupo español que se popularizó a finales de los años 60; desde ese momento la gente comenzó a decirme Eva María y me cantaban la canción, lo cual no me desagradaba, qué linda imagen la de irse a la playa con un bikini de rayas, con la seguridad de sentirse segura sin sufrir por nadie. "...Sin la menor indulgencia Eva María se fue..."; seguramente que se fue a disfrutar de la playa a las 5 de la tarde, cuando es hermosa la vista del horizonte azul y dorado.

Ese nombre Eva María me acompañó por mucho tiempo, es sorprendente como la letra de una canción escrita más allá del charco, en Europa, y sin que su autor tuviera esa intención, pudiera ser tan impactante para una joven suramericana, que siempre tuvo un peso a causa de su nombre. Fue el primer atisbo de superación de mi pesar por tener un nombre tan pecaminoso. 

Pero la apreciación más divertida fue con mi sobrina Sabina, cuando tenía 8 años y comenzó a conocer las bases de la religión católica y al enterarse que Eva era la madre de todos nosotros, y con la premura que ameritaba el caso, llegó corriendo a casa y le preguntó a su mamá: "¿Mi tía es tan vieja así?"

Vamos a recordar a la Fórmula V



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