viernes, 20 de agosto de 2010

MARIACHI, JAROCHO, MEXICANÍSIMO

Hablar de lo mucho que me gusta la música mexicana, es como preguntarle a un mexicano si le gusta el chile, y aunque no tengo debilidad por tan famoso comestible, siento que sufrí un destierro de ese país hermoso, pero no sé cuándo me ocurrió.

Rancheras, jarabes, y huapangos fueron mis canciones de cuna, tanto, que cuando fui a la Escuela y comencé a darme cuenta que Venezuela era mi país natal, me sorprendí porque siempre tuve la sensación de estar en México. 

Siento el sonido de los violines, guitarras y arpas como sonidos celestiales, porque son melodías de lujo, dan brillo a la buena canción.  Ese resplandor musical se percibe mucho más cuando oimos una versión con Mariachis de alguna bella canción, ya conocida, realizada en otro país. He visto con mucho entusiasmo las versiones mexicanas de canciones famosas, como ésta:   






El público delira al presenciar tal magnificencia ofrecida por Café Tacuba, grandioso, pero si no me lo creen, ahora vean a esta bella colombiana cuando era morena:  





Ese acompañamiento es insuperable, pero si aún tienen dudas disfruten ésta:


http://www.youtube.com/watch?v=n04pOAkW4K8

Yo digo que donde hay Mariachis hay alegría,  ayayayayay ayayáy

lunes, 16 de agosto de 2010

MECANO


Por una involuntaria desmemoria, al hablar de los artistas españoles que me han producido esa sensación de identidad universal, que han resonado en mi interior, se me pasó nombrar a MECANO.

Sus letras y la particular voz de Ana Torroja, les  daban a sus canciones un misterio y una profundidad difícil de repetir. Todas sus canciones me gustan, aquí les traigo una pequeña muestra

Una rosa es una rosa



Para desagrado de sus fans, Mecano se desmembró, Ana Torroja siguió como solista, y una vez se le ocurrió la brillante idea de  interpretar una canción que le había dado la vuelta al mundo, con el acompañamiento de Mariachis, sólo disfrútenlo, Hijo de la Luna.



Seguiremos oyendo a Mecano y a Ana, gracias a estos artistas que siempre estarán en nuestros corazones.