martes, 25 de septiembre de 2012

¿POR QUÉ HAY PERSONAS QUE SE SIENTEN ATRAÍDAS POR OTRAS, QUE NO SIENTEN LO MISMO?


Hemos visto, experimentado y debatido hasta la saciedad, las razones, los procesos y mecanismos a través de los cuales, las personas se relacionan para formar pareja, y una de las verdades más aplastantes, es que sin que medie la voluntad, los procesos inconcientes determinan la atracción que sentimos hacia otras personas.

Esto es válido para todo tipo de relaciones, desde nuestro interior se marcan las preferencias, inclinaciones, aficiones, vocaciones, y demás procesos que hacen nuestra vida.

Las relaciones de pareja son las que nos proporcionan las vivencias más intensas, y de las que, por contraste, nos podemos desligar, un divorcio puede marcar la diferencia entre una vida dura e injusta a una liberación, lo cual no ocurre con las relaciones consanguíneas.

En estos tiempos de reflexión, de búsqueda, de sanación, de espiritualidad, -si lo podemos llamar así-, las relaciones de pareja han tomado un espacio importante en la preocupación y ocupación de muchos, especialmente de las mujeres, quienes son las más asiduas participantes en los talleres que se ofrecen para superar trabas, eliminar creencias y armonizar el ambiente psíquico.

Sabemos que somos nosotros mismos los que propiciamos, sin darnos cuenta, lo que nos sucede en la vida, lo cual se encuentra registrado en los procesos psíquicos más profundos, de tal manera que podemos modificar, limpiar, transmutar, los contenidos que nos traen desdicha.

Si esto es así, podríamos ver en las personas que atraemos, un espejo de lo que somos, y de allí extraer conclusiones de lo que nos podemos liberar.

La búsqueda de la pareja ideal, fue en el pasado un asunto de sueño y ensueño, de esperar el príncipe azul, cosa que llevó a muchas decepciones, al corroborar que tal príncipe no existe; no obstante, hoy el asunto está más claro, ya que podemos incidir en nuestro interior, a través de la conexión espiritual más elevada, con la cual restablecer nuestros contenidos inconcientes.

En este nuevo paradigma de relaciones hemos de reconocer que, no toda persona que atraemos es la persona adecuada, ya que si bien hemos visto que hay personas que son atraídas por otras que no sienten lo mismo, también hay atracciones mutuas que no encajan adecuadamente.

Reconocer a la persona adecuada es un acto de sabiduría, intuición y apertura para sentir; lo prudente es dejar que fluya el proceso.

No cabe duda que una persona que ha logrado escalar en esta limpieza interna, es una persona que atraerá a mucha gente, y esto no se debe necesariamente a que atrae las parejas adecuadas y tiene para escoger, simplemente, quien brilla es detectada por mucha gente, porque generan una vibración sanadora, hermosa que influye sobre nosotros.

También vemos personas que atraen a otras, y las primeras no sienten lo mismo, no se perciben atraídas por quienes las cortejan; si una persona es independiente, segura de sí misma, asertiva, puede atraer a dos tipos de personas:

-       Quienes son afines, se ven reflejas en ellas.
-       Quienes carecen de esa cualidad, y necesitan sentirse protegidas por ellas.

El segundo caso, está motivado por la necesidad, el otro proporciona lo que no tengo, y es más cómodo vampirizarlo, que desarrollar la cualidad. 

Este caso también sucede recíprocamente, cuando dos personas se atraen porque cada una tiene cualidades de la cual carece la otra. He visto con asombro parejas, cuyo hombre es agresivo y tosco unidos a mujeres muy dulces, y nos parecen incompatibles, pero resulta que cada uno está ejerciendo al ciento por ciento, lo que la otra no ha desarrollado, y prefieren dividirse inconscientemente, los papeles. Son parejas, cuyos miembros por separado, funcionan desde la necesidad.

La variedad de combinaciones es asombrosa, una persona independiente y con cierto liderazgo patológico, puede sentirse atraída por alguien débil, y esta elección sigue siendo por necesidad, el placer de sentirse dominante, de sentirse poderoso y sobresaliente; no cabe duda, un vacío por sentirse no importante lo lleva a exacerbar la cualidad. Las uniones de fuertes y débiles, como las patológicas uniones de sádicos y masoquistas, es un buen ejemplo de este tipo de relaciones complementarias.

Ya vemos cómo, la simple atracción no es motivo para establecer una relación satisfactoria, si estamos despiertos podremos detectar nuestros puntos a desarrollar o trabajar, ya que siempre atraeremos la persona que nos enseñará algo, lo cual puede ser una cadena de sufrimiento.

Trabajar estos aspectos nos proporciona una ventaja sobre la vida que llevaríamos si seguimos de espalda a lo que somos y cómo funcionamos.

Actualmente se ofrecen sólidos conocimientos y terapias que nos proporcionan un salto significativo en la resolución de trabas emocionales y mentales, que sólo requiere la disposición de invertir justo dinero, tiempo y entusiasmo, especialmente si están solteros, divorciados, casados, unidos o viudos, es decir, en todos los casos es relevante.

Ser felices es un mandato de Dios, porque es la naturaleza de la conciencia pura, y está a la vuelta de una página en nuestra manera de percibir la vida, para al menos acercarnos a quiénes somos realmente, lo cual ha estado eclipsado por los pensamientos y emociones que hemos experimentado en la vida, una capa de información y energía que esconde nuestra verdadera esencia trascendental y libre.