viernes, 2 de septiembre de 2011

LA HOMOSEXUALIDAD

Valiente es la palabra que se me ocurre decirle a una persona que habla de un tema cuyo origen, raíz, causa, es totalmente desconocido. Hasta ahora sólo hay especulaciones con respecto a la explicación de su manifestación, aunque hay personas que por el hecho de utilizar argumentos y razonamientos biológicos creen estar en lo cierto.

Sin embargo, ya sabemos que aunque pueda existir un gen de la homosexualidad, eso no responde que sea una condición natural, dado que la carga biológica se modifica con el comportamiento, y tal vez su origen no sea orgánico sino social. Hasta ahora ninguna investigación científica ha dado con los circuitos específicos e inequivocos que expliquen este comportamiento. Las ciencias humanísticas y médicas han optado por aceptarlo como natural sin entrar en debates, prefiriendo darle prioridad al respeto por la condición y dignidad humana. 

La homosexualidad ha sido un tema poco investigado, se conocen estudios en los ámbitos de la psicología y sociología, y aunque hay argumentos biológicos, estudios comparativos con animales y culturas antiguas, para sustentar su presencia inobjetable, no se sabe cuánto porcentaje de relaciones homosexuales son resultantes de decisiones personales, de traumas con el sexo opuesto, de experimentación voluntaria, de novedad o moda, de deseos de salir de la rutina, de abusos infantiles, y no de un mandato biológico. Ante tal complejidad, se ha considerado prudente asumir una actitud liberal que al menos respete la dignidad de la persona, lo cual es un avance hacia la convivencia social. 

En la actualidad como consecuencia de los cambios de paradigmas, la liberación sexual y la tolerancia social, se han llegado hasta reconocer derechos civiles que antes estaban totalmente vedados. Incluso el tema se ha asumido como bandera reivindicativa, y hasta es posible que su contingente haya sido incrementado no ciertamente por homosexuales reales, sino por simpatizantes que se les adhieren por decisión, por opción grupal. 

Se han hecho estudios sobre mujeres que han sufrido encarcelamiento por causa de parejas delincuentes que las han abusado a tal nivel, que en los recintos carcelarios se convierten en lesbianas por decisión propia, como salida a la cadena de sufrimientos derivados de relaciones con hombres disfuncionales.

La manifestación del fenómeno homosexual es tan común, que se puede observar a simple vista en instituciones estudiantiles, donde hasta se percibe una actitud desafiante en mujeres que pueden estar percibiendo en el lesbianismo un asunto vanguardista, o una manera de protesta juvenil. 

No sabemos a ciencia cierta si el fenómeno se ha incrementado o que ahora se expresa con mayor libertad, sin embargo, percibo que hay cierto incremento artificial, optado por personas que no desean hijos ni la suerte de vivir un matrimonio disfuncional, del cual tal vez proceden. 

Hasta pudiera percibirse la homosexualidad como una fuerza política, porque es una condición que los integra como grupo.

La polémica más intensa se ha dado en el reclamo de derechos, lo cual movilizó a los homosexuales para exigir su derecho a contraer matrimonio, cosa que han logrado en algunos países; esta petición estuvo sustentada basicamente en la necesidad de que les reconocieran sus derechos civiles como pareja, porque vivían como tales y a la muerte de uno de ellos, el sobreviviente no podía heredar sus bienes. 

Hemos de suponer que los juristas tuvieron que considerar todos los componentes de la propuesta, y con la primera idea que se tropezaron fue el tener que superar el criterio de que un matrimonio lo componen dos personas de sexos distintos, lo cual definió esta relación desde siempre. La aceptación del concepto matrimonio para este tipo de uniones hizo surgir de inmediato la propuesta de que estos matrimonios también tenían derecho a adoptar hijos, pero esto no parece que pudiera ser aprobado. 

Vamos a ver el origen etimológio de la palabra matrimonio:

Se deriva de "matris munium", madre-ciudado, o, cuidado de la madre. Al parecer el matrimonio fue concebido como el deber que tenían los hombres de cuidar a la mujer que engendraría sus hijos, a través de una unión civil permanente y regulada por la ley.

Esto es comprensible, puesto que la mujer es apenas en el siglo XX cuando se convirtió en trabajadora fuera del hogar y autosuficiente, en aquellos tiempos no podía por sí misma mantener a hijos cuyos padres fueran desobligados. El matrimonio vino entonces a regular a la sociedad para la formación de la institución de la familia y estuvo dado por la indefensión de la mujer ante la supervivencia en un mundo absolutamente machista. 

Desde el punto de vista sociológico, el matrimonio constituyó a su vez una manera de garantizar la continuidad de las riquezas del hombre  dados a su descendencia, quien era dueño y señor de una mujer que estaba a su entera y pública disposición. Con ello se garantizaba la herencia de bienes en personas de la misma sangre, constituyéndose en una institución que fomentaba y sostenía el sistema económico y social. Pero ésto es otra historia. 

Es por ello que el concepto matrimonio no aplica para las relaciones homosexuales, no es adecuado, porque su significado alude a la mujer que pare y cuida hijos y al hombre que la preña, dos acciones definidas para heterosexuales; y en caso de que no puedan procrear, pueden optar por adopción y la relación sigue intacta.

Puedo suponer que los juristas hubieran podido crear un nuevo constructo para definir estas uniones, esta nueva asociación formal; se hubiera podido establecer una definición basada en una sociedad de pares con derechos civiles, o simplemente denominarlo CASAMIENTO, el cual alude a la unión de dos personas con derechos civiles que habitan una misma casa, y con ello hubieran eliminado la connotación sexual de los contrayentes, que al fin y al cabo como pareja no pueden procrear hijos.

Este tema aún no parece que pudiera llegar a un consenso, se han realizado películas que han optado por el género humorístico para presentar situaciones que sensibilicen al respecto, pero los temas que surgen en el debate son tan complejos y difíciles de despejar, porque se deslizan hacia los espacios de la ética, y cuando se trata de asuntos éticos se necesitan conocimientos ciertos del tema, y es precisamente donde hay un gran vacío, en materia de homosexualidad.
      

EL HOMBRE Y EL ÁRBOL

"He aquí que el hombre se ha convertido en uno de nosotros, sabe del bien y del mal; impidámosle, pues, comer del fruto de la vida eterna, a fin de que no se haga inmortal como nosotros."

Con estas palabras Jehová decide terminar la vida del hombre en el huerto del Edén y lo envía a la tierra, lugar donde va a tener que trabajar duro para obtener su alimento y a la mujer la condena a parir con dolor y supeditarse al marido, las peores pruebas que la mujer ha tenido en toda su historia.

Muchas veces me he preguntado porqué Jehová dispuso una prohibición a nuestros padres primigenios, a sabiendas de que iban a desobedecer, ¿o lo hizo a propósito?, si fue así nuestros padres hicieron bien en desobedecer, porque cumplieron con la expectativa de Jehová. Estoy más inclinada a pensar que esto fue así, en tanto que es a través de esta vida terrenal y sus complicaciones, como logramos sobreponernos a la esencialidad instintiva (usando los argumentos de Sigmung Freud) de nuestra naturaleza y alcanzar estados de iluminación.

Jehová impide que el hombre pruebe del árbol de la vida y se haga inmortal; pero, estimo que esto no fue tan casual, Jehová tenía un Plan. Con la salida del hombre del Edén, se inicia el proceso de ascención del hombre bajo las leyes de Jehová, un proyecto divino de ejercitación y entrenamiento del alma. 

En el paraíso el hombre no tenía la experiencia suficiente como para tener el beneficio de la inmortalidad, y la tentación de comer del fruto prohibido y que desobedeciera, fue precisamente la manera de confrontar al hombre para ponerlo en un escenario donde la dificultad, el dolor y el sufrimiento iban a ser el pan de cada día, y con ello modelar un alma pura y merecer la vida eterna. Esto sugiere que aquel celo de Jehová estaba y aún está referido a las almas aún no maduras, aún no iluminadas.

Sin embargo, junto con la salida del hombre de aquel estado de perfección y tranquilidad y al dar inicio a una vida de calamidades, de incertidumbre y muerte, el hombre se trae consigo el símbolo del Árbol de la vida, como una herencia o mapa con el cual orientarse aunque de manera inconsciente, por su camino hacia la espiritualidad. Esta es la herramienta fundamental de la kabbalah.

El maestro cabalista Isaac Benzaquén, explica que "El árbol de la vida", es un arquetipo del hombre, porque el árbol es similar al hombre. Hay una analogía entre el hombre y el árbol, quien tiene las raíces en su familia, el tronco en su cuerpo, las ramas en sus acciones y los frutos en sus hijos, proyectos y obras.

Sin embargo, el hombre no es exactamente como un árbol que sólo está atraído para erguirse cada vez más hacia arriba por la fuerza del fototropismo positivo, el árbol va hacia lo espiritual; el hombre en cambio, está sujeto a dos fuerzas: 

- La atracción que la gravedad de la tierra le impone, la cual percibe de inmediato con el día a día de sus necesidades, diríamos el aspecto material de la existencia, con lo cual llega un momento en que se extingue con la muerte. Cuando el hombre queda atraído física, mental y emocionalmente al mundo terrenal, queda entretenido de su ascención, lo domina el ego, el cual siempre le dará razonamientos falsos, porque están sustentados en la ilusión del mundo terrenal.  

- La fuerza que está en su interior para desarrollar su espiritualidad, la cual ha de despertar en sus momentos de reflexión y de vivencias profundas. El hombre lleva una chispa divina en su seno y muchas circunstancias terrenales le serán propicias para expandirla.

Es a través del desarrollo de su espiritualidad como el hombre logra vincularse con los dones y regalos que Dios le tiene reservado. Ya no es un misterio comprender que la pureza del alma proveen la felicidad tan ansiada por el hombre y que esa pureza depende de la capacidad personal para superar la atracción que nos produce la separación, la división, la alienación en relación con la gran totalidad a la que pertenecemos.

Sentirnos separados de la totalidad, de los demás, es estar separados de Dios, y aunque proliferan tantas reflexiones filosóficas que profesan materialismos, ateísmos, y demás ismos que bien constituyen un buen ejercicio intelectual, dejan por fuera lo esencial del ser humano: el ineludible vínculo trascendental. 

Es propicio aclarar que sentirnos unidos a los demás no significa necesariamente estar abrazados con todos, es no concebir discriminación por ningún concepto, es reconocer que todos somos energía espiritual viviendo una experiencia terrenal y que esta experiencia terrenal no define el ser sino a su momento, de allí la igualdad humana de la que tanto hemos oido hablar a las religiones.

Según esto, me atrevo a vislumbrar que habiendo sido almas infantiles o vírgenes, en el Edén, era preciso que nos hicieramos adolescentes y adultos, y eso sólo lo conseguiríamos en la tierra, para generar un estado de crecimiento y superación de los estados oscuros del ego, que nos lleven a encontrar de nuevo el estado de pureza inicial, pero ya habiendo desarrollado las potencialidades que sólo en la vida terrenal se nos presenta, para que nuestro libre albedrío escoja la luz y nos permita limpiar la oscuridad del ego.   

Tal vez esta dualidad materia-espíritu del alma humana, fue lo que inspiró a Diane Ackerman cuando expresó:

"Cuando llegue al final de la vida no quiero darme cuenta que viví a lo largo de ella. Quiero pensar que también la viví a lo ancho."

lunes, 29 de agosto de 2011

JOSÉ CARLOS SOMOZA

"Nada nos deja tan indefensos como el placer, ni siquiera el miedo" 
JOSÉ CARLOS SOMOZA
 Esta cita la tomé prestada, realmente no conozco a su autor, pero en tan pocas palabras nos hace reflexionar, ¡el placer como debilidad!.

Teniendo en cuenta que en este mundo tridimensional, todo concepto tiene dos caras, no hay absoluto, al menos no lo hemos podido construir aún, y en tal caso, significaría un cambio dimensional.

Sabemos que las emociones de ira, miedo, soberbia, y similares son energías que nos debilitan; y nos debilitan en varios sentidos, porque nos exige procesos químicos que nos intoxican, porque nos hacen ver la realidad de manera negativa, porque exacerva nuestra subjetividad y todo lo vemos más grave de lo que es, porque nos creamos enemigos, porque podemos cometer errores con personas inocentes, porque podemos llegar a acciones de las cuales nos arrepentiremos, la lista es larga.

No obstante, si lo vemos desde el otro extremo podemos descubrir que expulsar esas fuerzas que nos atormentan, es liberador. La sabiduría está en reconocer que tenemos esas emociones y decidir darle salida de una manera adecuada, y muchas veces necesitamos asesoría para ello, hay muchas terapias apropiadas.

Lo incorrecto sería explotar indiscretamente o, reprimirlo, por autosensura. En ambos casos no resolvemos nuestro problema.

El placer... Es un término que ha tenido un significado de tabú, porque siempre ha estado asociado al sexo, tema que por siglos ha sido condenado por la iglesia. Pero realmente lo que es agradable es placentero, nuestros gustos gastronómicos, las cosas que nos atraen, la música, la lectura, el arte, el trabajo que preferimos, la tarea culminada, el ambiente emocional que nos rodea, las relaciones amistosas, las celebraciones, y vuelvo a decir, la lista es larga.

El lado oscuro del placer lo podemos apreciar cuando somos poseídos por él hasta llegar a desarrollar adicción; también podemos ser manipulados por tener la debilidad de una pasión desmedida. No sin razón, el sexo ha sido percibido como una fuente de debilidad, ya que su plenitud requiere una entrega total, cosa que ha causado no pocos inconvenientes. Cuando tenemos una pasión, la pasión se vuelve parte de nosotros, casi en nuestra identidad. 

En la película "El secreto de sus ojos", se desarrolla una interesante secuencia de eventos, un asesino muy esquivo fue detectado en una foto, por la mirada que posó sobre su víctima muchos años atrás, y después de un profundo análisis de las pistas, pudieron dar con su paradero, en un estadio de fútbol. Esta fue la sentencia que dijo el detective:

"El tipo (asesino) puede cambiar de todo, de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de ¡Dios!, pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín, no puede cambiar de PASIÓN."


Magistral momento de reflexión, profundo conocimiento psicológico, por eso darnos a conocer por nuestras aficiones, es darnos a conocer por nuestras debilidades. 

domingo, 28 de agosto de 2011

MIS PADRES ME ENSEÑARON A BAILAR

Buscando y buscando música en you tube, encontré esta joya:

http://www.youtube.com/watch?v=i7XCRqG6mz4 

No pude más que recordar aquellos años 50, cuando muy pequeñita mi padre me ponía a bailar, me enamoré de la música de verlo tan alegre, cuando íbamos a fiestas él bailaba conmigo, y ya cuando tenía cuatro años me decía: 

"Vamos, oye la música, que se meta en tu cuerpo y ella te dice como moverte"

http://www.youtube.com/watch?v=9OJRmhhHnPk

Y yo seguía sus instrucciones, en aquellos tiempos a la hora de fiesta no existía diferencia entre niñez, adolescencia y adultez, toda la familia disfrutaba del mismo ambiente, y si era un matrimonio, los niños iban a parar al dormitorio de los anfitriones, pero mi mamá prefería que nos durmieramos en los muebles, para no perdernos de vista ni un momento.

Eran tiempos de dictadura en Venezuela, nada de delincuentes porque había una Ley de Vagos y Maleantes que no los perdonaba, aunque se cometieron muchos abusos, la gente estaba segura en la calle a cualquier hora del día y de la noche.

Siempre teníamos una excusa para bailar, en esos tiempos no había TV, y si nacía un bebé ya teníamos una fiesta para "ponerle el agua", una manera de bautizar en casa antes de ir a la pila bautismal. 

Habían orquestas magistrales y Maracay era una ciudad muy fiestera, y ya cuando estaba adolescente las fiestas se celebraban en clubes y los niños tuvieron que quedarse en casa. Me tocó en suerte haber crecido y disfrutar de la alegría que se disparó en Venezuela  al caer la dictadura. En ese tiempo se popularizó la gaita y la creatividad musical la llevó a la orquesta:
 
El maestro Frometa era un enamorado de la cumbia y nos la trajo en muchas canciones, hasta para celebrar cumpleaños:


Esto no es nostalgia, es recuerdo bello, de tiempos alegres disfrutados con mesura, porque mi padre nos imponía mucha disciplina. Es la gran música de unos años plenos de artistas, creativos, cuando Venezuela tuvo una oleada de estupendos representantes, imposible de listar, porque son muchos. 

Y como comencé con Tony Camargo, les dejo esta otra joya de un mexicano que aún nos deleita con su presencia...


Véanlo, "a la hora de la cantada y a la hora de la bailada"

Gracias a todos esos músicos que le dan a la vida un sentido espiritual, una proyección interna, que me hace recordar las palabras de mi madre:
"A quien no le guste la música está muerto" 


EL JEDI YODA CONVERSA CON ANAKIN SKYWALKER

"Si le temes a lo que vendrá estarás del lado oscuro de la fuerza"

Fuertes palabras que el aprendiz de jedi Anakin, no supo apreciar en ese momento crucial de su vida. Anakin era un joven impetuoso, ya con eso estaba en desventaja, necesitaba madurar para poder empoderarse del Código Jedi:
  • No hay emoción, hay paz.
  • No hay ignorancia, hay conocimiento.
  • No hay pasión, hay serenidad.
  • No hay caos, hay armonía.
  • No hay muerte, está la Fuerza.
A pesar de tener en Obi-Wan Kenobi un maestro dedicado, Anakin se deja llevar por su pasión, el amor que siente por Padmé, una senadora de la República, amor que tienen que ocultar y que a la corta y con todo el compromiso que significaba en tiempos de guerra, se casan escondidos. Padmé está embarazada y Anakin descubre a través de una visión, que su amada morirá en el parto. Esto lo mortifica, pues acababa de perder a su madre, a quien rescata moribunda tras haber sido secuestrada y torturada por los guerreros Tusken, y su muerte también la había visto en un sueño.

Es tal la desesperación que siente ante esta otra visión, que consulta a Yoda sobre sus temores, pero sin revelarle la visión que tuvo; Yoda lo percibe muy agobiado y le dice:

"Si le temes a lo que vendrá estarás del lado oscuro de la fuerza"

Por supuesto Anakin no estaba en condiciones de oir nada, ya había descargado su furia al acabar con todos los que se encontraban en la escena del secuestro de su madre, estaba cegado por su pasión y cayó presa de la tentación que puso en sus oídos el Canciller Palpatine, malvado personaje que formaba parte del poder político del lugar.

Seducido por una esperanza que en palabras del canciller sonaron como música para sus oídos, Anakin se pasa al lado oscuro de la Fuerza y se convierte en Darth Vader. Es descubierto por Padmé, quien sale a su encuentro en una nave donde se ha ocultado Obi-Wan Kenobi, sin ella saberlo, y cuando Anakin ve a su maestro en la nave de Padmé, cree que ella lo ha traicionado y la toma por el cuello y la  arroja al suelo.

Anakin se enfrenta a su maestro Obi-Wan Kenobi, en un portentoso combate frente a las lavas de un volcán, cae bajo el ataque de su maestro, pierde las extremidades, se quema en la lava, pero es rescatado por Darth Sidious (el Canciller Palpatine), quien lo somete a un extraordinario proceso biónico y le proporciona un nuevo cuerpo, el imponente traje negro con máscara que conocemos, Darth Vader.

Pero su pasión por Padmé aún no ha muerto, pregunta por ella y Sidious le miente al decirle que murió a causa de su arrebato al arrojarla al suelo, esto amarga aún más a D.V. y da inicio el largo proceso que enfrentan los pueblos galácticos ante el régimen del lado oscuro.

Llama la atención, que la historia de Anakin, es un arquetipo, presente en tantos jóvenes impetuosos, con madera de jedi, pero muy llamados a la rebeldía y a la acción. El verdadero jedi es un ser sosegado, que ha superado sus emociones, las cuales lo debilitan porque los pone en peligro de sí mismos.

El amor pasional, el temor, la avaricia, el deseo de poder, suelen ser los caminos de la autodestrucción, y que el lado oscuro aprovecha muy sigilosamente para manipular con ofrecimientos y mentiras. Esto no es sorprendente, el lado oscuro es mortal y por ello, debe a toda costa mantenerse vivo, tener logros en el presente; en cambio el lado luminoso de la Fuerza, es eterno, cuando muere un jedi, asciende de nivel en los mundos espirituales.

Qué sencilla es la fórmula de la eternidad, reflexionar y decidir pasarse al lado luminoso y alcanzar la inmortalidad serena, pero para ello es imprescindible dominar el gigantezco monstruo interno, que domina al lado oscuro.

Como ya hemos visto, al final Darth Vader lucha contra Luke, su propio hijo, quien logra penetrar en su corazón y lo invita a vencer renunciando al lado oscuro, lo cual hace en el último momento.

Un drama amoroso, pasional, que nos pone de frente con el significado de nuestros poderosos impulsos emocionales, de los cuales podemos ser víctimas si no los atendemos, los comprendemos y los dominamos.

Todas las emociones descontroladas son dañinas en sí mismas, si bien entendemos que el miedo, la ira, la envidia y otras más, son debilidades humanas, es falso que el amor lo puede todo, en todo caso podría serlo un amor desprendido, un amor universal, porque el amor posesivo es tan dañino como la ira.

"No nos dejes caer en la tentación", es un pedido que hacemos en El Padre Nuestro, pero es un trabajo que nos toca hacer a nosotros, pues ya vimos cómo le fue a Anakin, a pesar de que decide pasarse al lado oscuro por el interés de encontrar la fórmula para evitar la muerte de su amada, de todas maneras lo pierde todo, su integridad física, su amor y nunca le proporcionaron tal fórmula porque era una falsa promesa, un engaño, un señuelo, un mito, una zanahoria frente al caballo.

Qué firme ha de ser la ética de las personas, desarrollada con el poder de la fuerza interna, para evitar los cantos de sirena que a diario nos perturban, qué sólido ha de ser el carácter y la razón que sostengan un proceder puro, a un Jedi.