jueves, 13 de mayo de 2010

LA INFELICIDAD

Hay una expresión muy usada por los brasileños, que la aplican para citar a una persona en desgracia o para señalar de manera depreciativa a alguien: "el infeliz".

La verdad es que si la felicidad es un estado subjetivo pasajero, la infelicidad parece ganarle en permanencia, ya que ésta puede estar asociada a todo tipo de problema, a la falta de salud, de dinero, de amor y de muchas otras cosas objetivas y subjetivas.

Como ya dijimos en anterior post, la felicidad está asociada al grado de emociones gratificantes que tengamos con los demás, sin embargo, no necesariamente la causa de infelicidad se encuentra en las demás personas, hay una gran diversidad de aspectos que nos producen este estado emocional. 

Aunque podemos citar como dice la canción, la salud, el dinero y el amor como los ejes clásicos que más retos nos exigen, es propio señalar otras situaciones que son fuente de mucha infelicidad, como son las situaciones de guerra, prisión y otras formas de perder la libertad, la muerte de seres queridos, las separaciones del país de origen y otras más sutiles pero no menos dolorosas, como el autorechazo, el desmerecimiento, envidia, egoísmo, victimización.

Se ha descubierto que es imprescindible para la salud integral de la persona, desarrollar para sí, una referencia filosófica o una cosmovisión trascendental, religiosa o espiritual que sea capaz de dar sustento ideológico, y que funcione como muelle o amortiguador  de las situaciones que nos colocan en estados de infelicidad.

Por otra parte, mientras más abiertos, plurales, tolerantes y amplios  asumimos la vida, más capacidad y posibilidad tendremos de ser felices, mientras más elementos incorporamos en la lista de preferencias, de gustos y aficiones, más radio de acción abarcamos como fuentes de felicidad, aunque debemos reconocer que existe un componente inconciente que nos comanda estas preferencias, gustos y aficiones.

Es bueno recordar, que nuestro rechazo ante determinadas cosas están asociadas a desagradables experiencias de la infancia, de allí mi desagrado a encontrarme pedazos de aliños en la comida, pero eso lo resuelvo picando muy bien esos ingredientes.

Si la felicidad como dice Eduardo Punset es carencia de miedo, no creo prudente definir la infelicidad como su contrario, ya que una persona infeliz no necesariamente es miedosa, también puede estar deprimida, indiferente, desahuciada, desesperanzada, o simplemente estar presa de sus escasas posibilidades creativas, o atrapada en un modelo mental pesimista, pragmático y hasta sarcástico.  

No olvidemos que también hay cierta tendencia a la victimización, lo cual ha sido reportado por especialistas, hasta el punto de haber detectado adicción a la infelicidad y al sufrimiento, un masoquismo más común de lo que cualquiera puede imaginar.

LA FELICIDAD


La felicidad es un común denominador como experiencia cultural, últimamente ha sido un tema de estudio científico, Eduardo Punset la define como la ausencia de miedo, lo cual constituye una de las emociones más devastadoras si se le entrega el control de la vida, el miedo exacerbado crea indefensos, incapaces, envidiosos, agresivos, tiranos, indiferentes, paralizados, en fin, crea monstruos. 

Aún así el miedo también tiene un lado luminoso, la sensación de miedo a cierta escala de vibración, nos puede alejar de un peligro, de un riesgo.

Si le preguntamos a la gente qué lo hace felíz, habrían tantas respuestas como entrevistados, y habría una lista que puede ir desde asuntos materiales hasta espirituales, pero, cuando se pregunta por la felicidad, tal vez lo que la gente esté espondiendo  sea la pregunta: ¿qué te hace falta?  y allí aparecerán todas las carencias, pero si se concentran realmente en lo que proporciona mayor felicidad, no hay duda que la gente coincide que ésta, está relacionada con el amor, el cual se hace manifiesto en el vínculo entre las personas.

En un estudio reciente hecho en 16 países, promovido por una empresa de refrescos,  los resultados reflejaron que son las relaciones con los demás, a través del contacto físico, y la interacción lo que da más felicidad a los encuestados. No me cabe la menor duda de esto, porque nuestra incorporación a la vida se realiza a través de personas, los padres, quedando con ello una impronta que dará a los afectos un valor indiscutible. 

Lo que puedo agregar a esto es que la felicidad  sería como un estado subjetivo de plenitud, resultante de muchos eventos  agradables, transitados en un continum que pasa por la satisfacción, el disfrute, el contento, la alegría, la risa, el placer,  el logro, la gratitud,  la fe, hasta llegar a establecerse un rango de plenitud  emocional que se establece como felicidad, y esto siempre se realiza con los demás, e indudablemente sentido en un momento determinado. De allí que se perciba la felicidad como sólo momentos, instantes, fugacidad.

La experiencia feliz, nos nutre y actúa como inmunidad para la vida, y digo esto porque son las experiencias gratificantes las que nos sostienen a la hora de un mal momento.

La familia Ingalls no se amilanó ante una crisis económica, sino que se unió como un equipo amoroso, para salirle al paso,  para  luego alcanzar un logro que refuerza la felicidad que ya anidaba en ellos por la fuerte relación familiar. 

Las necesidades básicas son eso, elementos fundamentales para la subsistencia, por ello el dinero viene a ser un recurso para  el desenvolvimiento humano, en cuya carencia nos ubicaríamos en estado de marasmo, pero son estos aspectos, lo que mueven el amor. El trabajo y la manutención de una familia sólo se hace por amor o responsabilidad, que es una manera de afecto hacia algo o alguien.

Y aunque lo material es una forma de expresión de amor,  -o si no, díganme si la falta de pañales, alimento y vivienda por abandono, no es sino la carencia afectiva más dramática que ha afectado a millones de infantes- es el contacto físico, el cariño, el abrazo, la palabra dulce,  un consejo, una caricia lo que se capta como afecto, de allí que se entienda que en su ausencia, nada material lo pueda sustituir.

Entonces, volviendo al concepto de Punset,  ¿cómo se logra  no tener miedo?  creo que es a través de un complejo bagaje de  experiencias que incluyen problemas, logros, fracasos, disgustos, afectos, vivencias, reflexiones, despertar de conciencia, fe, y lo más importante, haber tenido un sólido alimento afectivo en los primeros años de vida, y en caso de no ser así, haber podido superar esas heridas psíquicas que se manifiestan en emociones desgastantes como el resentimiento, la insatisfacción, la susceptibilidad, la rigidez, la baja autoestima, la nula autocrítica, el desencanto, y otras aún más patológicas. 

Por esto, cobra relevancia lo que Osho expresó en su momento: "La vida no es un problema a resolver, sino un misterio para ser vivido"  
 

martes, 11 de mayo de 2010

Y VOLARON LOS PAJARITOS


Esta mañana, a las siete, me despertó mi hija para que viera algo, en su ventana estaban dos pajaritos bebés, habían salido del nido que hicieron sus padres en la mata de romero que tengo en la ventana de la cocina. Esta es la segunda parejita de críos que estos pico de plata han anidado en mi ventanal, para darnos una gran felicidad.
















Cuenta mi hija que muy temprano se despertó con una algarabía, se levantó y vió a la pareja de pico e´ plata, volando de un lado a otro, ella creyó que les había pasado algo a los bebitos, pensó que no tenían alpiste, que siempre le ponemos, y alli estaba, pero era un escándalo muy grande...se fijó bien y allí en su ventana, estaban los dos pequeñines, gorditos, bien cuidaditos...hermosos.

Contemplando esa bella escena, de pronto el chico que está en la rama voló detrás de uno de los adultos, nos quedamos observando al que se quedó, pasó un buen rato, lo cual nos dió cierta angustia, al final apareció un adulto buscando al que se había quedado parado en la ventana, de  manera muy amorosa lo llamaba con su piar tan lindo, y el bebé le contestaba con un sonido apenas perceptible, pero que captó de inmediato, se le acercaba y corría para que lo siguiera, y así lo fue rescatando de aquel letargo en que se encontraba.  















Este es un momento crucial en la vida de esos polluelos, comienzan a defenderse en la subsistencia, y a buscar su alimento por sí solos, la naturaleza les dió una buena provisión de instintos para lograrlo. 
Aquí en casa seguiremos esperándolos, proporcionándoles la protección que sea posible, ya hemos agudizado nuestro sentido auditivo para captarlos, ellos nos han dado un regalo invaluable.   

lunes, 10 de mayo de 2010

QUIEREME TAL COMO SOY


Cuando de relaciones de pareja se trata es arriesgado predecir, o establecer pautas, porque nunca se sabe por donde se romperá la cuerda, o el lazo que los une, a pesar de que hayan muy buenas intenciones de amarse toda la vida.

Tal parece que el deseo de establecer una buena relación no tiene nada que ver con la dinámica que se produce entre dos personas, de allí la inutilidad del juramento amoroso en el ritual del matrimonio, y de éste como lazo de amor, este contrato es sólo un vínculo legal para la preservación de los derechos a los bienes mancomunados, y realmente ese fue su origen. 

Ya hemos conocido algunas reflexiones psicológicas que apenas nos dan algunas luces sobre las relaciones de pareja, especialmente en lo que respecta a la baja autoestima que mantenía esa vieja y malsana costumbre de que uno de los dos se sometía o adaptaba al otro, pero creo que todavía hay mucho que andar en este campo.

Una famosa canción de Herb Alpert, popularizó a finales de los años 70 esta premisa:"quiéreme tal como soy", y según lo que me parece, fue una respuesta reivindicativa ante aquellas actitudes impositivas en las cuales la intransigencia de los que ostentaban más poder, exigía al más debil un comportamiento particular, anulando su personalidad y su capacidad de expresión natural.

De allí hemos pasado al otro extremo, quiéreme tal como soy, puede ser hoy, un aviso de que la persona se mantendrá en un estado de parálisis eterna, sin ninguna posibilidad de ajuste, por la justificación de que así soy yo, cuando realmente  el ser humano es un  ser cambiante, y ahora con esta premisa, se mantienen tercamente inmutables a propósito, muchas veces por comodidad, porque cambiar duele, cuesta y requiere una especial disposición. 

Cuando nos abrimos a vivir transformaciones en relación con otra persona, puede surgir un fenómeno placentero y enriquecedor que puede ser disfrutado por ambos y cuando los cambios son asumidos voluntariamente en un proceso de reflexión y autocrítica, aunque cuesta, es mucho mejor, que cuando la vida se encarga de ponernos en la situación obligatoria de cambio. Me refiero a que toda actitud rígida, en algún momento nos pasa la factura en un evento doloroso o en una enfermedad.

Creo que es muy bueno que sepamos que los cambios en las personas ocurren por su propia voluntad, pero es en la relación entre los humanos donde se sabe cuáles son nuestras terquedades, o puntos inflexibles.

A esto se le ha agregado un reclamo que reza:"estás molesta porque no soy como tu quieres que sea", por supuesto que si hay algo que no me gusta de la otra persona, se lo digo, y eso no quiere decir que estoy cambiándola, lo que quiere decir es que tiene un aspecto que debería revisar porque es molesto, es algo que se puede variar, o incorporar algún elemento, la creatividad da para eso y más. 

Creo que la convivencia y las relaciones exigen cambios obligados en las personas, y mientras más flexibles y abiertos seamos, mejor. Cuando nos empeñamos en pedir quiéreme tal como soy, lo que se me ocurre pensar es si esa persona también quiere a la otra tal como es, porque se exige pero no se da, se predica pero no se practica.  

En los procesos de enamoramiento y relaciones, se produce al inicio un encantamiento y una incapacidad para comprender ese fenómeno extraño de atracción, luego en el transcurso de las relaciones se van manifestando las diferencias, desencuentros, y la pareja debería saber que son momentos de ajustes, que requieren paciencia y tolerancia, y que, de superarse esos desacuerdos, saldrán fortalecidos y más unidos.

Nos canta Herb Alpert:
Yo soy así, es mi forma de ser
qué te puedo decir amor
soy bueno, soy malo, a veces
y no puedo ser mejor
¡No puede ser mejor! ¡qué horror!

...quiéreme tal como soy 
y si no, sigue adelante
...quédate amor, pero antes
quiéreme tal como soy
O sea, que es un amor con una fuerte condición, en ningún momento dice quiéreme tal como soy, que yo te querré como eres, y eso nos costará un poco hasta que lo logremos. Es una letra eminentemente egoísta, menos mal que se lo dice al inicio, hasta que la otra se dé cuenta a qué se refiere con, "tal como soy".