jueves, 26 de diciembre de 2013

NO SÉ PORQUÉ TE QUIERO

 
Víctor Manuel, cantautor español, profundiza de manera sencilla, sentida y hermosa, el desencuentro entre hombres y mujeres, dos entidades con diferentes procesos internos; fuente de caos, sufrimiento y soledad, aún cuando el amor esté presente.

Con razón, hace muchos años oí por ahí, que el amor no es suficiente, no lo podía creer y no lo creí, mi romanticismo se resistía a ser pragmática. Ese romanticismo plasmado en los boleros, en los cuentos de hadas y en el corazón femenino, lleno de emotividad e ilusión, apenas ha sido exitoso, muy escasas veces la vida ha sido conducida por el camino de la entrega incondicional.


No sé porqué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todas y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo

No sé porqué te quiero
si voy a tientas, tú vas sin freno
te me apareces en los espejos
como una sombra de cuerpo entero,
yo me pellizco y no me lo creo

Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello

Querer como te quiero
no va a caber en ningún bolero
te me desbordas dentro del pecho
me robas tantas horas de sueño
me miento tanto, que me lo creo

Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello

No sé porqué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todas y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo

Querer como te quiero
no tiene nombre ni documentos
no tiene madre, no tiene precio
soy hoja seca que arrastra el tiempo
medio feliz en medio del cielo.

Las voces de María Dolores Pradera y Pablo Alborán, con una música magistral, le dan aún más brillo a estas palabras hiladas punto a punto, de la madeja de emociones, perplejidad y desesperación de quien se encuentra con quien parece de otro mundo, sin darse cuenta que realmente es de otro mundo.

Expertos en relaciones de pareja, han descubierto para nuestra sorpresa, que necesitamos conocer al otro, y proceder según su lenguaje, sólo así nos podremos comunicar asertivamente. Eso se aprende en terapia, después de unos buenos revolcones emocionales, que pueden conducir a separaciones irreconciliables, y nos damos un baño de agua fría, cuando vemos nuestros “errores”, por buscar en el otro “lo que no tiene”, como dice la canción.

Tal parece que en una búsqueda de lo que nos hace falta, lo hacemos hurgando en el otro, en lugar de buscarlo en nosotros mismos, con lo cual evitaríamos proyectar en el otro nuestros espejos.

“No sé porqué te quiero”, es una reflexión, al preguntarse porqué amamos sin encontrar reciprocidad. Insiste en describir la perplejidad a través de un relato vivencial, que revela un sentimiento más profundo que tener despecho, de ahí que no cabe en ningún bolero. Es darse cuenta que hay un desencuentro, darse cuenta que dice su nombre cuando no debe, un equívoco que está en la naturaleza de los procesos internos.

Por fortuna, esta reflexión llega al punto clave: la necesidad. Quien ama porque necesita ser amado está fregado, porque parte de la idea de que le falta algo que el otro tiene, la necesidad la deberíamos tener sólo para las cosas materiales y no para los amores. “Me miento tanto, que me lo creo”, un autoengaño que el autor descubre en un halo de luz consciente.

Sin embargo, no desprecio el profundo amor que se despliega en el alma, porque esos amores no tienen “nombre ni documentos, no tiene madre, no tiene precio”, no son materiales, aunque como hemos visto ya, “nos lleva como hoja seca que arrastra el tiempo”, y termina en frustración, “medio feliz en medio del cielo”.

Los poetas tienen la virtud de contar con detalles lo que yo siento.

lunes, 11 de noviembre de 2013

AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO

¿Cómo puedes amar lo que no es amable?, ¿o es que mientras más inmerecido es el amor, es más necesario proporcionarlo?.

La gente acudió a Daka, -una empresa de artefactos electrodomésticos- por sugerencia de una rebaja de precios en sus productos, que el gobierno anunció para dicha firma, en medio de una diatriba que no habíamos previsto; pero de pronto, los ánimos se exaltaron, alguien entró a la fuerza, -no se sabe si fue premeditado o espontáneo- la gente se metió y comenzó el saqueo, hoy 9 de noviembre, con Mercurio retrogradando, con el sol en Escorpio, la Luna en Acuario, y una danza planeraria poco usual, que se unía a una acumulada tensión por escasez, inflación, inseguridad pública y una absoluta pérdida de valores.

Las redes sociales no se dieron a basto, la opinión pública era adversa a tal hecho de violencia, especialmente, por ser un evento condenado por la decencia más elemental, NO SE ROBA, no se toma nada que no nos pertenezca, eso me dijeron mis padres desde muy niña, y eso formó parte de mi naturaleza íntima, externa y social; sé que tengo que obtener las cosas por la vía legal, y no por miedo a ser detenida o descubierta.

Lo más patético del evento, fue la captación de la estampa de la maldad personificada en una mujer afro-descendiente, -como se dice ahora-, que babeaba de la alegría por llevarse tres cajitas que era lo que podía alcanzar con sus delgados brazos saqueadores. Ella no lo podía creer, ¡se sacó la lotería sin haber comprado el ticket!, a plena luz del día tenía permiso para hacer de las suyas, sin tener que ponerse una media de nylon en la cabeza, sin usar una pistola y sin correr ni el más mínimo riesgo. La propia cara de sádico en éxtasis... Pero esa misma cara se le aparecerá a esa tonta mujer, en sus delirios karmáticos.

Pobre gente, esto es hambre de dignidad, están presas de una fuerza transgeneracional que está viva en sus genes, y en sus almas resentidas. En todas las filosofías, religiones y sabidurías ancestrales el robo es pecado, hay donde les cortan las manos a quien se atreve a tomar un pan duro sin haberlo trabajado, y esta ignorante mujer, tendrá en su karma un asalto tonto; ni estas tres cajitas ni la tienda entera, valen el momento de angustia que significa el regreso de la energía de rapiña que sembró en su libro de vida.

No creo de ninguna manera que estos actos violentos sean el espejo de todos los venezolanos, no me siento de ninguna manera identificada con ella, sólo porque pisa mi suelo, en este mundo hay de todo en todas partes; somos una mayoría de personas decentes, que deseamos orden, que creemos en la administración de justicia, y en el trabajo administrativo que controle la especulación de manera sostenida.

Sé que esta mujer, posesa por la euforia rapiñezca, no va a leer mi escrito, no sabe siquiera que es un recipiente de karmas, que su acto expropiatorio se le devolverá cargado de penurias, y no sabrá siquiera porqué, no tiene idea de que somos causa y efecto de nuestras decisiones, y que lo que hagamos se nos devuelve multiplicado.

Tenemos una tarea pendiente, deslastrarnos de aquella energía ventajista, del asaltante sorpresivo, quien lleno de avaricia pisó las arenas de nuestro continente, hace más de 500 años. Lo bueno y que no se nota, es que también vinieron españoles honestos que sembraron cultura, crearon familias y nos dieron identidad nacional en medio de flamenquerías que se convirtieron luego en el joropo criollo.

Soy descendiente de españoles por línea materna, y llevo  este linaje tan profundo como llevo la sangre indígena que se me nota en la cara; ambos constituyen mi fuerza, la que se anidó en Venezuela, al mezclarse con la línea africana que nos da cadencia, baile y una piel canela en mis sobrinos, que envidio.   

No obstante, aún palpita esa maleficencia, esa picardía gestada en los calabozos de la reina, anidada en la mente de delincuentes, premiados con estas tierras a cambio de que desaparecieran del viejo mundo. El afán por El Dorado, aún devanea en el imaginario de algunos venezolanos, aderezados con resentimiento, baja autoestima, oportunismo, descaro, y una actitud irresponsable que siempre culpa a los demás de sus comportamientos. ¡Lástima!, ¡La puerta está abierta y el dueño no está!.

Con la colonización obtuvimos una sociedad mestiza, que nos trajo hasta aquí, con extraordinarios aportes para la cultura: pianistas, escritores, investigadores, cocineros, artistas, zapateros, músicos, profesionales, que llevamos en el corazón; ahora hay que superar ese complejo psicológico que nos ata al oportunismo.

¿Cómo amar a un prójimo como éste?, y no es que lo odie ni me sean indiferentes, porque al fin y al cabo no se escaparán de su destino. Tendremos que influir cuánticamente sobre los valores de la masa colectiva, para sobreponer lo bueno que nos identifica, lo cual es bastante.

viernes, 25 de octubre de 2013

EL MUNDO DEL EGO EN VIRULENCIA


Cuando hablamos de ego, ya casi todos entendemos de qué se trata, sin profundizar en conceptos psicológicos ya se entiende que se refiere a esa cara oscura de los humanos. Notables gurúes de la actualidad nos anuncian que pronto se acabará este estado de cosas, que la vida cambiará porque la tierra y sus habitantes van a experimentar elevaciones vibratorias sustanciales; esto tampoco nos toma de sorpresa, eso se ha dicho de muchas maneras, y la fecha del 21 de diciembre del pasado 2012 fue el punto de partida definitivo, para el inicio de estas transformaciones.

De muchas fuentes hemos oído, que se operará un cambio con la llegada de la Era de Acuario, una suerte de reivindicación del bien, un mundo de amor y solidaridad, un desprendimiento del lado oscuro de lo humano; lo cual además de esperanzador, hace justicia a los adoloridos del mundo, y que pone sobre el tapete El gran Sermón de la montaña.

No obstante, el detalle técnico de ese cambio, no había sido objeto de debate, imaginábamos catástrofes, deslaves, cambio climático, que aún cuando han ocurrido, no han sido definitivos. En una ocasión leí que iba a ocurrir una gran emigración planetaria, a través de la absorción de personas que desaparecerían de nuestra vista de un segundo para otro. La verdad es que hay versiones.

Todo esto me causaba una gran confusión, porque si la tierra estaba pariéndose a sí misma, para nacer a un nuevo sistema energético, los humanos tendrían que estar en ese Plan, y no imaginaba cómo iba a ser esa discriminación universal, para seleccionar a los seres aptos y desechar a los no aptos, para seguir en la tierra en esa nueva Era de felicidad.

Pues al parecer se operará un proceso de clasificación de los pobladores del planeta, el cual ya está prácticamente documentado en una base de datos -recuérdense de aquella máxima que dice que Dios sabe cuántos cabellos tenemos en la cabeza-, a fin de separarnos en grupos, según el nivel de evolución espiritual, y ello no tiene mayor problema, al parecer se realizará mediante un sistema seguro de diagnóstico espiritual, el cual es infalible ante un posible fraude, ya que es el mismo cuerpo y su aura lo que determinará el nivel de cada uno, según la vibración que emita. Todo eso sería ejecutado por seres de otros mundos, para ubicar a los de mayor nivel en un espacio protegido, mientras los demás niveles, se organizarán en un proceso de desalojo planetario.Ya nada me asombra, tal vez este descalabro moral nos ha venido preparando para tener mayor amplitud de conciencia.

Hay quien dice que sólo quedarán 500 millones de seres en la Tierra, para dar paso a una etapa donde reinará un mundo amoroso, un tanto desmaterializado, porque las formas físicas se transformarán para adquirir cierta sutileza, un mundo más liviano, y por supuesto libres de los acosos de la materia, tal y como la conocemos. También señalan el año 2014 como clave en el inicio de estos acontecimientos.

Sin embargo, esto no debe ser asumido como argumento para la suspensión de los planes personales, familiares y laborales, ya que mientras estemos viviendo el mundo del ego, tenemos que seguir realizando nuestros proyectos, aunque estemos conscientes de los asuntos fundamentales de los tiempos que corren y los que vendrán.

Por absurdos que parezcan estos anuncios, no parece prudente desestimarlos, ya que son notables los grandes absurdos que aceptamos a diario: una señora colombiana tuvo 14 hijos, 12 de los cuales eran hembras, y no se le ocurrió una mejor idea que negociar con clientes que pagaban la virginidad de cada niña por 200 dólares; dos muchachas fueron detenidas en NY a la salida de una tienda, portando un feto en una de las bolsas de la tienda; hombre mantuvo secuestradas a 3 mujeres durante 10 años, en una casa de un vecindario, abusó de ellas como quiso, hasta que al fin una de ellas pudo escapar;  padre cubano entrega a su hija de 14 años a su jefe, de 55 años, a cambio de buenas relaciones laborales, y cuando el jefe se la quiere devolver, por mala conducta de la joven, el padre argumenta que él no se la puede recibir, porque él se la entregó virgencita, asunto que no podría el otro reponer.

Horrores como estos y peores, son noticia todos los días, el mundo del ego en virulencia, como ocurre con un cuerpo cuando se lo devora una infección irreversible; y la opinión pública es tan diversa, tan cómplice incluso, que vamos perdiendo la capacidad de asombro; entonces, ¿cómo podemos siquiera dudar de la posibilidad, por  mínima que sea, de un evento que dé al traste con toda esta inmundicia?. Por años nos acostumbramos a que la Ley en un mundo democrático, iba a ser nuestra mejor manera de convivir, y la realidad es otra. Hemos vivido tsunamis sociales y lo peor, morales, y aún creemos que la vida nos seguirá amparando en este devenir de iniquidades.

Sin pretender ser apocalíptica, no veo cómo el mundo pueda eternizar el desbocado rumbo que lleva; al menos un atisbo de justicia por lo menos tendremos que atraer, para poder canalizar esta oscuridad que llevamos en el alma.

Los invito a ver estos dos videos, con una actitud tal vez escéptica, pero con la mente abierta, tanto, como lo hemos tenido que hacer, ante tanta locura que vivimos en carne propia, y la que nos llega por los medios de información. Son dos expositores naturales, sin afeites histriónicos, con una sencillez convincente, y principalmente con una transparencia notable.



Un día leí que el Cristianismo no era real, que la vida de Jesús era un mito, una historia creada para mantener una ideología religiosa y con ello apoderarse de la voluntad de los demás, también leí que todos los tiempos tienen un mito propio, que le hace balance a los peligros que representaría la pérdida del poder. Ante estas pragmáticas afirmaciones, creo que en el caso de que la primera fuese cierta, admiro profundamente a quien escribió tan magnífico manifiesto y lo colocó en los labios de Jesús, razón por la cual Jesús sigue siendo el hombre más extraordinario del que haya tenido noticia. 


martes, 8 de octubre de 2013

HOMOFOBIA, PENIAFOBIA, HETEROFOBIA



Las jóvenes de hoy, digamos las que recién llegan a la edad adulta, que han visto la devastación emocional que sus parientes femeninas cercanas y ancestrales han tenido al lado de sus parejas masculinas, se están viendo proyectadas en un espejo cuya imagen no quieren repetir, y esto es un poderoso motivo como para plantearse opciones distintas en sus inmediatas o definitivas relaciones de pareja. Esta fue una explicación que leí, en uno de los no pocos libros de  psicología de la sombra que han llegado a mis manos, lo cual parece una fuerte motivación para alejarse del sexo opuesto. Luego, con estupor oí a una joven de dieciseis años, que conversaba con otra por celular, que decía enfáticamente: “Es que hombre no es gente”. Es bastante común en los ambientes de mujeres encarceladas, los vínculos eróticos y compromisos amorosos entre las reclusas, que padecieron sufrimientos e incluso prisión a causa de sus parejas masculinas. ¿Será que se está generando una especie de heterofobia?.

Posteriormente, en uno de los talleres de desarrollo personal, que usualmente realizo, tuve la oportunidad de plantear que percibía cierto incremento del comportamiento homosexual entre las jóvenes, -lo cual es abiertamente observable en los recintos universitarios y en lugares públicos, pero que se está manifestando incluso en la población de tercera edad-, y la expositora, una psicóloga puertorriqueña muy versada en relaciones de pareja, me contestó que la mujer de hoy, ante los procesos de vida que les plantea el movimiento de la liberación femenina y sus consecuencias, están buscando su feminidad, pero que en lugar de buscarla dentro de ellas mismas, hacen lo contrario, lo buscan afuera.

Dos circunstancias que nos hacen pensar en la influencia que pueden tener las experiencias de vida personal y familiar, -cargadas de impactos emocionales que mueven hasta la racionalidad-, en la ocurrencia del lesbianismo. 

He de convenir, primero que nada, que en estos tiempos, todo lo que alude al tema de lo que ahora se denomina sexodiversidad, se ha convertido en un tema tabú, es decir, un tema espinoso del cual se debe tener mucho cuidado al expresar cualquier opinión, ya que por pequeña que sea la diferencia con la versión generalizada, lo tildan a uno de homofóbico, palabra exprema que imposibilita cualquier debate. 

Pensándolo bien, no es extraño que sea así, la actitud social en casi todas las cosas sustanciales siempre se ha mostrado bipolar, nos lanzamos de un extremo al otro, somos una especie de péndulo ideológico que nos cuesta alcanzar la sabiduría del punto medio, que desconoce o se le dificulta integrar los diversos factores que componen la realidad, ya que ésta nunca se presenta simple, es una complejidad de elementos, por eso siempre nos confunden; en consecuencia, damos tumbos de la democracia al totalitarismo, de la represión al libertinaje, de lo sagrado a lo profano, mantenemos una desafortunada tendencia maniquea. 

Hasta hace sesenta años, la homosexualidad era percibida como perversión o pecado, una opinión moralista que nada aportaba para desentrañarla; hoy, es considerada una condición innata, igualito a la condición natural de tener la destreza en la mano izquierda, sin que se planteen otros aspectos condicionantes o determinantes, de carácter aprendido o vivencial. Esto hace que se tenga la creencia de que esta expresión sexual no pueda ser objeto de tratamiento, y no porque yo considere que es una enfermedad, sino porque si en algunos casos, fuese resultado de condicionantes psicosociales, de eventos infantiles como abuso sexual, o cualquier otra circunstancia, podría ser objeto de reparación, como sucede con cualquier complejo psicológico no resuelto, como baja autoestima, traumas de víctimas por familias disfuncionales, y mucho más. Sólo plantear esto pone a la gente en guardia, como si de una blasfemia se tratara. 

Quiero compartir un caso, conocido por mí a través de una familia como cualquiera otra, con valores profesionales, visión de éxito económico, divertida, cordial, emprendedora, y conectada con una élite social de igual y mayor nivel socioconómico. La pareja se había divorciado pero mantenían un excelente relación, el esposo estaba presente, no sólo en los eventos de sus cuatro hijos, sino en los de su ex esposa, la armonía era evidente; un día conocí al hijo mayor, quien regresaba de los Estados Unidos, después de haber pasado doce años fuera del país.

Este joven tendría unos veintitres años, se trataba de un hombre alto, buenmozo, con un sutil y determinante amaneramiento, emitía una vibración positiva, sensible, muy agradable, con un brillo en sus ojos que denotaban sinceridad, pero, tenía una mirada triste. Eso fue lo que capté, hasta que comprendí, que en su historia había un evento que lo pudo marcar para toda su vida, la cual me fue contada por la niñera. A los doce años, el niño tuvo una experiencia homosexual por un abusador, lo cual le causó mucha angustia, no se atrevió a contárselo a sus padres por temor, y se lo comunicó a la niñera, una persona que había estado en su casa desde antes de su nacimiento. Como es lo correcto, ella se lo comunicó a la madre, la cual no supo qué hacer, y en vista de su mutismo, se lo comunicó al padre, quien hizo lo mismo. Muchas fueron las protestas de la niñera ante tal reacción, pero lo que aquellos padres decidieron fue enviarlo a estudiar a EEUU, se desentendieron del asunto que preocupaba al muchacho, aunque muy apoyado económicamente. 

A su regreso, se notaba una gran compenetración con la niñera, y no pocas veces se le veía desencajado. En EEUU se consolidó como homosexual, tal vez aceptando un destino del cual no podía zafarse o tal vez descubriendo su natural homosexualidad; no lo sabremos, porque no los vi más. La falta de criterio para tratar este tema, ha hecho lo suyo para confundir, y para crear un discurso lineal, donde se desconocen como causas, procesos traumáticos de la infancia y adolescencia, los cuales pueden ser simples eventos reafirmatorios, pero también eventos que desestabilizan y conducen a una compleja culpabilidad y aceptación. 

Como vemos, este tema es un TEMA, es decir, un asunto que pocas veces es visto sin tener una opinión, es un contenido que polariza puntos de vista, pocos son indiferentes, o, muy pocos lo tratan desde una perspectiva desapasionada. Las injusticias cometidas con las personas vulnerables, tienen en este campo, mucho que contar, un niño, un joven o un adulto que se sintiera diferente ante los demás, era percibido rápidamente por los machos alfa de la sociedad, como el pollito defectuoso, que muere sin remedio a picotazos por sus congéneres. Esta situación en la especie humana es más dramática, porque se trata de exilio social, negación, invisibilidad, exclusión, lo cual implica pocas oportunidades de empleo, estudios, y convivencia, que ha conducido hasta al suicidio. 

Cuando estudiaba en la universidad, tenía un compañero notablemente amanerado, introvertido, solitario, evidentemente de clase baja y piel morena, tímido, y tal vez poco dotado de capacidad intelectual, o, quizá no escogió la carrera que realmente era su mejor elección profesional. Los profesores decían sin pudor: “Ese nunca pasará de segundo año, no quiero tener un colega así”. No sólo lo rechazaban, sino que lo engañaban al hacerle perder dos años de carrera infructuosa, y en efecto, no lo ví más después de algún tiempo. En todas las escuelas de la universidad, habían unos filtros terribles, en mi caso, de casi seiscientos inscritos cuando iniciamos, nos graduamos alrededor de ciento cincuenta.  

Sin embargo, hemos de ser honestos, en nuestro medio cultural la discriminación castiga al vulnerable, no al que tiene poder, recursos, histrionismo, encanto, extroversión, inteligencia, ya que posteriormente, entraron otros estudiantes con signos evidentes de homosexualidad, que llegaron a convertirse en personajes no rechazados, con muy buen rendimiento, aunque con excentricidades que disgustaban a unos y agradaban a otros. 

La vulnerabilidad es lo que nos expone ante los agresores. ¿No será que la homofobia que está presente en la imaginería popular, se justifica si de una persona carente se trata, o si se trata de una persona vulnerable por otras razones?, por eso, las aversiones vienen asociadas, y el rechazo hacia cualquier condición humana, ya sea racial, religiosa, por nacionalidad, siempre está aderezada con la peniafobia, es decir, la aversión a la pobreza. Esta aversión, describe mejor la discriminación hacia lo que expresa vulnerabilidad, carencia, deficit, y en el caso del compañero de estudios arriba referido, casi las tenía todas. 

Hasta el momento no hay información científica que explique a cabalidad la homosexualidad, y pensamos en una explicación, porque asumimos que la heterosexualidad no tiene nada qué explicar, no sólo por manifestarse estadísticamente mayoritaria, sino porque justifica el mantenimiento de la especie. Sólo contamos con descubrimientos aún no concluyentes, lo que tenemos son apreciaciones y conclusiones dadas desde una postura más bien legal, inspirada en la justicia y argumentada desde el derecho, básicamente en respuesta al rechazo procedente del fundamentalismo religioso y social, y de la persecución política, que es más notoria en regímenes dictatoriales.

No cabe duda que después de la gran revolución tecnológica que puso las comunicaciones en manos de casi todos, los movimientos reivindicativos no sólo están luchando por la igualdad moral, que implica la aceptación de la sexodiversidad, sino que abogan por derechos civiles, que ya todos conocen.

Es un fenómeno complejo, matizado por una gran diversidad de factores, y que en los últimos años, se ha visto favorecido por notables fenómenos sociales que emergieron a partir de los años sesenta, tales como: la popularidad de las libertades personales, los derechos humanos, la liberación femenina en su cuestionamiento al desempeño masculino, la descomposición de la familia, que le ha generado a esta institución serios cuestionamientos, las posturas de vanguardia, los movimientos  reivindicativos de las minorías, la actitud de rebeldía ante una realidad social y personal agobiante, la soledad y los fracasos maritales, el desafío de la juventud ante lo convencional, la concepción mediática, que cada vez dedica más espacio a mostrar esta diversidad sexual, que ya se aprecia casi como una moda. A diario se publican listas de artistas que se pronuncian en uno u otro sentido, de la gama no heterosexual.

Hay una serie humorística de la televisión española Antena3, llamada “Aquí no hay quien viva”, que se desarrolla en un condominio en el centro de Madrid, cuyos personajes muestran sus oscuridades humanas, enredos marcados por una débil moral colectiva, todos confabulan, traicionan, en la cual destacan los personajes homosexuales, porque son los únicos que tienen profesión universitaria, son exitosos, bien vestidos, de buen gusto, divertidos, sensibles, que moldean una imagen positiva y que son eminentemente antiheterosexuales. Uno de ellos (Mauri) afirma que todos los hombres son homosexuales, lo que pasa es que no lo saben; y otro personaje dice que los gay son “chic”. Esto puede tener varias lecturas, desde una serie ingenua que muestra la realidad un tanto exaservada por y para el humor, hasta ser percibida como una apología de la homosexualidad.

En otro caso, observé que la directora de un popular programa denominado “Quién tiene la razón”, en el cual presentan casos de personas con conflictos, la psicóloga Nancy Álvarez, afirmó que la pedofilia y los abusos sexuales a niños la realizaban los heterosexuales, que no había ningún homosexual que abusara de niños. (Programa del día 02-10-13, 7:30pm, Caracas. Venevisión Plus). Sobran las páginas en Internet sobre estudios científicos que hablan de las estadísticas de los abusos cometidos a menores varones, por adultos homosexuales, y que desmienten esta apasionada afirmación, es cuestión de buscar. Es absurdo afirmar que ningún homosexual haya incurrido en el delito de pederastia.

Esta afirmación sobradamente temeraria, no sé a qué planeta se refería, pero en el supuesto negado de que fuese cierto, estaríamos ante un fenómeno realmente sorprendente, hasta podríamos sospechar que hay un súper gen del abuso en los heterosexuales, al comprobar que los homosexuales no lo practican. Esta es una de las formas de publicitar tal radicalización o parcialidad, que desdice de una persona que se presenta como psicóloga y como conocedora del mundo oscuro de la psiquis y que posee influencia sobre su audiencia. Tal parece que Nancy Álvarez no se ha enterado que la práctica homosexual de la antiguedad, practicada por la clase alta griega, era esencialmente pederasta, y no se trata de justificar que en aquellos tiempos era aceptado, porque hasta Sócrates fue sentenciado a morir, a causa de una acusación por pervertir jóvenes.

Tal vez estémos en el momento de mayor expansión de la idea de justicia, pero como se ven las cosas, se aprecia como un movimiento que emerge de las profundas motivaciones psicológicas colectivas, o, que forma parte de una especie de ideología de la globalización, que los medios se encargan de establecer y que se muestra en sus más extremistas maneras. 

Este movimiento acelerado o lento, como quiera verse, plantea una curiosa condición, la bisexualidad, la cual consideraba yo, que sería una suerte de transición de hetero a homosexual, pero resulta que es condiderada otra expresión dentro de la sexodiversidad. Sorprende en tal medida, que pareciera que las personas están poseídas por una emergencia de vivir intensamente en una vida, lo que pudieran dejar para varias, teniendo en cuenta la reencarnación. 

Es bastante sorprendente la mentalidad que se ha creado en relación a la infidelidad de un bisexual, supe de un caso en el cual una mujer demandaba el divorcio, debido a que había descubierto que su esposo mantenía una relación homosexual, con un hombre que visitaba la casa y se presentó como amigo -situación que la tenía devastada-, y el esposo se defendió argumentando que él era bisexual y que no le había sido infiel, porque para ello tendría que haber tenido relaciones con otra mujer, y lo que él hizo fue tener relaciones con un hombre, al cual amaba como a ella. Es decir, que un bisexual no sólo posee dos orientaciones sexuales, con lo cual debe bregar intensamente, sino que se consideran a sí mismos como dos personas diferenciadas: uno heterosexual y otro homosexual. Es para no creerse, pero es así. 

Ya se ve entonces, que la popularidad de la homosexualidad no vino sola, facilitó la visualización de una variedad de expresiones que han conducido a estudios, cuyos planteamientos se fundamentan en dos aspectos de la expresión sexual: 

1- La orientación sexual, definida como la preferencia o atracción que siente la persona, la cual puede ser: heterosexual, homosexual o bisexual.  

2- La identidad de género, que es la manera como se reconoce cada persona internamente en relación con el cuerpo que habita; están los que se sienten identificados con el sexo de su cuerpo, denominados cisexual, y los que no se sienten identificados, denominados transexuales. La unión de estos dos componentes produce una serie de combinaciones, que causan no pocas confusiones. 

En un capítulo de “Aquí ni hay quien viva”, Mauri en su desesperación porque está solo, se comunica con un amigo homosexual, que no había visto hace años, y lo invita a su casa, cuando llega el amigo llamado Antonio, no lo reconoce, ¡es una mujer!, ya no era Antonio sino Lucy, lo(a) invita a entrar y de inmediato, el amigo lo preciona para que le preste dinero para hacerse la operación genital correspondiente, es lo que le falta a su nueva imagen. Pero en la misma casa de Mauri conoce a Bea, la chica honesta y lesbiana del programa, y se enamora perdidamente de ella, de aquí se obtiene un hombre que inicialmente se creía homosexual, pero que descubre que es transexual, pero luego, descubre que le atraen las mujeres, es decir, es heretosexual, pero esta mujer que le gusta es lesbiana y él(ella) tiene apariencia femenina; lo piensa mejor, y sabe que si no se opera, también puede complacer a los homosexuales al conservar su pene, y muy contento decide quedarse como está, pues tiene mayores posibilidades de “ligar”, como se dice en España. Entonces este hombre corporal es gay, transexual, lesbiana y bisexual. Un enredo que ni Mauri entendía, y por ello le decía: “Noooo, mientras tu lo tengas claro”.
 
Aunque este caso es sólo un divertimento televisivo, plantea la complejidad de este fenómeno social y crea bastantes dudas en la proliferación que vemos a cada instante en todas partes. 

Desentrañar el origen de estos modelos, sin que medie un estudio científico que al fin logre dar con la verdad, podría ser tarea inalcanzable, ya que cualquier análisis, hipótesis, o planteamiento, siempre afectará la sensibilidad de un lado o del otro. En este caso el investigador se vería afectado al observar un fenómeno, del cual tiene una opinión.

Es por ello que, sin ánimo de debatir sobre la naturaleza biológica de esta sexo-diversidad, lo cual sería inútil, cabe reflexionar sobre ciertos aspectos socio-psicológicos que indiscutiblemente están en sus albores, o en los contextos motivacionales, y que lucen hoy bastante significativos:

-       La descomposición familiar y la pérdida del control de la familia, como eje central de la formación de los hijos, quienes comenzaron por tener cuidadoras o empleadas domésticas, -extrañas a la familia-, para luego pasar a ser atendidos por guarderías y construir su formación en los mensajes e imágenes mediáticas y digitales. Con esto, estamos apuntando en que buena parte de la orientación sexual se establece después de nacer, en la experiencia social. El argumento genético aún está en estudio, sin embargo, la genética no es determinante, ya que cambia según las experiencias de los seres vivientes, por lo tanto, de existir un gen responsable, éste puede ser consecuencia de la misma práctica ancestral, que ha sido reseñada en casi todas las culturas. Un círculo vicioso difícil de despejar.

-       La cada vez más insistentes tendencias hacia la exaltación de la belleza corporal, que descalifica a quienes no cumplen con estas condiciones, lo cual crea una población devaluada en su autoestima e incapaz de tener expectativas positivas con el sexo opuesto. 

-       El deterioro de las relaciones heterosexuales, cada vez más complicadas, en un mundo cada vez más incapaz de proveer trabajo, estabilidad y felicidad. 

-       El componente emocional, que conduce el comportamiento de quienes esquivan relaciones heterosexuales, por miedo al fracaso.

-       El componente pragmático, que hace que hoy veamos a personas solas, de la tercera y cuarta edad en relaciones homosexuales, -descubriendo su naturaleza- ante el afecto que encuentran en personas del mismo sexo y con problemas similares. 

-       Las fijaciones en la infancia de eventos trasvesti, que pueden conducir a preferencias sexuales, por las cuales tal vez no hubieran optado, de no haber vivido esos eventos.

-       Las secuelas de abusos infantiles, lo cual marca con intensidad la psiquis del afectado.

-       La influencia social y mediática, cada vez más fuerte, cada vez más exaltada, que se transmite en los programas televisivos y en Internet. 

-       El sentido de rebeldía que significa ir en contra de las versiones religiosas y convensionales.

-       El deseo de experimentar relaciones que resultan novedosas, transgresoras, descomprometidas, que exitan la imaginación en un mundo que ha perdido el sentido de integración del sexo con el amor. Sin querer decir con esto, que todas las relaciones no heterosexuales, carezcan de amor. 

-       La atracción material que significa la prostitución; hombres o mujeres que sirven a homosexuales que pagan muy bien sus servicios. Ya hay prostitución en todos los ámbitos.

-       Incluso se puede captar cierto narcisismo, en personas que se sienten objeto del deseo para ambos sexos. 

En este punto estamos presenciando un fenómeno emergente, aunque hay quienes opinan que no es tal, sino que ahora se tiene más información, que en tiempos anteriores no se conocía, pero que existía. Este argumento puede ser un factor, es seguro que en el pasado existieran muchas personas no heterosexuales que nunca lo expresaron, pero es claro que hay un aumento o manifestación del fenómeno, asociada a una apertura de visión y al deterioro de las relaciones de pareja, que en el ámbito hetorosexual se hacen más complejas debido al fuerte contraste entre los sexos. 

Mi preocupación con este fenómeno es que se esté ocultando la responsabilidad de resolver los problemas entre los sexos, y con ello frustrar la llegada a un estado de sanas relaciones heterosexuales, y que la sexo-diversidad esté sirviendo como mecanismo de escape, de conglomerados guiados por una ideología fenomenológica del momento. 

Es curioso que cuando alguien manifiesta un comportamiento homosexual, parece natural, y se torna un ambiente favorable cerca del individuo, pleno de comprensión y aceptación, pero si alguien que se considera homosexual manifiesta un deseo de revisar su vida hacia un comportamiento heterosexual lo máximo que adquiere es la denominación de bisexual, no hay manera de volver. Esto lo que demuestra es que se niegan los factores sociopsicológicos, que evidentemente influyen en tales comportamientos.

Creo que esto no es banal, una cosa es el fenómeno gay genuino, el que surge de una condición propia, y otra, la proliferación de comportamientos que parecen ser naturales, y resulta que son consecuencias de la vida familiar y social, y del fomento activo e intensionado de una ideología fomentada en los últimos tiempos. 

Aunque no me inscribo en la percepción homofóbica, genérica y obtusa, porque en primer lugar, respeto las decisiones de los demás en sus vidas privadas, y en caso de estudios deben emplearse los criterios más objetivos posibles, confío en el encuentro entre hombres y mujeres, porque al fin y al cabo, lo femenino y lo masculino son dos energías llamadas a configurar un gran espectro evolutivo espiritual.

Así como se ha estudiado a rabiar el feminismo, -que según un profesor ucevista, se ha expresado más como hembrismo-, se debe poner atención en el estudio de lo masculino; son casi inexistentes los estudios sobre el varón, desde el mismo enfoque que se ha estudiado la feminidad, es decir, como expresión de la fuerza vital.

viernes, 27 de septiembre de 2013

POR EL ENCUENTRO

 
Siempre he tenido prudencia cuando se trata de comentar sobre las relaciones entre hombres y mujeres, porque cualquier cosa que se exprese, siempre tendrá su contraparte; por eso quiero enfatizar que estas apreciaciones que voy a desarrollar, son necesariamente una porción de la realidad, vista desde la experiencia personal y profesional.

El tema mujer ha tenido mucha atención en el ámbito de las investigaciones científicas, por ello siempre he sentido un vacío en los estudios sobre lo masculino. No cabe duda que la ciencia se inclina a estudiar los fenómenos conflictivos, por ello se estudia la pobreza, los efectos nefastos de la guerra, el desempleo, es decir, se investiga el fenómeno de las víctimas; en el caso de la mujer, responde a razones vinculadas a los abusos de los cuales ha sido objeto, históricamente.

No tengo ninguna intención de hacer halagos a lo femenino, ni mucho menos afirmar que es una Diosa, ni discursear sobre un tema que ha movido gestas libertarias, pero considero que la mujer sigue siendo la piedra en el zapato, la voz de alarma, en medio de una sociedad acentuadamente masculina. Por esta desarmonía, por esta desafortunada iniquidad, la mujer se ha visto en la necesidad de promover cambios que le han favorecido, aunque no haya logrado cambios sustanciales, en el orden de cosas establecido desde el patriarcado.

¿Qué esperar o aspirar del hombre? Que al menos exprese su potencia, su fuerza hacia la actividad creativa y no destructiva, sabemos que quien se encuentra bien no desea cambios, y esto es lo que ha determinado que la humanidad se haya mantenido dominada desde lo masculino.

Después de miles de años de sometimiento femenino, ante las diversas formas de dominación masculina, que van desde el patriarcado antiguo, hasta el machismo moderno, la mujer ha vivido tal variedad de experiencias, que sólo podremos enumerar algunas: 

- Ha pasado por la total dependencia del varón en las sociedades patriarcales, que aún persisten y que exigen hasta el uso de burkas;
- Ha sido golpeada y lapidada; 
- Ha maltratado y abandonado a sus hijos, y herido su corazón; 
- Se ha rebelado asumiendo la prostitución para auto determinarse a través del acceso al dinero propio; 
- Ha negociado matrimonios convenientes para tener un reconocimiento de esposa honesta; 
- Ha amado con pasión y romanticismo a su príncipe azul, el cual era sólo un sapo; 
- Se ha divorciado cargando con la prole a cuestas; 
- Se ha quedado soltera para evitar males mayores; 
- Ha planeado su maternidad con simientes anónimas, para evitar tratos con parejas; 
- Ha imitado la actitud masculina, creando un hembrismo de mismo nivel que el machismo; 
- Se ha hecho profesional y salido a la calle a trabajar duplicando su jornada laboral; 
- Se ha incorporado a actividades delictivas asociadas siempre a su apoyo a pareja, hermanos o padre; 
- Se ha convertido en femme fatal, depredadora y deshonesta; 
- Ha estudiado esoterismo, astrología, terapias familiares, terapias alternativas o complementarias, 
- Se ha paseado por las diversas versiones teóricas de lo masculino y femenino, y 
- Hasta se ha hecho lesbiana, quizás por la desesperada búsqueda de su feminidad afuera;
- Pero también, ha tenido amores maravillosos, que alientan a las demás; por eso, creo que ahora le toca trabajar al hombre.

Debo declarar que considero al hombre y a la mujer, resultado de una compleja relación de variables, con sus cualidades únicas y definitorias, pero lo que siempre me ha conmovido es el papel que la madre posee en la estructuración de ese hombre como lo conocemos. En los años sesenta se decía que la culpable del machismo era la mujer, porque ella era la que realmente criaba al hijo; yo no estaba tan segura de tal afirmación, porque considero que la cualidad o esencia del alma también agrega condiciones que nunca tomamos en cuenta y que son vitales para mí, por referirme a la condición personal y al libre albedrío. Además, la ausencia de un padre correcto en la familia, también hace lo suyo en la dinámica de lo aprendido en familia; se cree –equivocadamente- que cuando una mujer cría sola a sus hijos, es ella la única que influye sobre ellos, olvidando que el vacío que deja el padre no lo puede suplir ella.

Por fortuna aparecieron muchos autores escribiendo sobre el desarrollo personal, muchas propuestas exóticas sobre el mundo espiritual y su efecto sobre la vida cotidiana, pero a esas convocatorias casi el 95% lo responden las mujeres. Me asombro de que independientemente del taller, la mayoría de asistentes son mujeres y cada vez la poca asistencia masculina se ha ido mermando; sin embargo, cuando comentaba este fenómeno, las mismas mujeres argumentaban que había que hacer algo, y lo harían ellas, que si ellas cambiaban, cambiaba todo.

Bueno, esto parece que no ha resultado tan cierto, o al menos, el cambio que supuestamente se esperaba no apareció, las mujeres cada vez se encuentran más solas,  aún cuando tengan pareja, y sea cualquiera la edad que tengan, y no creo que esa fuera la idea inicial. Se suponía que al incorporar elementos nuevos y asertivos en el ámbito de las relaciones, desaparecería la cadena de disfunciones que han perdurado por generaciones, pero lo que se ha podido observar, es que el hombre se sigue comportando igual, ha aceptado los cambios de la mujer y hasta usufructua parte de esos beneficios, especialmente en el ámbito de lo sexual: más libertad-menos compromiso, más superficialidad-menos amor, más frialdad-menos afecto.

Pareciera descorazonador el asunto, la búsqueda de mejores condiciones en la dinámica social la ha propiciado la mujer, y todavía se necesita mucho más, porque han habido fallos, reinventos poco propicios, imitaciones del modelo masculino, en fin, tal vez estemos en otra octava, pero aún así, con mucho descontento.

La familia, el escenario de las relaciones más significativas del ser humano, ha experimentado tal asalto, que si bien era necesario, no alcanzó resguardar la seguridad de las nuevas generaciones. Con estupor vemos cómo la juventud adolescente de hoy a rasgos generales, es escapista, y en sus manifestaciones más extremas, está atraida por la embriaguez o cualquier estado que simule los efectos de las drogas, y es capaz de hacer cualquier cosa que le dé identidad grupal, aún a cambio de su propia vida.

Se sabe de actos inauditos que realizan en la búsqueda de diversión, que cuesta creer como aspiran condones por la nariz para expulsarlos por la boca, extraer alcohol de medicamentos y desinfectantes de manos, consumir una cucharada de nuez moscada o canela, lo cual les produce un desorden generalizado, una intoxicación que puede conducirlos a la muerte. Las cosas de uso cotidiano se están haciendo peligrosas, porque hasta el agua puede ser usada inadecuadamente y producir un fallecimiento. Sólo lea:

http://cnnespanol.cnn.com/2013/09/24/7-locuras-peligrosas-que-hacen-los-adolescentes-de-hoy/

De una familia compleja y extendida, con diversidad de expresiones, se ha pasado a una institución desestructurada, invadida por la externalidad, los hijos están en manos de la noticia que le llega fácilmente por medios digitales; después de haber delegado sus funciones a la Escuela, lo cual ha sido devastador, porque las responsabilidades no se pueden delegar, la familia está pidiendo atención a gritos.

Vivimos momentos agudos, en todos los ámbitos, necesitamos nuevas y sólidas orientaciones, para crear un nuevo rumbo en las relaciones más importantes de la sociedad, porque ésta parece sólo un conglomerado de individuos solitarios, marcados por la falta de un padre afectivo y con exceso de padres externos, como lo son simbólicamente: el gobierno, el líder de barrio, el jefe, la autoridad que no tiene autoridad moral, la voz de los medios de comunicación, y otros tantos padres que distorsionan la formación de un ser con fortalezas éticas.  

La buena noticia es que si muchos estamos revisando, encontraremos algo; no me cabe duda, llegaremos a reorganizarnos, aunque por los momentos, el caos nos revele la dimensión del trabajo por realizar. Por otra parte, creo que hay un hombre positivo, creativo y amoroso en el corazón de muchos, admiro su corporeidad, su sentido del humor, casi infantil, y su fuerza protectora. 

Creo que es hora de que el hombre, el varón, participe conscientemente de esta recuperación social, la mujer ha aportado cambios, y hasta se ha perdido en el camino, especialmente por comportamientos inadecuados, o asumiendo retaliaciones indebidas, pero no es posible lograr una sociedad justa sólo con la participación de un sólo género, y pido disculpas a quienes sí lo están realizando y yo vengo a dividir la sociedad en dos porciones, y por sexo, -cuando se desea enfatizar algo, se corre este riesgo-; pero estoy convencida de que la sociedad no avanza en el sentido correcto debido a la falta de participación positiva del hombre, quienes en lo personal se ven repitiendo comportamientos irresponsables y en lo público se ven planeando guerras, destruyendo economías y tomando el poder irrestricto, como lo hacían los romanos hace más de dos mil años.