En anteriores ocasiones, he hecho referencia a lo femenino y lo masculino, y creo que ya es bueno hablar de ese tema.
Todos pensamos en una mujer al oir femenino, y en el hombre al oir la palabra masculino. Sin embargo, es crucial comprender que tanto la mujer como el hombre poseen estas dos fuerzas, cualidades, o energías, si prefieren llamarlo así.
En este momento podría ser pertinente que me detuviera en complejos temas biológicos, pero no soy especialista en ello, prefiero centrarme solamente en una sola condición de las funciones que tienen los dos lóbulos del cerebro y decirles de paso, que tenemos el cerebro organizado en varias porciones delicadamente ordenadas en función del desarrollo que hemos alcanzado hasta hoy, pero como sólo quiero referirme a los dos lóbulos, el izquierdo y el derecho, sólo les hablaré de la perspectiva que manejan cada uno de ellos.
Como es sabido, el lóbulo izquierdo controla las funciones del lado derecho del cuerpo, y el lóbulo derecho controla el lado izquierdo del cuerpo.
El lóbulo izquierdo es masculino.
El lóbulo derecho es femenino.
A más tardar hasta los 12 años, el niño percibe el mundo desde una visión femenina, es decir prevaleciendo el lóbulo derecho, de allí las características emocionales, creativas, y espontáneas de los infantes.
A partir de los 12 años el infante ya ha alcanzado madurez para expresar las capacidades del lóbulo izquierdo, y comienza a visualizar desde la lógica, la razón, las normas y a delimitar su espacio.
A continuación les presento una lista -no exhaustiva- de las más notables características de cada visión.
Fem. Masc.
holista focal
global puntual
circular lineal
amoroso protector
espontáneo normativo
cualitativo cuantitativo
subjetivo objetivo
siente piensa
móvil quieto
nosotros yo
integra separa
intuitivo lógico
emotivo razonable
maternal paternal
nutricio proveedor
receptor transmisor
curvo, sinuoso recto
sugerente directo
tierra simiente
luna sol
interno externo
oculto descubierto
húmedo seco
agua fuego
pasivo activo
plateado dorado
complejo sencillo
el proceso el fin
conversa concluye
amoroso sexual
elaborado práctico
mágico científico
sabiduría conocimiento
creativo organizador
natural legal
improvisa estructura
horizontal piramidal
abarcador pone límites
sabe investiga
místico materialista
cálido frío
Estas dos maneras de captar y vivenciar los estímulos y las experiencias de la vida, crean las opiniones, las creencias, las referencias, la mentalidad y la idiosincracia que compartimos con los demás.
Estas características, pueden expresarse desde su lado luminoso o positivo, o desde su lado oscuro o dañino, dependiendo de la persona, por ejemplo, la acción que caracteriza a lo masculino, puede llegar a ser agresividad, la visión piramidal puede expresarse como tiranía, la dulzura de lo femenino, puede llegar a ser sumisión.
Por ello, tanto la madre como el padre, el matriarcado como el patriarcado, tienen su manifestación oscura, y ambas son devastadoras. Es propio desarrollar estas dos potencialidades equilibrandolas en su exprsión luminosa, y eso sólo se logra con trabajo consciente.
Como ha sido nuestra historia, nos iniciamos expresándonos como femeninos y luego abordamos el vehículo de lo masculino. En nuestra sociedad, la apertura del trabajo de la mujer fuera de casa, en las variadas profesiones -antes reservadas a los hombres- ha permitido un desarrollo inusitado de lo masculino en la mujer, a tal punto de haberse dado la situación en la cual, ha quedado bastante debilitada la percepción femenina, y esto no tiene mucho que ver con la apariencia física, tan valorizada entre las mujeres venezolanas, porque en cuerpos muy femeninos y cuidados puede haber un gran desarrollo de la visión masculina, como lo vemos en forma cotidiana.
Se nos ha recomendado el uso de la mano izquierda para tareas donde usualmente usamos la derecha, realizar actividades creativas, a fin de movilizar ese lado femenino, tan apabullado por el lado masculino.
Las últimas tendencias espirituales de la post-modernidad, señalan que ha llegado el momento de generar una nueva perspectiva, la reconciliación de nuestro masculino y femenino interno, una nueva manera de ser como individuo integrado y centrado, para formar un ser distinto y mejor.