domingo, 3 de mayo de 2015

SERÉIS COMO DIOSES



16Y ordenó el SEÑOR DIOS al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, 17pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás. Génesis 3:5
Adán y Eva estaban advertidos, se les había indicado no comer del fruto de un árbol en particular, nada más y nada menos que el del conocimiento del bien y del mal, porque de lo contrario morirían. Me gustaría saber qué entendían por morir, puesto que en ese huerto no existía la muerte, tal se estima porque era el Edén, un lugar más bien excepcional, y sólo fueron informados de la prohibición y de las escuetas consecuencias en caso de desobedecer, pues sólo fue informado de manera literal, no conceptual.
 5 Mas, sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal. Génesis 3:5
Finalmente comieron, sea porque no tenían capacidad para evaluar esa decisión, -aunque se deduce que ya tenían libre albedrío-, o porque fueron engañados en su candor, o que fueron rebeldes desobedientes, el asunto es que comieron. De inmediato se dieron cuenta que algo extraño les ocurría, estaban muriendo, tal y como se lo advirtieron, y ¿cómo se produjo la muerte anunciada?, al ser expulsados del Edén, lo que significa que salir del Edén es sinónimo de estar muerto. Como todo exilio, implica una muerte, una separación, un alejamiento de casa, una expulsión por culpabilidad. 

En consecuencia, la religión católica, asumió que la desobediencia de Eva causó nuestro terrible destino, establecernos en una tierra como seres muertos, marcados por la mácula del pecado, por el abandono de ese nivel espiritual para caer en un nivel precario, signado por necesidades, vulnerables ante la naturaleza que nos rodea, y peor, dominados por la naturaleza biológica, y los mandatos de las emociones y pensamientos, y encima, por los determinismos de una sociedad predadora, condicionadora y sin más definiciones, terrenal.  

Pero, ¿Cómo ocurrió ese momento, tan importante para nuestro imaginario cristiano?
La serpiente habla con Eva, y la convence de comer del fruto prohibido. Lo primero que me pregunto es: ¿por qué Dios sólo les prohibió, a sabiendas que eran seres inocentes e ignorantes, y encima, sabiendo que en el Edén también habitaban seres malignos?,  encima, ¿por qué no custodió el árbol?. ¿O es que Dios no sabía que sus criaturas corrían el peligro de ser seducidos, engañados?
Según esto, se puede vislumbrar que ese Paraíso era un lugar inseguro, al cual accedió la serpiente, ¿o es que había una raza reptil en el Paraíso?, lo que sugiere que también podría haber seres de todo tipo, inocentes como Eva, y pícaros como la serpiente. 

Si ya el mundo había sido creado, tal parece que este Jardín era una estación experimental, un lugar especial, donde Dios estaba preparando a los humanos para introducirlos en la Tierra, el asunto fue que la serpiente se le adelantó. Por eso, no puedo más que concluir que en esos tiempos ya existía el mal, hasta el punto de colarse en el Jardín del Edén, e interrumpirle su plan. No cabe duda que la serpiente, formaba parte de una gran conspiración contra los humanos, tenía una esencia perversa, o envidiosa, celosa de que el Creador tuviera en los humanos, su mayor y preferida obra, -de allí que los llamó: “el pueblo elegido”-, para que se haya atrevido a torcer sus planes, al inducir a Eva a probar del fruto, con un argumento tan convincente: “seréis como Dioses”.

A Eva le sonó bien la imagen, ella conocía el concepto de Dios, y le pareció bueno, pero no sabía que ella era una criatura especial,  ya heredera del Padre, y que recibió vida a través de su soplo, y no pudo calcular las consecuencias de su ligereza, precisamente por carecer de malicia. Pero, ¿de qué se trataba ese fruto?, este árbol nos da idea de ser una biblioteca, un reservorio de sabiduría, porque al ingerir el fruto, Adán y Eva obtuvieron conocimiento del bien y del mal, una información que realmente da al traste con la inocencia. 

Esta pareja sufrió un súbito cambio a destiempo, fue una especie de ritual de iniciación prematura, que perjudicó a la especie humana. Tal y como le sucede a muchas jovencitas que apenas están saliendo de la niñez, viven experiencias dolorosas que las hacen crecer antes de tiempo. En aquel caso, fue un ataque de la oscuridad para imponer un sistema opresor en la tierra, para sojuzgar la obra predilecta del señor, los humanos. No me imagino cómo Dios no tomó las previsiones debidas, ante el riesgo que corría de que sus criaturas preferidas, fueran víctimas del engaño de los reptiles parlantes que convivían en el mismo espacio. 

¿Cuál sería el Plan divino?, Dios se encontraba en un momento crucial, puliendo su obra, y contando con un árbol problemático, un ladrillo caliente en sus manos, la polaridad bien y mal es un asunto complejo, y se le escapó de las manos con la desobediencia, y con la imprevisión. ¿Error de Dios, o error de Eva?.

Si Eva decide comer del fruto tan insistentemente vedado, podemos suponer por un lado, que el Creador no tenía tanta ascendencia sobre ella, porque no es un simple asunto de desobediencia, es que Eva no sabía realmente la razón de la prohibición; pero, por otro lado, también podemos suponer, que Eva aún no tenía madurez como para ser depositaria de mayor conocimiento, no era menester comunicarle a Eva la razón de la prohibición, así como no se le dice a una niñita de dos años que si mete el dedo en el enchufe, una corriente de no sé de cuantos voltios impactará sobre su corporeidad quemando cada célula de su composición, y tal y cual cosa. En este caso, se le prohíbe, y se coloca en los enchufes un protector, asunto que omitió el Señor.

Imagino que después que Eva y Adán comieron del fruto, ya no tenía sentido que siguieran en el Edén, en aquella especie de incubación, tuvieron que irse al mundo, el cual fue maldito por Dios, en castigo para la humanidad,  a vivir la vida dual de esta tercera dimensión. Dios, impactado por la desobediencia, los despidió de su presencia, no sin antes proveerlos de vestidos y con un mandato de trabajo, disciplina y rigor. Hizo lo que un Padre hubiera hecho ante tal comportamiento, ahora que ya son adultos, que ustedes deciden por su propia cuenta, sigan su vida en el mundo que escogieron, se tienen que ir.

Lo interesante de esto, es que posteriormente, al darse a conocer esta historia, el fruto haya sido interpretado e identificado con las relaciones sexuales, cuando de lo que se trataba era del conocimiento del bien y del mal, con ello lograron satanizar al sexo, y allí comenzó la sociedad a ejercer un dominio mental sobre sus miembros, manipulando la conciencia humana, a través de la culpa y convirtiendo el sexo en fuente de lascivia y explotación, un argumento acomodaticio, y una manera de proyectar los deseos más oscuros de quienes así piensan. El sexo, ha sido motivo de tabú, irrespetado, tergiversado, pisoteado y maniobrado a fin de señalar a la mujer como fuente de perdición. Esto ha sido una constante en todo lo que produce placer, se le han atribuido condiciones perversas, que bien  pudo haber sido sacralizado debido a la bendición que constituye la procreación. 

Tal y como se aprecia, este sorpresivo evento causó un cambio en los planes de Dios y recondujo a esta humanidad a pasar intempestivamente, a una vida material cargada de retos y donde ha imperado la ley del más fuerte, la cadena alimenticia, hasta llegar a ser verdad que el hombre es el lobo del hombre; quizás este no era el Plan que Dios tenía para sus elegidos, el asunto fue que su creación, incluyó otros seres que no vieron con buenos ojos su preferencia por los humanos, provistos de ese soplo de vida otorgado como aliento de energía a la raza adámica, incluso, se afirma que los ángeles son seres creados para servir a los humanos, y que ello causó la rebeldía de Lucifer. No pocos enemigos tenían los elegidos. 

Hoy, después de tanto análisis de mitos, creencias, verdades a medias, verdades científicas que descalifican sabidurías ancestrales, y básicamente el juicio que cada quien realiza, de lo mal contada que ha sido la historia y los misterios y dogmas de las religiones, podemos presumir, con algún atisbo de certeza, la manera cómo una fuerza maliciosa, encarnada en los reptiles y quién sabe cuántas especies más, han sido, y siguen siendo, la causa de tanto mal en la tierra.

He tenido la convicción de que el ser humano encarna el bien y el mal, y que en estados extremos llega a crueldades inconfesables, siempre pensé que no era necesario que extraterrestres malévolos tuvieran sus manos metidas en esto, y que los humanos eran suficientemente malignos como para ejercer tanta maldad.

No obstante,  se dice que una raza reptiliana, heredera de Satán, se unió con los humanos y encarnaron el poder de sojuzgar a la humanidad, manteniéndolos ignorantes, y fomentando creencias de sumisión a través del miedo, la sentencia y la culpa. Es lo que hemos vivido siempre y es lo que una leyenda como la de Eva en el Paraíso, nos sugiere.

Estimo que el Creador pudo habernos reservado un destino brillante, otra dinámica para su pueblo elegido -el humano-, pero que, el mundo tal y como le salió, condicionado por la desarmonía que producían los antagonismos entre los seres que allí habitaban, le recondujo hacia un rumbo como éste, que hemos conocido. Tal vez aquel inesperado evento que cometió Eva, hizo que el Creador reacomodara su Plan, y tal vez requirió llegar a un acuerdo con Satán, de tal manera que entregó su obra incompleta al mundo tridimensional, estableciendo el QUÉ y el PARA QUÉ de la vida de los humanos en el mundo, y Satán estableció el CÓMO, DÓNDE, CUÁNDO y CON QUÉ, una notable ventaja tomada por la oscuridad, para doblegar, atormentar y satisfacer sus ansias malévolas por estos siglos transcurridos. 

El propósito de la vida, tan estudiado en la filosofía, aún es un misterio, está oculto en algunas organizaciones y culturas, y nos está vedado a muchas otras, pero el cómo, dónde, cuándo y con qué podemos sobrevivir, eso está clarísimo entre los humanos: a través del trabajo, el esfuerzo, soportando la esclavitud y la explotación. La oscuridad logró establecer sus reglas, que van desde el desconocimiento de nuestras capacidades, la manipulación del miedo y la incertidumbre, la resolución de conflictos a través de las guerras, la amenaza de las enfermedades, hasta el establecimiento de los anhelos, la esperanza y la ilusión del futuro. Es el colmo que hasta se inmiscuye en nuestras ideas creativas, libertarias e independentistas.  

Sin embargo, opto por creer que Dios no nos entregó tan fácil, sólo le dio a Satán un lugar temporal, sólo un período para reinar en la Tierra, lo cual ha usado para atormentarnos, dado que el conocimiento del bien y del mal no era suficiente para desarrollar estrategias apropiadas para la sobrevivencia pacífica, el poder y el dominio de las huestes de la oscuridad han mantenido al humano atrapado en guerras, sacrificios, holocaustos que complacían con sus aromas al rey de la oscuridad, muerte y dolor, odios y resentimientos, no sólo en la vida colectiva sino en la dinámica de la vida familiar.

Volvamos al texto bíblico: “Seréis como dioses”, no fue una oferta vana, ser como Dios, es incluso, una sugerencia que surge de labios de Jesús, cuando dijo: 
“De cierto, de cierto os digo, el que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores obras hará, porque yo voy al Padre” Juan 14:12
Ser como dioses, pudo ser una referencia ilusoria para Eva, pero hoy estamos en conocimiento de la presencia de la chispa divina en nuestro interior, y no sólo eso, sino que son tiempos de expresar el líder interno que albergamos, la chispa divina que nos ilumina desde dentro, las posibilidades infinitas que anidamos en el alma para desarrollar un sistema de vida nuevo, distinto a la ideología materialista de la economía política y del sistema social opresor, un modelo que no requiera de estructuras piramidales ni de guías espirituales terrenales, un sistema basado en el despertar de la conciencia. Tal vez es el retomar del Plan inicial de Dios. No veo algo más prodigioso para la humanidad, que lograr un sistema donde mande el amor, por algo se dejó correr el rumor de: El fin de los tiempos. Tal vez es el fin de un convenio, como realizan los gobiernos mundanos, para establecer acuerdos de explotación petrolera entre países, donde se establece una fecha de cierre o caducidad del tratado. 
Esto no es más que saber que Dios nos habita, y por ello Jesús dijo: “El Reino de Dios está cerca”, es decir, en nuestro interior.

Comer del fruto del conocimiento del bien y del mal, es como pasar por una etapa de entrenamiento, para pulir el alma no sólo por efecto del dolor, sino por el despertar que él ocasiona. Estamos llamados a ser como dioses, si reconocemos la potencialidad creativa que llevamos en nuestro interior, y si nos orientamos en el sentido que nos indicó nuestro Salvador, en sus profundas sugerencias de amarnos los unos a los otros. 

El conocimiento del bien y del mal, es una complejidad que puede estar asociada al desarrollo del Neo-córtex, la más reciente porción del cerebro, que controla las funciones morales, de juicio, y decisiones que tienen que ver con el razonamiento y el análisis, el reservorio de la conciencia, la cual es el resultado del proceso evolutivo. 

Cuando la serpiente le vendió la idea a Eva, tal vez se refería a un fenómeno que se produciría después de miles de años de sufrimiento, cuando al fin los humanos alcanzaran superar los sentimientos mezquinos y lograran amar a los otros como a sí mismos, como lo hace Dios. He oído de personas inspiradas, que cuando tenga alguna duda sobre qué decisión tomar, piense qué haría Jesús en mi caso, una insinuación de ser como Dios. 

Esto sugiere que Dios nos espera, que está pacientemente aguardando nuestro regreso a casa, escondido en nuestro corazón, cuando se enciendan las luces de todas las almas, en el despertar o resurrección de este estado de muerte, para integrarnos a la gran fuente original.

Nota: En este post, los términos Dios, Padre, Creador y Señor, los tomo como sinónimos.  Así mismo son sinónimos Satán, Serpiente, Innombrado, Demonio, Lucifer.