sábado, 15 de octubre de 2011

EL DRAMA DE QUIENES QUIEREN, EN LUGAR DE AMAR


Ya he tratado la diferencia entre Amar y Querer, ahora sólo voy a reflexionar sobre el sufrimiento de quienes Quieren en lugar de Amar.

Recordemos que Querer es pedir, desear: Quien quiere a otra persona espera de ella cosas, afecto, respuestas, comportamientos, y lo más probable es que sea objeto de mucho sufrimiento afectivo.

Las vivencias de quien Quiere pueden ir desde los eventos donde se muestra extremadamente dependiente y afectivo, hasta los eventos donde se muestra extremadamente pragmático o frío. 

Los rompimientos afectivos sin duda producen dolor y desequilibrio, sin embargo, su intensidad y naturaleza dependerán de si se ama o se quiere. La dinámica de acercamiento entre hombres y mujeres, es un continuum, en los primeros contactos se produce un enamoramiento, muchos lo expresan con el verbo Gustar. "Me gusta María". Es la etapa de atracción inconsciente, mezcla de atracción sexual y proyecciones de la sombra.

Con el desarrollo de la relación es de esperarse que los sentimientos maduren y se establezcan como Amor o como Deseo. El drama surgirá cuando se produzca un conflicto que desemboque en separación.

Uniones:
1- Ambos Aman. En este caso una separación a pesar de dolorosa, no llegará al sufrimiento, ya que ambos son seguros y se aman a sí mismos. La capacidad de aceptación del cambio les permite fluir con él. En esta situación ninguno se siente abandonado ni mutilado.

2- Uno Ama y el otro Quiere. Uno autónomo y otro dependiente. Si se diera el caso de que quien Ama se siente agobiado por la dependencia del otro, sin duda querrá la separación, porque el amor no es suficiente para mantener una unión, no es la única pata donde se sostiene esta mesa; pero si la inseguridad del que Quiere no es tan intensa, y es capaz de sustentar la unión con los otros componentes de la relación, como la dinámica de la convivencia, acuerdos económicos, compartir ideales, objetivos comunes, relaciones con la familia, solidaridad y otros, es posible que logren estabilidad. Es bueno recordar que las características de quien Quiere y quien Ama, no se presentan puras y contundentes, están matizadas con la compleja  dinámica psíquica y el complejo mundo que implica la vida en común.

3- Ambos Quieren. Esta fórmula puede tener muchas manifestaciones, y con ello mucho sufrimiento cuando uno deja de Querer, por la presencia de un tercero. Esto sin duda energiza su seguridad y apego a una nueva expectativa o nueva ilusión. Mientras, su pareja queda devastada por un hecho que no esperaba y la separación lo deja sin asidero, víctimas impotentes de las circunstancias, de los demás y de la vida. Esto se convierte en un sufrimiento profundo.

Veamos la desconsolada letra de esta canción, en la voz de nuestro siempre amado Felipe Pirela:


 ¿QUIÉN TIENE TU AMOR?
He recibido una cartita tuya
donde me dices "Adiós", sin alma
Terminar una relación a través de una carta, es realmente una perversidad, especialmente si -como dice el poema-, tuvieron un vínculo profundo; por lo visto esta persona lo Quería, no lo Amaba. Una persona que Ama, es respetuosa del sentimiento ajeno y plantea la separación de manera responsable. Una persona que sólo Quiere, se separa “sin alma”, como bien dice la letra; puede llegar a los confines más profundos de insensibilidad.
Yo me pregunto, ¿cómo puedo ahora
seguir viviendo, si tu no me amas?
Es el desengaño que llega sin previo aviso: no te amaban, te utilizaron (aunque fuera inconscientemente), sólo te querían.
¿Quién tiene tu amor, ahora que yo no lo tengo?
El desconsolado cantor creía que TENÍA el amor de la mujer, cuando el amor de los demás no es posible poseerlo, sólo es posible tener el amor por sí mismo. Por ello, aquí hay más que dolor, hay sufrimiento.
¿Dime de quién es y quién se ha llevado tus besos?
¿Dónde reinará el dulce mirar que no siento ya?
Yo no sé ¿por qué te perdí sin quererlo?
Reitera el sentimiento de posesión, al decir que perdió el amor de la mujer, cuando realmente nunca lo tuvo, ni es posible tener.
Hoy tengo ante mis ojos una foto donde estás sonriéndome, última limosna que me das.
Dramático momento, digno de compasión, esta persona pedía, recibía y ahora, una sonrisa la percibe como una limosna. La verdad es que como metáfora poética está muy bien lograda.
¿Quién tiene tu amor, ahora que yo no lo tengo?
¿Dime de quién es, tu vida que ayer mía fue
Con tonos lastimeros, parece conformarse con el fin de la relación, pero con la equivocada convicción de que la vida de la otra le perteneció.
En estos conceptos, es donde incide el terapeuta, desenmarañar las ideas que han llevado al sujeto a tener creencias falsas sobre la afectividad, ciertamente desfigurada en la infancia.
Es pertinente señalar que la manera de relacionarse a través del Querer, es un fallo instalado en los primeros años de vida, cuando el ser es verdaderamente dependiente y necesita el amor de sus padres; las disfunciones familiares crean estos personajes desvalidos, que en la adultez suplican amor y sienten morir por falta de él.


A manera de reflexión, yo me haría ciertas preguntas:
¿Estoy Amando o estoy Queriendo?
¿Mi atracción responde a una necesidad?
¿Cómo fue la relación con mis padres?
¿Cuántas veces he repetido la misma experiencia de abandono?
¿Qué siento con sólo pensar en una separación?
¿Mi pareja me Ama o me Quiere?


Abordar estos temas, puede despertar actitudes cínicas, y ser debatidos como si de una reivindicación personal se tratase, pero la verdad es que no se trata de descalificar el drama de quien carece de una estructura emocional sólida, se trata de despertar a quien así lo viva, para que lo reconozca y trabaje en su reconstrucción.


Carecer de una estructura emocional sólida es muy común, por la complejidad de los fenómenos internos y por la fenomenología de las relaciones familiares. A menos que las personas aniden  conscientemente intenciones de dañar a los demás, quien Quiere, no escoge Querer, es simplemente la única manera que tiene a su alcance para Tener lo que la vida le negó en la infancia. Está muy claro que una estructura emocional sólida viene acompañada de una fuerte formación ética, y por el contrario, carecer de ella puede generar actitudes y comportamientos deshonestos.   


Cuando oía estos boleros en mis años mozos, me conmovía mucho el estado desolado que describían, hoy vuelvo sobre estas voces y encuentro belleza poética, musical y vocal, pero como mensaje, estas canciones pueden arraigar creencias románticas insanas. 


Recordemos que la vida en sociedad nos provee de una cosmovisión que aplicamos en todas los ámbitos de las relaciones, y que actuamos según sea la ética de esa cosmovisión. Las relaciones humanas están sustentadas en acuerdos tácitos y explícitos, y para quien Ama ambos acuerdos se respetan, pero para quienes Quieren, la confusión de sus almas los puede convertir en mal intensionados; por ello no está demás una revisión de nuestra estructura emocional.  

viernes, 14 de octubre de 2011

DIFERENCIA ENTRE AMAR Y QUERER

Cuando niña aprendí que Amor era una palabra especial, que no se usaba para cualquier cosa, sino para expresar un sentimiento divino: "Amar a Dios sobre todas las cosas", o, cuando se trataba de expresar el afecto entre parejas: "Te amo".

En cambio Querer, era otra cosa, se usaba para expresar cualquier deseo: "quiero agua, quiero jugar, ir al cine"; parecía como que Querer se refería a cosas y Amar se refería a personas, pero un día vi que se decía: "Queridos amigos", y allí si fue verdad que me confundí.

No estuve ausente de comentarios y reflexiones acerca de la diferencia entre estos dos vocablos, donde siempre salía perdiendo Querer, porque Amar era algo superior. Sin embargo, si se usan adecuadamente estas acciones, podremos tener mucho éxito, porque es muy bueno Querer o aspirar un buen sueldo, buena salud, buenas relaciones, sólo que para ello hay que trabajar, hacer un esfuerzo concomitante. Pero cuando se trata de Querer a una persona, el asunto se pone oscuro, porque de por sí, hay un interés de por medio.

En los tiempos que corren, ya adentrados en conocimientos, filosofías y crecimiento personal, ahora está mucho más claro que AMAR significa en términos prácticos DAR, y QUERER significa PEDIR.

Esta confusión ha creado mucho dolor, porque para Amar se requieren ciertas condiciones, Querer lo hace cualquiera. Cuando nos vemos en tales circunstancias es preciso revisar y sanar, porque mínimo tendremos que saber si amamos o queremos; de allí suelen encontrarse muchas soluciones a dolores por separación, porque es más doloroso separanos de quien queremos que de quien amamos, y veamos porqué:

- Quien ama da, quien quiere pide. (Taller Vitaminas para el Alma)
- Quien ama sirve, quien quiere recibe.
- Quien ama otorga, quien quiere desea. 
- Quien ama, ama, quien quiere utiliza.
- Quien ama respeta, quien quiere manipula.
- Quien ama comparte, quien quiere toma.
- Quien ama da libertad, quien quiere esclaviza.
- Quien ama confía, quien quiere desconfía.
- Quien ama no teme, quien quiere tiene miedo.
- Quien ama comprende, quien quiere acusa.
- Quien ama es compasivo, quien quiere es vengativo.
- Quien ama renuncia, quien quiere se apega.
- Quien ama está satisfecho, quien quiere necesita.
- Quien ama está completo, quien quiere es incompleto.
- Quien ama se conecta, quien quiere abandona.
- Quien ama se expande, quien quiere se limita.
- Quien ama trasciende, quien quiere se estanca.
- Quien ama es honesto, quien quiere es interesado.
- Quien ama es autosuficiente, quien quiere es dependiente. 
- Quien ama es profundo, quien quiere es superficial.
- Quien ama se responsabiliza, quien quiere se victimiza.
- Quien ama es filosófico, quien quiere es pragmático. 
- Quien ama debate y acepta, quien quiere pelea y agrede. 
- Quien ama tiene alta autoestima, quien quiere la tiene muy baja. 
- Quien ama se ama así mismo, quien quiere ni se entera de esto.
- Quien ama tiene locus de control interno, quien quiere tiene locus del control externo.
- Quien ama no le impide la distancia, quien quiere lo perturba la distancia.
-Quien ama disfruta, quien quiere tiene, posee.

Podremos seguir hurgando en las diferencias, pero lo que sí es importante es que mal puede usarse el verbo Querer para establecer relaciones amistosas y de pareja, porque al Querer se crean relaciones de dependencia, mientras el otro satisfaga necesidades e intereses.

Las relaciones de pareja suelen ser las más complejas relaciones que podamos establecer, porque intervienen múltiples variables; sin embargo, cuando en la unión hay amor, aunque se produzcan rompimientos, -lo cual no es contradictorio, porque el amor no lo puede todo-, la pareja suele establecer acuerdos, por el respeto que ese amor les proporciona. 

Qué diferencia tan grande hay en estos dos verbos, aunque la RAE los considere sinónimos.

Los poetas y trovadores han puesto el ojo en esta reflexión, en Venezuela Rudy Márques nos habla del tema: 
http://www.youtube.com/watch?v=jB-yC4oZ2K4

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿PODEMOS SER AMIGOS DE NUESTRA EX-PAREJA?

Escribo sobre este agudo tema, en circunstancias tranquilas, cuando ya he podido ver desde lejos, en retrospectiva, cuando ya puedo comprender el proceso al cual se enfrentan las personas sensibles con una separación.

Habiendo sentido en la piel, momentos de agónica lejanía, marcada por un sentimiento, ahogado en un espíritu romántico y eterno, que me causó un profundo dolor, que me hacía creer que no valía nada, lo cual tuve que disimular, porque corrían tiempos cuando la sociedad veía muy mal los malestares emocionales. 

Como máximo eran comprendidos los dolores por haber perdido un ser querido, en cuyo caso la sociedad esperaba un cerrado luto, que se llevaba cabeza gacha; pero las separaciones, la soledad, la tristeza y hasta la depresión eran invalidadas, los divorcios eran un estigma, no una liberación ni una solución dolorosa e irremediable, las personas llevaban la procesión por dentro, lo que sin ninguna duda conducía a enfermedades corporales nacidas y anidadas en la más oscura noche del alma.

El machismo y el orgullo femenino eran un mal consejero, las mismas mujeres estigmatizaban a las que sufrían infidelidades y otros pesares de pareja, al considerarlas hasta culpables de su destino; las explicaciones solían atribuirle a la mujer la culpa, por no tener suficiente atractivo para la pareja, o que algo había descuidado. Ante tales circunstancias se planteaban "estrategias inteligentes" para rescatar al marido, cosa que siempre me ha parecido muy bajo, porque se hacía a costa de manipulaciones, disimulos o hacerse de la vista gorda. Pero nada de esto funcionaba, y no funcionaba porque no eran buenas soluciones.

Se suponía que una mujer que valía tenía que tener el control de la situación. Absurda lógica, hoy sabemos que nadie tiene control sobre los demás, a lo único que podemos aspirar es a tener control sobre nosotros mismos, y eso es un trabajo duro que obligatoriamente tenemos que emprender so pena de sufrir, sufrir y sufrir. Quien no se dedique en forma definitiva a controlar el mayor y único monstruo que nos aplasta, que se nutre de nuestras pasiones, que es nuestro ego, está perdiendo el tiempo. 
Muchísimas canciones, poemas, historias de desamores, de dolor intenso causado por relaciones rotas, llevaron junto con la iglesia a mantener un estado de pensamiento impotente, un suplicio que sólo estaba en manos de los demás resolver, hasta que pudimos darnos cuenta de dónde está la herida; que no es la separación del presente la que hiere, sino las marcas que tenemos de un pasado traumático y descalificador.

http://www.youtube.com/watch?v=KnXWE_9Lfb0&feature=related

La falta de autoestima, que nos coloca escalones abajo, en una relación dependiente, la débil estructura emocional que sólo se reconstruye reinventándola, la falta de confianza en Dios que nos deja huérfanos de un momento a otro, son formas como nos exponemos ante un mundo lleno de estímulos y de posibilidades, que no vemos porque estamos entretenidos mirando el dolor.

¿Quién nos puede sacar de allí? sólo nosotros, hay mucha información en Internet, mucho debate al alcance de todos, terapeutas afectivos, libros y más libros de auto ayuda; pobres las generaciones que no tuvimos ni la mitad de uno y sin embargo, hemos podido salir a flote y hasta nadar.

Ya hemos visto muchos cambios, las parejas están más claras, y asumen la vida con autonomía, sólo con la desvalorización del tabú de la virginidad, hemos dado un gran salto de liberación, que bien administrado constituye un empoderamiento del cuerpo femenino, lo cual facilitó mucho las cosas al hombre, quien también se veía atrapado en manipulaciones femeninas o en confrontaciones relacionadas con el honor familiar. 

La mujer no vale ya por su virginidad, sino por su calidad humana, decencia, emprendimiento, inteligencia, carácter, solidaridad, atractivo sexual, y mucho más. Se diversificó la visión masculina y se equiparó el derecho sexual, lo cual dio a la mujer un salto cualitativo, que si lo sabe administrar le reporta mucha fortaleza moral.  

Las separaciones siempre me causaron estupor, y siempre pensé que nadie podía ser amigo de su ex, pero cuando vi a una pareja amiga divorciarse y seguir como amigos, me quedé más que sorprendida. Fuimos compañeros de estudios y los quiero mucho a los dos, él muy conquistador y despreocupado, ella con un inmenso sentido del humor. Ambos muy serenos, controlados en sus pasiones, se casaron tuvieron tres hijos, y cuando les llegó el momento de decisión, se separaron sin disgustos ni acusaciones, y después él llevó a casa de mi amiga a su nueva pareja con quien se casó y ella también tiene ahora otro esposo y son felices; y lo más importante, sin miedo al otro, sin sospecha de que se convierta en un peligro como sucede con tantas parejas, como en la película: "La Guerra de los Roses", con Michael Douglas. 

Me di cuenta que sí es posible ser amigo del ex, pero lo logran sólo quienes tienen ciertas condiciones:

1- Tener un sentido de autonomía personal, capaz de verse a sí mismo como un ser irreductible, completo. En consecuencia, percibir al otro de la misma manera.

2- Tener un sentido de libertad y de respeto por el otro, de no asumirlo como propiedad, ni como un socio que debe cumplir con su contrato de eternidad. Las personas son entidades no cosas.

3- Tener suficiente sentido del humor, para no ver el asunto como una tragedia.

4- Tener una gran fe en la vida y un sentido del presente muy optimista.

5- Tener capacidad para soltar, de saber que hay etapas, ciclos, períodos, momentos que pueden verse como regalos o castigos, pero que ya culminaron.

6- Aunque la separación cause sus penas, tener la conciencia de que al principio se trata de un duelo que se puede superar.

7- Tener la conciencia de que la eternidad es sólo un concepto aplicable al alma, que la vida particular que estamos viviendo tiene muchos episodios, y que de ellos podemos obtener mucho provecho si no nos quedamos pegados en uno de ellos. 

8- Asumir que la vida realmente es el momento que vivimos, que es sólo un segundo, y que en materia de amores puede haber estabilidad o no; nos atormentamos pensando qué será de nosotros en el futuro, cuando no sabemos cuánto duraremos, ni si tendremos los mismos intereses.

Podría agregar mucho más, pero así es como veo a mis queridos amigos que se convirtieron en amigos, le dieron un buen sustento emocional a sus hijos y lograron ser felices sin que les costara nada. Es posible que ellos ya fueran de madera fina, porque fluyeron con la vida de la mejor manera. 

Creo que quien se clava puñales está destinado a seguir en esa misma situación, y quien no tenga estas condiciones ni lo intente, ser amigo de un ex, requiere mucha templanza. Además, hay que tener vida propia, haberse realizado; al menos no se puede, mientras hayan heridas que sanar, en cuyo caso se estarían saltando etapas.

Todo esto lo digo porque ya he visto la manera pesada y la ligera de vivir una separación, y no añoro aquella juventud -divino tesoro-, que tanta inseguridad me hizo sentir, especialmente porque no tuve posibilidad de ayuda de ninguna clase, simplemente porque no existía.

Hoy no tenemos excusa para realizar un proceso de crecimiento, no es necesario tener un problema para entrar en un trabajo de revisión interna, porque mientras menos oscuridades tengamos mejor afrontaremos los retos que siempre surgirán.

Es cuestión de recuperar LA VIDA que sin darnos cuenta, dejamos en manos de otro, la vida comienza con la unión de dos maravillosos gametos que nos aportaron nuestros padres, para hacernos completos. ¿Cuántas veces hemos de volvernos un ser en formación, RE-NACER, para salir de los oscuros pasillos de la muerte afectiva?. ¡Las que sean necesarias! 

En la hermosa voz de Paloma San Basilio, disfruten un Himno a la Vida que incluye Adeste Fideles, un canto de Navidad que nos da una gran fuerza de renacimiento: "... Cuando todo empieza a caer eres nuestra única salida, VIDA, VIDA, VIDA..."

http://www.youtube.com/watch?v=YjLpyUXuA0U&feature=related 

¿REACCIONAMOS O ACTUAMOS?

ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ ("El Silencio de la Tierra". Pedro Alonso)

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? P or fuera te ves igual, pero... ¿eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café?. El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. ¡Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor! Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor... ¡tú reaccionas mejor! y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Piénsalo... El oro para ser purificado debe pasar por el fuego, así como el ser humano necesita pruebas para pulir su carácter. Pero lo más importante es: ¿Cómo reaccionamos frente a las pruebas?

 
Al leer este cuento me pregunto: ¿por qué no me lo dijeron cuando era niña?, y no es que ya sea tarde, es que fueron tantos los momentos que fui zanahoria y huevo, menos mal que por causa de eso mismo, llegué a asumir en algunas ocasiones ser café, sin saberlo.
 
 Aprecio que estas tres formas de experimentar la vida, son como un continuum, que parte de la manera más vulnerable, como sucede en nuestra infancia, que con un raspón en las rodillas lloramos y buscamos las manos de mami que nos curan con una sola caricia, somos una zanahoria que se abre ante las adversidades.
 
Luego, cuando vamos creciendo ya no lloramos por un raspón, aprendemos a digerir los golpes y a enducerecer nuestro corazón, nos hacemos rencorosos y desconfiados; es triste, porque en este estadio culpamos a los demás por lo que nos pasa, nos parece que el mundo está en contra nuestra, que estamos en un lugar peligroso y nos ponemos a la defensiva. Zanahoria y huevo son reacciones, respuestas instintivas,  son etapas iniciales de la vida, en las cuales se queda mucha gente, como víctimas o como piedras, si no fuera así, no tendríamos los computos de morbilidad que hacen estragos en la sociedad.

Por fortuna, la sabiduría nos está siendo legada por iluminados como Pedro Alonso, quien sabe dar la enseñanza a través de un delicioso cuento. Ser café no se logra sin trabajo, sin reflexión; llegar a ser café es obra de un proceso de crecimiento, lograr pasar el río sin que se nos mojen las alas es una maestría, la cual se adquiere después de haber sido abatido y resentido.  

Creo que debido a la complejidad del mundo humano, podemos ser zanahoria, huevo o café en diferentes ámbitos de la vida; podemos tener más conciencia en las actividades laborales, como es mi caso, mientras tanto tener poca capacidad para resolver las adversidades emocionales. Esto es muy común, he visto con sorpresa a mujeres de muy elevada calificación académica que son analfabetas en sus relaciones afectivas. Lo más impresionante de esto es que aún cuando pasen los años, estas mujeres no suelen salir de su condición, a veces por creer que al tener éxito profesional lo han logrado todo y no se dedican al crecimiento personal; otras veces se comportan como el común de la gente, que cree que saben de relaciones humanas, desconociendo que hay una ciencia que las puede ayudar técnicamente, como es la Psicología.
 
Me he referido especialmente a las mujeres por varias razones, primero porque el fenómeno afectivo femenino deviene de un proceso de sumisión milenario, lo cual nos ha traído fuertes desajustes en nuestro desempeño actual; segundo, porque las conozco mejor; tercero, porque considero que la mujer ha dado grandes saltos hacia una vida mejor y está llamada a seguirlo haciendo.
 
A estas alturas, es maravilloso tener claro esas tres maneras de afrontar la vida, y saber que hay una buena y aromática opción, que nos hace más protagonistas que víctimas.