jueves, 26 de diciembre de 2013

NO SÉ PORQUÉ TE QUIERO

 
Víctor Manuel, cantautor español, profundiza de manera sencilla, sentida y hermosa, el desencuentro entre hombres y mujeres, dos entidades con diferentes procesos internos; fuente de caos, sufrimiento y soledad, aún cuando el amor esté presente.

Con razón, hace muchos años oí por ahí, que el amor no es suficiente, no lo podía creer y no lo creí, mi romanticismo se resistía a ser pragmática. Ese romanticismo plasmado en los boleros, en los cuentos de hadas y en el corazón femenino, lleno de emotividad e ilusión, apenas ha sido exitoso, muy escasas veces la vida ha sido conducida por el camino de la entrega incondicional.


No sé porqué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todas y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo

No sé porqué te quiero
si voy a tientas, tú vas sin freno
te me apareces en los espejos
como una sombra de cuerpo entero,
yo me pellizco y no me lo creo

Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello

Querer como te quiero
no va a caber en ningún bolero
te me desbordas dentro del pecho
me robas tantas horas de sueño
me miento tanto, que me lo creo

Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello

No sé porqué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todas y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo

Querer como te quiero
no tiene nombre ni documentos
no tiene madre, no tiene precio
soy hoja seca que arrastra el tiempo
medio feliz en medio del cielo.

Las voces de María Dolores Pradera y Pablo Alborán, con una música magistral, le dan aún más brillo a estas palabras hiladas punto a punto, de la madeja de emociones, perplejidad y desesperación de quien se encuentra con quien parece de otro mundo, sin darse cuenta que realmente es de otro mundo.

Expertos en relaciones de pareja, han descubierto para nuestra sorpresa, que necesitamos conocer al otro, y proceder según su lenguaje, sólo así nos podremos comunicar asertivamente. Eso se aprende en terapia, después de unos buenos revolcones emocionales, que pueden conducir a separaciones irreconciliables, y nos damos un baño de agua fría, cuando vemos nuestros “errores”, por buscar en el otro “lo que no tiene”, como dice la canción.

Tal parece que en una búsqueda de lo que nos hace falta, lo hacemos hurgando en el otro, en lugar de buscarlo en nosotros mismos, con lo cual evitaríamos proyectar en el otro nuestros espejos.

“No sé porqué te quiero”, es una reflexión, al preguntarse porqué amamos sin encontrar reciprocidad. Insiste en describir la perplejidad a través de un relato vivencial, que revela un sentimiento más profundo que tener despecho, de ahí que no cabe en ningún bolero. Es darse cuenta que hay un desencuentro, darse cuenta que dice su nombre cuando no debe, un equívoco que está en la naturaleza de los procesos internos.

Por fortuna, esta reflexión llega al punto clave: la necesidad. Quien ama porque necesita ser amado está fregado, porque parte de la idea de que le falta algo que el otro tiene, la necesidad la deberíamos tener sólo para las cosas materiales y no para los amores. “Me miento tanto, que me lo creo”, un autoengaño que el autor descubre en un halo de luz consciente.

Sin embargo, no desprecio el profundo amor que se despliega en el alma, porque esos amores no tienen “nombre ni documentos, no tiene madre, no tiene precio”, no son materiales, aunque como hemos visto ya, “nos lleva como hoja seca que arrastra el tiempo”, y termina en frustración, “medio feliz en medio del cielo”.

Los poetas tienen la virtud de contar con detalles lo que yo siento.