martes, 5 de julio de 2011

CHOI SUNG BONG

Choi Sung Bong, es un joven koreano, que se crió solo desde sus 5 años; hoy tiene 22 años, es obrero y ofrece su canto al mundo que lo quiera oir.

En escasos minutos contó su historia, a los 3 años fue dejado en un orfanato, a los 5 huyó por los maltratos que recibía. ¿Por qué será que estas instituciones sean del lugar que sean, siempre están a cargo de gente perversa?, ¿será el infierno por donde deben pasar almas particulares?

Tiene una voz privilegiada que descubrió cuando oyó cantar a un artista. 


Esta es la manera cómo Dios se hace presente en la vida humana para demostrarnos que la sociedad al menos después de 5 años, no hace mucha falta para sobrevivir y para desarrollar el talento. 

Mateo 6:25-26: «No se preocupen por su vida […]. Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?»

La protección y la guía de la familia nos da pertenencia y nos hace seguros, el exceso de protección nos hace débiles y la carencia nos hace fuertes. Este joven no se conmueve, no suelta ni una lágrima, es fuerte, no porque contiene las lágrimas, sino porque su canto es natural, un pajarito que vivió en los árboles de la vida. Sabe lo que vale la vida y cuánto hay que hacer para tenerla, lo que venga después es agregado.

Es notable su serenidad y sorprendente su condición corporal, parece un joven que ha tenido una vida buena, y como expresa un miembro del jurado, "por su apariencia no se puede saber a qué se dedica", incluso sus manos no muestran el rigor del trabajo; es uno de esos milagros de supervivencia y de autopreservación que hoy nos sorprenden, que cada día parecen más frecuentes.

¿Será que están apareciendo en la tierra, seres especiales, con la misión de demostrar que la parafernalia social, económica y política, es un artificio prescindible?, ¿serán señales de una nueva forma de vida?, ¿será que hay modelos de vida superiores donde no es necesario un orden institucional, ni una relación vertical para que funcione la humanidad, sino que sólo es necesario un nuevo tipo de humano para existir como los pájaros en el campo?

Choi Sung Bong no parece estar traumatizado por su historia, ni muestra huellas físicas de ello, como deformidades por desnutrición; al contrario, se ve muy bien cuidado; pudiéramos suponer entonces, que estaría dotado de una condición especial para vivir como lo hizo, en medio de condiciones extremas de abandono y desprotección. 

Esto, ¿no nos sugiere la posibilidad de que pudiéramos estar en camino de otro tipo de vida? un sistema más elevado, menos dependiente de lo material y emocional, de alta autogestión, que no requiera de la producción y acumulación de bienes, ni de gobernantes, ni estructuras de propiedad, sin fronteras, sin leyes ni derecho, sino un mundo libre, próspero, cooperativo, sin cadena alimenticia.

Tal vez sueño, pero si sueño consciente puedo hacerlo realidad.

Disfrútenlo: