jueves, 11 de febrero de 2010

11 DE FEBRERO, DIA DEL SOCIOLOGO Y DEL ANTROPOLOGO

Hoy es nuestro día nacional, los sociólogos y los antropólogos ya no somos un pequeño gremio, tampoco somos profesionales raros, ya se conoce nuestra profesión, la cual tiene muchos matices, pero lo más importante es la ética ante la interpretación y la postura que asumamos con respecto a los fenómenos sociales.

Tuve la gran bendición de contar con excelentes profesores, quienes despertaron en mí la capacidad de la percepción holística, la visión crítica, la observación objetiva, y como si eso fuera poco, la aproximación cualitativa a los hechos de la vida cotidiana.

Quiero hacer un recordatorio a los más influyentes en mi formación, y que ya no se encuentran entre nosotros, a Ramón Pugh, Jhon Verburg, el poeta Efraín Hurtado, Ramón Medina Franco, Lorenzo Pérez, Olga Gasparini…

Gracias a todos mis profesores por darme un buen sustento teórico-práctico y de allí una visión más amplia de mi propia vida.

ESO LO QUE ES, ES UN PALO

Hablando de niños con los pies sobre la tierra, una generación de infantes que nacieron después de los años 70, que tuvieron también la fortuna de tener más información, más apertura de comunicación, muchas cosas mejores que los niños de generaciones anteriores.

Recuerdo un episodio muy divertido protagonizado por la niña de una colega, profesora universitaria y muy clara en cuestiones de educación infantil, progresista, crítica; bueno, con un bagaje muy adaptado a los nuevos tiempos.

Sucedió que disfrutando de un domingo en familia en San Juan de Los Morros, capital del Estado Guárico, región llanera de Venezuela, de pronto se oye una algarabía que viene del patio, todos estaban arremolinados alrededor de alguien que decía que era milagro, mi amiga y su niña salen a ver qué sucede, era un tumulto que no se podía penetrar, porque es familia numerosa, sólo alcanzaban a oír: “me cayó en la cabeza …”, pero ¿qué pasa?

La madre de mi amiga tiene algo en sus manos, “es idéntico, es idéntico”, pero ...¿qué es idéntico?, y la madre de mi amiga le extiende una ramita en forma de cruz que tenía una protuberancia en el centro y realmente parecía que era un crucifijo, resulta que estaban bajo la sombra de un árbol conversando de todo lo que se conversa cuando se reune la familia, cuando a una de las hermanas de mi amiga le cayó ese crucifijo en la cabeza, lo cual llamó su atención y como es lógico, generó una explosión de conjeturas que produjo aquel alboroto.

Al fin, cuando el adminículo estuvo en manos de mi amiga, se quedó pensativa mirando la ramita, y la niña, quien tiene un lindo nombre, María Margarita, pudo al fin ver aquella recién nacida reliquia religiosa, rápidamente la miró y con una actitud muy segura y decepcionada dijo: “noo abuela … Eso lo que es, es un palo” y lo tiró.

Todos habían entrado en una especie de trance místico, ante la recién nacida reliquia, y al oir aquella sentencia infantil, quedaron paralizados ante tal objetividad, aquella niña había echado por tierra miles de años de pensamiento mágico-religioso, produciendo un desinfle colectivo, y era cierto, es un palo, no hay discusión, es que los hijos de una gente por allí que se dicen sociólogos, y que por cierto celebran hoy 11 de febrero su día, han tenido que bregar con las realidades del mundo desde muy pequeñitos.

martes, 9 de febrero de 2010

OCURRENCIAS DE MI SOBRINA

La semana pasada tuve una gran alegría, las lágrimas saltaron solas, tengo una incontinencia lagrimal, y no tiene nada que ver con el tipo de hecho que lo produzca, basta que sea algo que me conmueva. Mi bella sobrina, la hija de mi hermana está esperando un bebe, la verdad es que no es para menos, vamos a tener casi 15 años sin tener un bebe en la familia, y ahora se anuncia un bebito para premio de todos.


Pensando en mi consentida sobrina, quien fue una de esas lindas chicas que en Venezuela desfilaron por pasarelas de belleza y que nos hizo sentir bellas a todas las mujeres de la familia, me lleva a sus años infantiles, cuando era una pulguita tremenda, que vivía montada en bicicleta disfrutando de juegos rudos con sus dos varones más cercanos, su hermanito mayor y mi hijo.


Un día estábamos arreglando su bicicleta, ella interrumpe y nos dice: “déjenla ahí, me la arregla el experto”, ¿y quién es el experto? El experto era mi hijo, que como le llevaba 5 años y le enseñó a montar en bicicleta y patines, y la cargaba para todos lados, lo consideraba un experto.


Eran lindos tiempos de disfrute de nuestros hijos pequeños, y ella era la menorcita, ¡tiene una chispa humorística!, habían unos vecinos que tenían una niña muy linda, María, que era la debilidad de su hermanito de 6 años.

Mi sobrino quien no tenía nada que ocultar, con su hermosa carita nos confesaba que María era su novia, y mi sobrina -como sucede en la mente de los niños, que se dan cuenta se todo, especialmente de los asuntos amorosos- al saber que su hermanito estaba enamorado de la muchachita, dio un salto moviendo su brazo asustada, y nos dice:

“Ayayay ….¡Cuándo lo sepa Conderrrr!”


Resulta que el padre de María, se apellidaba Conde, no sé cómo esta niña de 4 años podía intuir que una información como esa, es especialmente contrariada por el suegro.


Desde ese día, cada vez que tenemos una incertidumbre sobre algo, o una noticia importante por comunicar, tomamos las palabras de mi ocurrente sobrina y decimos:

¡Ayayay… Cuándo lo sepa Conderrrr!”