jueves, 10 de diciembre de 2020

LA ESPIRITUALIDAD Y LA RELIGION

La espiritualidad es una condición humana, un nivel no material desde donde percibimos ideas sobre esencias que están más allá de lo físico, vamos a decir metafísico en el sentido más amplio. De allí que muchos dudan de que pueda existir un ateo sólido, ya que si bien este mundo no tiene acceso a comprobaciones, también se presentan eventos que alguna duda dejan.

El asunto se complicó cuando ese humano primigenio ejerció esa condición espiritual en grupo y además, se vieron en condiciones muy comprometidas ante las grandes catástrofes, el hambre y otras necesidades. Se sintieron en condiciones precarias y concluyeron que estaban a merced de fuerzas todopoderosas causantes de tales males.
En aquellos lejanos tiempos la primera idea que se les ocurrió, tal vez por lógica, fue que tenían que calmar tal furia, y para ello, que también fue lógico debido a la mortandad que causaban tales eventos, idearon ofrecer sacrificios de seres vivos, en los cuales también se incluían a humanos. Entregando voluntaria y anticipadamente un sacrificio de esta naturaleza, seguro que esos dioses se mantendrían contentos. Me refiero a dioses en plural, porque la idea de un dios en singular surgió muy adentradas las culturas, entre 3500 y 4000 años a. C.
En este proceso no incluyo la posibilidad de la presencia o influencia extraterrestre, porque con ella o sin ella, igual sirvió para que la humanidad se condujera por la vía espiritual, tal y como la hemos conocido.
La religión es otro proceso, si al inicio los grupos humanos tenían un problema que los afectaba a todos, no dudo de que los personajes más activos de esos grupos se encargaran de establecer pautas y poner orden en los procesos, no sólo desde el punto de vista práctico sino conceptual.
Por otro lado, la religión es la manera como los humanos organizaron y materializaron los fundamentos y prácticas para canalizar la conexión con las entidades invisibles que causaban sus males. Y se pueden encontrar enfoques muy naturalistas, fundamentados en la conciencia de ser parte de la naturaleza, como los enfoques de las culturas prehispánicas, como otros enfoques, en los cuales sitúan en eventos humanos específicos el origen del mal, como las culturas judeocristianas.
El término religión deviene de religare, que significa unir, y en este caso volver a unir, si se refiere a religiones que sustentan la idea de la caída de la humanidad por el pecado.
Estaríamos de acuerdo entonces en que las religiones, son una manera de formalizar el ejercicio de la espiritualidad en colectivo y en este mundo material, y por ello cada una escoge su creencia, sus prohibiciones, sus argumentos y lineamientos, establecen las normas y requisitos a sus feligreses. Todas poseen un libro sagrado, figuras sacerdotales y jerarquías, deidades complementarias, imágenes explícitas o mentales, rituales, que son el acoplo como instituciones. Este sistema organizativo también forma parte del ejercicio político y social que en el caso de la iglesia católica, ejerció por siglos en Europa y América, lo cual expandió el alcance que tienen sobre la vida de la humanidad.
Sin embargo, el siempre presente fenómeno espiritual y su orden humano ha generado muchas iglesias, salones rituales, trabajo público y de casa en casa, no obstante, en la actualidad hay una disidencia notable, aunque los disidentes siempre existieron al punto de dividir a la iglesia católica, con el fenómeno del protestantismo.
Los tiempos que corren han ofrecido nuevas perspectivas espirituales, esencialmente inspiradas en un ejercicio de manera independiente, con o sin influencia de creencias orientales, libre, con o sin rituales, pero que siguen inscritos en la condición natural del ser humano y su vínculo con dimensiones trascendentales. Se plantean como centro el propio ser, que algunos lo refieren como el corazón, pero que está en la base de un criterio absolutamente inalcanzable, un templo que nadie puede incendiar, un lugar que llaman de luz, en un estado de subjetividad que no admite fraudes, porque se despliega en el mundo interno de cada persona.
La religiosidad es humana y cambia, incluso las religiones se modifican en formas y prioridades, recuerdo cuando a mediados de los 60, cambiaron la misa en latín a español, y eliminaron el sagrado velo para entrar a las iglesias, yo me sentía desnuda, incómoda y estafada, porque en mi infancia en el colegio nos llevaban a misa a la capilla interna y yo que no tenía velo, -porque nunca se lo notifiqué a mis padres-, cada semana recibía un castigo por parte de las monjas del colegio, cuando me colocaban un gigante cucurucho de periódico, el cual elaboraban al momento, con un notable alarde de enojo y reproche. A mi me importaba un bledo el cucurucho, a mi me encantaba ir a la capilla porque tenía un ambiente cálido, olía a velas derretidas y porque allí estaba Jesús.
Muchos creen que las instituciones religiosas necesitan una reflexión profunda, cada quien sabrá en qué aspecto.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

DIOS NOS AGARRE CONFESADOS

 Cuántas veces hemos oído esta expresión, incluso en boca de gente que no cree en Dios, se ha asumido como un decir social, y perfecto para referirse a cualquier estado de descomposición social, que haya sobrepasado lo que pudiera considerarse normal o manejable.

No obstante, la naturaleza de esta exclamación reside en la creencia de que Dios es un Juez, y un juez despiadado, y realmente esa es la idea, porque se dice también que habrá un gran Juicio Final, que conducirá a todas las almas según su récord acumulado, unas hacia el cielo y otras al infierno. 

No en balde la idea de Dios es tan temible. Toda esta concepción revela mucho el carácter reprobatorio de los humanos y se aprecia como una especie de velo que nos cubre a todos y que nos llevará inevitablemente a una desembocadura donde nos espera quien nos pondrá en el lugar que merecemos.

Independientemente de concepciones religiosas, hay personas que creen en una justicia transpersonal, una especie de fuerza natural que llega a alcanzar los destinos de cada persona, sin poder evitarlo, son los que se inclinan a creer que siempre tendremos que pagar nuestras culpas con los castigos o vivencias correspondientes.

Por eso la expresión es tan popular, no obstante, ofrece una opción: La Confesión, eso significa estar al día con nuestras deudas, con nuestros fallos y corregirlos. Se llame Dios o se llame karma (Ley de Causa-Efecto), los actos maléficos siempre conducirán a momentos de evaluación, la diferencia es que el peor y más duro Juez, no será exactamente Dios, sino nosotros mismos. 

Las almas que somos, que habitamos dentro de nuestros cuerpos, tenemos la capacidad absoluta para juzgar nuestras acciones como Ego o como Yo, una vez que hemos dejado este cuerpo biológico. Dios está más elevado, en tareas más relevantes. Ya dio la orden de cómo funciona el sistema de la vida, me lo imagino presente en todos los lugares captando nuestro proceder y creando nuevos procesos de ascensión. 



martes, 8 de diciembre de 2020

EL PERDON DE LOS PECADOS




Una de las peores y mejores situaciones que vivimos, la tenemos en el estado de arrepentimiento. Un buen proceso de arrepentimiento tiene como corolario el reconocimiento propio de haber cometido un acto incorrecto, y el propósito para remediarlo. Es extraordinario cuando se promueve desde la reflexión del sujeto que cometió la falta, porque pulsa en él el sentido ético y las emociones de rechazo hacia las malas acciones. Quien pasa por este proceso cambia y asciende. 

El perdón surte un efecto favorable en quien lo solicita, no obstante es más beneficioso para quien lo da, porque lo libera de seguir por la senda del rencor, el resentimiento y la venganza. La culpa es un estado de conciencia que desgasta y descalifica, por lo cual es un medio utilizado por los malvados para manipular a los demás. Se ha usado en escenarios laborales, políticos, religiosos y familiares, y es en la familia donde causa mayor impacto, porque es donde se anidan los males y bienes de la adultez. 

Se puede imaginar cómo sería el desorden social inicial, cuando los humanos se fueron organizando en comunidades, se necesitaban mecanismos de control social, y de inmediato surgió a través de autoridades impuestas con leyes y mecanismos de comportamiento que ordenaran el proceso. 

La religión fue y sigue siendo el escenario más propicio para sentar las bases de utopías espirituales, para un comportamiento adecuado y controlado por jefes y sacerdotes. Como lo referí en otra oportunidad, podríamos asumir que el sentimiento religiosos pudo ser la primera expresión de la cultura de los pueblos, por ello es tan poderoso  el contenido que cada quien asume, incluso quienes voluntariamente no siguen adoraciones de ningún tipo, los ateos. Tener una convicción espiritual, es una constante psicológica, es un espacio que se llena consciente o inconscientemente.

Con base en estas premisas, podemos captar una diversidad de creencias religiosas que se afincan en la culpa, sin ir más lejos la base fundamental de la religión católica es la culpa de tener el Pecado Original, como parte esencial de la estructura del alma, como herencia de un acto indebido cometido por los padres de la humanidad. 

Otras enseñanzas espirituales no lo ven así, incluso dentro de la tradición judía, la Kabbalah, el aspecto esotérico de esta cultura, plantea que el mal de la humanidad partió, en el momento en el cual la Fuente mayor de energía universal produjo un fenómeno creador, poniéndolo frente él para darle la luz máxima para su estabilidad, y resulta que como esta creación era su doble, también tuvo la impronta de querer emitir luz como su creador, pero no le era posible, porque toda la luz posible la emitía ese creador. De tal manera que ese creado, o hijo, pidió al creador que no le diera luz, para él poder dársela a sí mismo, lo cual causó una gran oscuridad en ese creado, sólo quedó un rastro o resto de la luz que recibía, como cuando un vaso de leche al vaciarse queda leche en las paredes del vaso. Desde ese momento ese hijo que somos nosotros, tenemos la obligación de bregar con nuestra oscuridad y proporcionarnos la luz necesaria, porque tenemos como herencia el don de producirla. 

Esta visión es más coherente con los procesos grandiosos que vemos en nuestra realidad, cuando una persona lucha por alcanzar altos niveles de crecimiento por su propio esfuerzo no tiene comparación con quienes obtienen las cosas regaladas. Creer que nos perdonan los pecados nos hace dependientes, pero creer que podemos limpiarnos nosotros nos da libertad de acción y logros firmes, aunque también tengamos fe en una protección espiritual, pero eso otro asunto.  

Ante el pecado original la religión católica ofrece una salida con el Bautismo. En lo sucesivo la persona seguirá cometiendo pecado porque está marcado, y para ello tiene la Comunión, tras un proceso de limpieza concienzuda, dirigida por un sacerdote. Visto así, este es un proceso psicológico donde el sacerdote actúa como sanador espiritual, porque escucha, perdona y pone una penitencia, que se cumple de inmediato y la persona se va "libre de toda culpa". No obstante, una culpa o sufrimiento mayor requiere tratamiento profesional, porque por ejemplo, la queja de un hijo sobre algún problema con su madre, de por sí, es considerado por el sacerdote como pecado, -a las madres ni con el pétalo de una rosa-, aunque sabemos que muchas madres realizan actos deleznables contra sus hijos, y la lista es larga.  

El problema de la culpa y el perdón a mi juicio fue resuelto cuando se reconocieron la Leyes Universales de Hermes Trimegisto, entre ellas LA LEY DE CAUSA Y EFECTO.

Toda acción causa un efecto, sea favorable o desfavorable, se inicia un proceso de inmediato, y eso nada ni nadie lo detiene, tarde o temprano regresará el efecto a quien lo causó, es como sembrar una semilla en buen terreno, crece una planta cuyos frutos nos pertenecen. Si el acto de arrepentimiento se da junto con su correspondiente reparación, de inmediato se vuelve a sembrar, pero en este caso va a nacer una planta distinta y favorable. No hay como dormir con la conciencia tranquila. 

Recuerdo un relato que nos refirió mi madre, quien nos contaba muchos episodios de su infancia rural, sucedió que en aquellos montes de Boconó por los años 30, una chica fue violada por tres jóvenes de la zona, con la consecuencia de quedar mentalmente afectada, o tal vez ya lo estaba y eso facilitó la violación. Pasado un tiempo uno de los violadores no soportó la culpa y fue a casa de ella y pidió a la chica en matrimonio, desde ese momento se encargó de ella con una dedicación fervorosa. No cabe duda de que esta reparación no alcanzó a satisfacer el daño, pero una acción como esta cuenta muy bien en la conciencia. 

El pecado es un término religioso, en lo civil se denomina delito, en ambos casos, la culpa es la consecuencia sana después de haber cometido un acto que dañe a otro. Quien no siente culpa es el psicópata, una condición que no tiene remisión porque no es una enfermedad. Hay psicópatas que han tenido una adecuada vida en la infancia y es posible que nunca ejecute su condición, la mayoría de los crímenes seriales los hacen personas que teniendo esta condición también fueron abusados en la niñez.

Las religiones occidentales o cristianas, se fundamentan en el perdón de los pecados como una regalía de un Dios misericordioso, incluso Jesus ha sido considerado "el mártir que dio su vida por nuestros pecados", lo cual nos coloca en una vergüenza universal, porque el mal no cesa, de allí las reiteradas peticiones tan profusas en estos tiempos.

Creo que aún no entendemos a Jesus, ni a nuestro papel en el mundo, aunque sea por aproximación, Jesus no pudo haber existido sólo para someterse a una tortura para limpiar los pecados del mundo y dejar a la gente como una tábula rasa para que al segundo se volviera a ensuciar. Jesus a sabiendas de que los llamados pecados no se perdonaban para hacer borrón y cuenta nueva, vino al mundo para abrirnos los ojos sobre la fabulosa existencia que tenemos porque continúa en los estadios espirituales para tener acceso a los secretos más elevados de la existencia.  

Perdonar los pecados es quitar al pecador un trabajo que debe realizar y cuyo proceso iría en su beneficio. No cabe duda que el criterio perdona-pecados forma parte de un sistema de control social, fundado en el miedo, la sumisión y la esperanza. Más o menos un sueño en vigilia.


  









    

LA TRADICION JUDEOCRISTIANA


Para nadie es un secreto que la sociedad occidental ha seguido desde hace 16 siglos una tradición judeocristiana. El establecimiento de un nuevo orden religioso, a partir del inevitable crecimiento de cristianos en el Imperio Romano, puso en manos de Flavio Valerio Aurelio Constantino la oportunidad de establecer una estructura, que capitalizó toda esa nueva visión que dejaron los acontecimientos asociados a Jesus, no obstante, haber pasado alrededor de 300 años d. C.

Constantino tuvo la iniciativa, y los detalles del proceso están muy bien documentados bibliográficamente, de lo cual podemos resaltar la organización que se ocupó de la elaboración del libro base de la nueva religión, la Biblia. Para ello es propicio señalar que en el siglo III a. C., se reunieron setenta sabios invitados por el rey Ptolomeo II, para visitar Alejandría, con el fin de proporcionar a su destacada biblioteca, el historial del pueblo de Israel, lo que se conoce como La Torá. Esto facilitó a los promotores de la nueva religión, la inclusión de esos contenidos, en el libro eje de la nueva religión y que de manera notable forma lo que se conoce como El Antiguo Testamento de la Biblia católica de hoy. 

Se destaca en ese acto de Alejandría, la preocupación por dejar testimonio de la vida de los pueblos notables, o mínimamente organizados alrededor de una creencia y sus correspondientes actos rituales. 

El Antiguo Testamento vino a ser para la Biblia católica el referente histórico fundamental de la nueva religión, en el cual se compendia el génesis de las bases espirituales del pueblo judío, especialmente los vinculados con la creación del ser humano y su caída, la expulsión del paraíso, y toda la historia sucesiva en la vida de los patriarcas. 

El Nuevo Testamento relata los mensajes de Jesus, a través de escritos de diversos autores, conformando de esta manera las dos porciones o pilares de la Biblia que conocemos.

Si bien el catolicismo se fundamenta en los hechos de la vida de Jesus, el Antiguo Testamento contiene los aportes esenciales que sustentan su doctrina, de los cuales se pueden citar, entre otros:

1- La creación del mundo, en 7 días. 

2- El Paraíso, la creación de Adán y Eva. La serpiente y el pecado. 

3- La desobediencia que causó la caída de los humanos, fue interpretada por este inicial cristianismo como el Pecado Original, por el cual estaremos condenados al infierno, de no proceder a limpiarlo con el Bautismo católico al nacer y las sucesivas acciones que la iglesia estipula como los Sacramentos. 

4- Caín y Abel como dualidad mundana, ante un Dios inclinado a favorecer las ofrendas de animales. 

5- Las Tablas de la Ley Mosaica, de donde devienen Los 10 mandamientos católicos.

6- El Diluvio como castigo divino. El Temor de Dios. El arco iris como nuevo pacto de Dios con los humanos.

7- Noé y su legado, del cual desciende Jesús a partir de Aram, ancestro del Rey David. 

8- Los Salmos, fuente de oración y sanación sagrada. 

9- Sodoma y Gomorra, con un solo hombre justo. 

La religión católica, no solo deviene del judaísmo, sino que se fundamenta en los dogmas judíos. Cuando hablamos de la sociedad occidental no podemos perder de vista el notable impacto de la cultura judeocristiana sobre los valores, hábitos, tabúes, perspectivas espirituales, cosmovisión, que nos arropó y aún nos influye. 

Es de hacer notar que en aquellos tiempos, el ejercicio natural de la vida de los pueblos judíos se desarrollaban a la par de culturas no judías que tenían en sus bagajes religiosos, mitos que hablaban de vírgenes que concebían hijos sin que mediase varón. No sería de sorprender de que a pesar de los límites marcados por los patriarcas, esas diversas sociedades se vieran influídas mutuamente. 


lunes, 7 de diciembre de 2020

CADA CABEZA ES UN MUNDO
Así me decía mi mamá, y no tardé en comprobarlo, la complejidad humana salta a la vista. A veces resulta que a pesar de la tan cacareada Matrix, somos tan únicos y a la vez tan parecidos, que no sorprende la policromía de situaciones que generamos en las relaciones, especialmente en las de pareja, porque hoy ya se han probado tantos tipos de comportamiento, que al final, se llega a la conclusión de que mientras más sencillo mejor.
Las relaciones de pareja como situación problemática, es un tema muy reciente, porque la prevalencia de los modelos religiosos alcanzaron a todos los estratos sociales por siglos, aunque siempre se trastocaban y allí venían los problemas, madres solteras, hijos abandonados, como mínimo.
La apreciada e institucional monogamia del pasado, ha sufrido cuestionamientos serios, se ha llegado a comparar por contraste, con el comportamiento errático de los animales, y se han dado de narices, puesto que hay especies monógamas, como el avestruz, y hay muchos más.
Sin considerar la poligamia de países musulmanes, en occidente se ha practicado y se practica dentro de nuestra cultura occidental, en regiones distantes de lo urbano en EEUU. También se ha probado algo que llaman el Poliamor, una especie de contrato abierto, donde se incorporan parejas, que se van relacionando con los miembros ya incorporados, bajo el consentimiento de todos y viviendo bajo el mismo techo, y compartiendo la responsabilidad de los hijos que surgieran de tal situación.
“El poliamor consiste en amar a varias personas a la vez, de forma consensuada, consciente y ética. Quienes lo defienden consideran que el amor no tiene que estar restringido, porque si quieres a alguien deseas lo mejor para esa persona y eso incluye poder ampliar su vida amorosa y sentimental”. poliamormadrid.org
Argumentos que más o menos justifican el modelo, una expresión de la cultura y que al pasar de los años no ha tenido el éxito que esperaban. Asombra que se perciba al amor monogámico como restringido, porque se vincula con una sola persona, cuando la psiquis es tan compleja y basta, que falta vida para seguir compartiendo cuando se encuentra la persona o alma correcta.
La vida sigue y la atracción entre las personas no se debilita, pero ahora se ciñe a cuanta ocurrencia aparezca, incluso se elaboran y firman contratos de fidelidad, con penas económicas para quien las viole. Aunque el matrimonio surgió como una necesidad de reglamentar los derechos sobre descendencia, actualmente es la vida afectiva la que ha tenido que respaldarse para proteger beneficios y herencias.
No obstante, la monogamia se ha visto intervenida con ocurrencias post matrimonio, cuando las parejas de mutuo acuerdo deciden cambiar las expectativas que traían y acuerdan incorporar a otras personas a la relación especialmente sexual, o, tomarse un tiempo, en el cual se sientan libres del compromiso marital para tener relaciones con otras personas. Ingenuamente han creído que variando la situación sexual, puedes lograr recuperarse del tedio monogámico, el cual si era sentido, más bien podían resolver con una separación. Es casi estadístico que ese tipo de ocurrencia deteriora aun más la relación, porque la complica y la confunde.
Que felices han sido quienes han podido encontrar un vinculo de alma con otra persona, en lo cual nunca surgiría el tedio, la curiosidad, el deseo de libertad, el aburrimiento, muy al contrario, donde se ha podido encontrar la reciprocidad completa.

EL SIGNIFICADO PROFUNDO Y SENCILLO DE JESUS

La imagen de Jesus tiene muchas aristas, según quien lo vea; unos lo perciben como un cordero, manso, otros, como un revolucionario, por su planteamiento inédito ante los poderosos, extraña polaridad . Otros como un amigo que da luz, un Iluminado, otros como un Maestro, otros como hijo de Dios, otros como un filósofo, otros como un Iniciado, otros como un mito, otros como un hermano, otros como un avatar, otros como un hombre sabio... Es interminable la lista de percepciones de un personaje tan notable, en la historia humana de los últimos 2000 años.

En lo que sí coinciden todas las percepciones es que fue un Ser Excepcional, por significar un hito en la historia, un antes y un después en la vida mundial, especialmente en occidente. Si seguimos la trayectoria de Jesus, aparece en la vida publica, cuando tiene 33 años, lo cual fue notable por su vocación dirigida a conversar sobre temas profundos ante la gente común, eso sí, después de discutir con los doctos de la sinagoga cuando tenía 12 años. Esto hace suponer que tuvo una adecuada vida familiar para ir construyendo la sabiduría que marcaría su destino y su legado.

Lo más favorable del tema es que a pesar de que no escribió sus pensamientos, hubo muchos que sí lo hicieron, de ello se conocen textos de diversos autores que refieren eventos de todo tipo, desde la conversión del agua en vino en las bodas de Canaan, hasta su último suspiro en la cruz. No obstante, en épocas poco letradas, el testimonio verbal de la gente pudo haber complementado los registros escritos, tal y como ocurrieron. Un evento como el causado por Jesus, tuvo que dejar huellas profundas en las personas que lo conocieron, y en todas sus descendencias.

Jesús hace un paneo por todas las circunstancias que a un humano se le presentan, y se refiere a temas diversos de la vida cotidiana, habla sobre el riesgo y la iniciativa en los negocios, cuando se refiere al padre que da dinero a sus hijos y cada uno hace con ese dinero lo que cree correcto, y da por concluir que quien puso a trabajar el dinero le regresó a su padre la cantidad duplicada, en cambio el temeroso guardó la moneda y se la entrego al padre sin aportar nada más.  Esto es, como en toda su enseñanza, un relato simbólico, Jesus no está mandando a nadie a hacer negocios ilícitos ni a sacar provecho de los demás, sino a agregar un esfuerzo en la vida en todo lo que se haga.

Jesús revivió cadáveres, curó lepras, sanó a la mujer sangrante, sanó al ciego, defendió a la mujer que iban a lapidar, curó al hijo del soldado de gran fe, sacó espíritus malignos de seres tomados por el mal, calmó las aguas turbulentas, dio profusión de pesca en tiempos difíciles, sanó la oreja de su perseguidor, habló del perdón paterno ante su hijo prodigo, reveló su imagen en el paño de Verónica..., y en cada acto dejaba una gran lección. 

No obstante, Jesus, como arameo, fue una piedra en el zapato de los miembros del Sanedrín, en cada palabra cuestionaba los criterios religiosos de entonces, hasta el punto de cuestionar sus dogmas, el decreto del "Ojo por ojo y diente por diente", y encima afirmar que lo correcto era "Amar al enemigo". Un planteamiento así, no podía más que enojar a los saduceos del Sanedrín y al pueblo fariseo, quienes gobernaban en ese entonces, y decepcionar a los Zelotes, a quienes pertenecía Barrabás, quien según algunas versiones era un rebelde que actuaba en contra de los invasores extranjeros, digamos los romanos. 

Tal enfrentamiento llevó a Jesus a proferir las palabras más duras y verídicas sobre los sacerdotes oficiales: "¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas!, son como sepulcros blanqueados, por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre". Esta dura descripción puede ser transferida exactamente igual en los predios de diversos ámbitos religiosos del pasado y del presente. La corrupción sigue campeando la vida religiosa en general, aunque en los ámbitos de ejercicio espiritual debería suponerse que están minimizados, porque es mucho el tiempo transcurrido, como para haber profundizado y asimilado algo de Jesus, especialmente si se dedican a esa misión.   

En este punto ya la tensión entre Jesus y sus adversarios se tornó declarada, "este hombre es una amenaza", no hay duda, como siempre, ante quien dice la verdad. Jesus no tenía respaldo de nadie, la novedad y contrariedad de sus argumentos lo colocaban en mala situación, especialmente porque no tenía previsto ningún tipo de enfrentamiento ni defensa. 

Jesus no es un mártir que se inmoló por nuestros pecados, con un cuerpo en sacrificio propiciatorio, tal consideración es un sin sentido ya explicado en texto anterior,  Jesus es un Maestro que nos mostró con su cuerpo que la vida continúa después de la muerte, y que la vida terrenal debe aprovecharse en acciones y reflexiones sobre lo correcto y lo justo, una perspectiva que va más allá del cerco mundano o Matrix, como lo quieran definir.        



  

  

EL NIÑO JESUS


En espera de la fecha oficial del nacimiento de Jesus. No obstante, eso no significa que la fecha sea exacta, porque sobre Jesus se han dicho muchas cosas que él nunca transmitió, de ser un Ser de luz con palabras vibrantes y luminosas, se le tomó como un mártir que pagó con su muerte todos los pecados del mundo. No quiero ofender, ni convencer a nadie, pero las palabras que de él nos llegaron, dejan ver que tenía una intención muy distinta.
Jesús no vino a pagar con su dolor y vida el costo de nuestros pecados, porque eso no sería ético, además de crearnos una deuda sin capacidad de pago. Eso sería igual que un padre experto en un tema, que vaya a presentar el examen de un hijo que no sabe porque no estudió la materia.
Creo que la espiritualidad es el aspecto más elevado de la vida, la cual no soporta corrupciones, y dar la vida de esa manera, no tenía ningún sentido, porque aún hoy la inconciencia de la sociedad apenas capta la complejidad de la existencia, para ser merecedora de quedar libre de mácula. De tal historia saco en conclusión que Jesus muere para luego mostrar su cuerpo vivo, y darnos a entender que la muerte no es el fin, que tenemos un compromiso eterno con la vida.
Jesus nos dio luces para saber discernir y nos dijo que haríamos mucho más de lo que él hacía, proporcionándonos una información crucial sobre nuestro potencial energético, y no le creímos. La humanidad siguió siendo como era, su palabra no causó el impacto que en esencia debió causar, y de construir dioses de oro como el becerro, pasamos a tener un Dios crucificado, al ritmo de las religiones precedentes, y un corazón lleno de culpas. Triste opción, cuando hoy se le sigue pidiendo y pidiendo en cada pensamiento de cuerpos conmovidos.
No es fácil amar al enemigo, no obstante, esa fue su máxima propuesta y lo demostró cuando no eligió mostrar acciones contra el poder romano, ni defenderse, y cuando sanó la oreja de quien lo iba a detener, que cortó Pedro cuando lo capturaron para ser entregado al Sanedrín.
Jesus es un Maestro, un guía psicológico, una luz en la Sombra del inconciente, y como tal habremos de percibirlo, asimilando sus enseñanzas, las cuales siempre tienen una profundidad que requiere análogos análisis; no es cosa simple lo que transmite, son patrones de ideas liberadoras, pero lo tomamos como una fuente de nuevas idolatrías.
Seguimos creyendo en acciones propiciatorias, marcadas desde lo más primitivo de la religiosidad humana, que se realizan en fechas escogidas, mientras nuestras capacidades de transformación están durmiendo el sueño del desconocimiento, la ignorancia, y la esperanza, eso sí, que nunca se pierde.