Es un espacio para la reflexión sobre diversos temas, a partir del mito de Adán y Eva.
jueves, 10 de diciembre de 2020
LA ESPIRITUALIDAD Y LA RELIGION
miércoles, 9 de diciembre de 2020
DIOS NOS AGARRE CONFESADOS
Cuántas veces hemos oído esta expresión, incluso en boca de gente que no cree en Dios, se ha asumido como un decir social, y perfecto para referirse a cualquier estado de descomposición social, que haya sobrepasado lo que pudiera considerarse normal o manejable.
No obstante, la naturaleza de esta exclamación reside en la creencia de que Dios es un Juez, y un juez despiadado, y realmente esa es la idea, porque se dice también que habrá un gran Juicio Final, que conducirá a todas las almas según su récord acumulado, unas hacia el cielo y otras al infierno.
No en balde la idea de Dios es tan temible. Toda esta concepción revela mucho el carácter reprobatorio de los humanos y se aprecia como una especie de velo que nos cubre a todos y que nos llevará inevitablemente a una desembocadura donde nos espera quien nos pondrá en el lugar que merecemos.
Independientemente de concepciones religiosas, hay personas que creen en una justicia transpersonal, una especie de fuerza natural que llega a alcanzar los destinos de cada persona, sin poder evitarlo, son los que se inclinan a creer que siempre tendremos que pagar nuestras culpas con los castigos o vivencias correspondientes.
Por eso la expresión es tan popular, no obstante, ofrece una opción: La Confesión, eso significa estar al día con nuestras deudas, con nuestros fallos y corregirlos. Se llame Dios o se llame karma (Ley de Causa-Efecto), los actos maléficos siempre conducirán a momentos de evaluación, la diferencia es que el peor y más duro Juez, no será exactamente Dios, sino nosotros mismos.
Las almas que somos, que habitamos dentro de nuestros cuerpos, tenemos la capacidad absoluta para juzgar nuestras acciones como Ego o como Yo, una vez que hemos dejado este cuerpo biológico. Dios está más elevado, en tareas más relevantes. Ya dio la orden de cómo funciona el sistema de la vida, me lo imagino presente en todos los lugares captando nuestro proceder y creando nuevos procesos de ascensión.
martes, 8 de diciembre de 2020
EL PERDON DE LOS PECADOS
LA TRADICION JUDEOCRISTIANA
Para nadie es un secreto que la sociedad occidental ha seguido desde hace 16 siglos una tradición judeocristiana. El establecimiento de un nuevo orden religioso, a partir del inevitable crecimiento de cristianos en el Imperio Romano, puso en manos de Flavio Valerio Aurelio Constantino la oportunidad de establecer una estructura, que capitalizó toda esa nueva visión que dejaron los acontecimientos asociados a Jesus, no obstante, haber pasado alrededor de 300 años d. C.
Constantino tuvo la iniciativa, y los detalles del proceso están muy bien documentados bibliográficamente, de lo cual podemos resaltar la organización que se ocupó de la elaboración del libro base de la nueva religión, la Biblia. Para ello es propicio señalar que en el siglo III a. C., se reunieron setenta sabios invitados por el rey Ptolomeo II, para visitar Alejandría, con el fin de proporcionar a su destacada biblioteca, el historial del pueblo de Israel, lo que se conoce como La Torá. Esto facilitó a los promotores de la nueva religión, la inclusión de esos contenidos, en el libro eje de la nueva religión y que de manera notable forma lo que se conoce como El Antiguo Testamento de la Biblia católica de hoy.
Se destaca en ese acto de Alejandría, la preocupación por dejar testimonio de la vida de los pueblos notables, o mínimamente organizados alrededor de una creencia y sus correspondientes actos rituales.
El Antiguo Testamento vino a ser para la Biblia católica el referente histórico fundamental de la nueva religión, en el cual se compendia el génesis de las bases espirituales del pueblo judío, especialmente los vinculados con la creación del ser humano y su caída, la expulsión del paraíso, y toda la historia sucesiva en la vida de los patriarcas.
El Nuevo Testamento relata los mensajes de Jesus, a través de escritos de diversos autores, conformando de esta manera las dos porciones o pilares de la Biblia que conocemos.
Si bien el catolicismo se fundamenta en los hechos de la vida de Jesus, el Antiguo Testamento contiene los aportes esenciales que sustentan su doctrina, de los cuales se pueden citar, entre otros:
1- La creación del mundo, en 7 días.
2- El Paraíso, la creación de Adán y Eva. La serpiente y el pecado.
3- La desobediencia que causó la caída de los humanos, fue interpretada por este inicial cristianismo como el Pecado Original, por el cual estaremos condenados al infierno, de no proceder a limpiarlo con el Bautismo católico al nacer y las sucesivas acciones que la iglesia estipula como los Sacramentos.
4- Caín y Abel como dualidad mundana, ante un Dios inclinado a favorecer las ofrendas de animales.
5- Las Tablas de la Ley Mosaica, de donde devienen Los 10 mandamientos católicos.
6- El Diluvio como castigo divino. El Temor de Dios. El arco iris como nuevo pacto de Dios con los humanos.
7- Noé y su legado, del cual desciende Jesús a partir de Aram, ancestro del Rey David.
8- Los Salmos, fuente de oración y sanación sagrada.
9- Sodoma y Gomorra, con un solo hombre justo.
La religión católica, no solo deviene del judaísmo, sino que se fundamenta en los dogmas judíos. Cuando hablamos de la sociedad occidental no podemos perder de vista el notable impacto de la cultura judeocristiana sobre los valores, hábitos, tabúes, perspectivas espirituales, cosmovisión, que nos arropó y aún nos influye.
Es de hacer notar que en aquellos tiempos, el ejercicio natural de la vida de los pueblos judíos se desarrollaban a la par de culturas no judías que tenían en sus bagajes religiosos, mitos que hablaban de vírgenes que concebían hijos sin que mediase varón. No sería de sorprender de que a pesar de los límites marcados por los patriarcas, esas diversas sociedades se vieran influídas mutuamente.
lunes, 7 de diciembre de 2020
EL SIGNIFICADO PROFUNDO Y SENCILLO DE JESUS
La imagen de Jesus tiene muchas aristas, según quien lo vea; unos lo perciben como un cordero, manso, otros, como un revolucionario, por su planteamiento inédito ante los poderosos, extraña polaridad . Otros como un amigo que da luz, un Iluminado, otros como un Maestro, otros como hijo de Dios, otros como un filósofo, otros como un Iniciado, otros como un mito, otros como un hermano, otros como un avatar, otros como un hombre sabio... Es interminable la lista de percepciones de un personaje tan notable, en la historia humana de los últimos 2000 años.
En lo que sí coinciden todas las percepciones es que fue un Ser Excepcional, por significar un hito en la historia, un antes y un después en la vida mundial, especialmente en occidente. Si seguimos la trayectoria de Jesus, aparece en la vida publica, cuando tiene 33 años, lo cual fue notable por su vocación dirigida a conversar sobre temas profundos ante la gente común, eso sí, después de discutir con los doctos de la sinagoga cuando tenía 12 años. Esto hace suponer que tuvo una adecuada vida familiar para ir construyendo la sabiduría que marcaría su destino y su legado.
Lo más favorable del tema es que a pesar de que no escribió sus pensamientos, hubo muchos que sí lo hicieron, de ello se conocen textos de diversos autores que refieren eventos de todo tipo, desde la conversión del agua en vino en las bodas de Canaan, hasta su último suspiro en la cruz. No obstante, en épocas poco letradas, el testimonio verbal de la gente pudo haber complementado los registros escritos, tal y como ocurrieron. Un evento como el causado por Jesus, tuvo que dejar huellas profundas en las personas que lo conocieron, y en todas sus descendencias.
Jesús hace un paneo por todas las circunstancias que a un humano se le presentan, y se refiere a temas diversos de la vida cotidiana, habla sobre el riesgo y la iniciativa en los negocios, cuando se refiere al padre que da dinero a sus hijos y cada uno hace con ese dinero lo que cree correcto, y da por concluir que quien puso a trabajar el dinero le regresó a su padre la cantidad duplicada, en cambio el temeroso guardó la moneda y se la entrego al padre sin aportar nada más. Esto es, como en toda su enseñanza, un relato simbólico, Jesus no está mandando a nadie a hacer negocios ilícitos ni a sacar provecho de los demás, sino a agregar un esfuerzo en la vida en todo lo que se haga.
Jesús revivió cadáveres, curó lepras, sanó a la mujer sangrante, sanó al ciego, defendió a la mujer que iban a lapidar, curó al hijo del soldado de gran fe, sacó espíritus malignos de seres tomados por el mal, calmó las aguas turbulentas, dio profusión de pesca en tiempos difíciles, sanó la oreja de su perseguidor, habló del perdón paterno ante su hijo prodigo, reveló su imagen en el paño de Verónica..., y en cada acto dejaba una gran lección.
No obstante, Jesus, como arameo, fue una piedra en el zapato de los miembros del Sanedrín, en cada palabra cuestionaba los criterios religiosos de entonces, hasta el punto de cuestionar sus dogmas, el decreto del "Ojo por ojo y diente por diente", y encima afirmar que lo correcto era "Amar al enemigo". Un planteamiento así, no podía más que enojar a los saduceos del Sanedrín y al pueblo fariseo, quienes gobernaban en ese entonces, y decepcionar a los Zelotes, a quienes pertenecía Barrabás, quien según algunas versiones era un rebelde que actuaba en contra de los invasores extranjeros, digamos los romanos.
Tal enfrentamiento llevó a Jesus a proferir las palabras más duras y verídicas sobre los sacerdotes oficiales: "¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas!, son como sepulcros blanqueados, por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre". Esta dura descripción puede ser transferida exactamente igual en los predios de diversos ámbitos religiosos del pasado y del presente. La corrupción sigue campeando la vida religiosa en general, aunque en los ámbitos de ejercicio espiritual debería suponerse que están minimizados, porque es mucho el tiempo transcurrido, como para haber profundizado y asimilado algo de Jesus, especialmente si se dedican a esa misión.
En este punto ya la tensión entre Jesus y sus adversarios se tornó declarada, "este hombre es una amenaza", no hay duda, como siempre, ante quien dice la verdad. Jesus no tenía respaldo de nadie, la novedad y contrariedad de sus argumentos lo colocaban en mala situación, especialmente porque no tenía previsto ningún tipo de enfrentamiento ni defensa.
Jesus no es un mártir que se inmoló por nuestros pecados, con un cuerpo en sacrificio propiciatorio, tal consideración es un sin sentido ya explicado en texto anterior, Jesus es un Maestro que nos mostró con su cuerpo que la vida continúa después de la muerte, y que la vida terrenal debe aprovecharse en acciones y reflexiones sobre lo correcto y lo justo, una perspectiva que va más allá del cerco mundano o Matrix, como lo quieran definir.