viernes, 25 de diciembre de 2020

LA ESPERANZA, regalo de Zeus



Esperar, dar tiempo ilimitado. Nunca me gustó esta elaboración mental, porque si no se trata de un acuerdo especifico, esperar es congelarse. Si siempre tenemos esperanza nunca se alcanzarán los deseos, porque la misma espera dispone del espacio-tiempo donde deben ocurrir los acontecimientos. Pero, vamos a buscar el origen de tal término, y lo que ha significado para los destinos de los pueblos occidentales.

Cuenta la mitología griega, que los Dioses tenían una reunión en la cual también asistirían los Titanes, a fin de saber quien de los Dioses recibiría la mejor porción de un buey, en un riguroso sacrificio. A Zeus le tocó escoger entre los paquetes que contenían los restos del buey, pero Prometeo, un titán antagonista, preparó un paquete que sólo contenía huesos y grasa.

Cuando el orgulloso Zeus se dio cuenta del engaño saltó iracundo contra Prometeo y su protegidos, los humanos. Lo primero que hizo fue arrebatarle el fuego a los humanos, ante lo cual Prometeo robó el fuego y se lo devolvió a los humanos. Al enterarse, Zeus decidió inventarse un mejor plan, no sin antes proferir la amenaza más terrible e incomprensible a los oídos de Prometeo, puesto que las palabras de Zeus eran el estallido inmediato de su ira:

“…Enorme desgracia para ti en particular, Prometeo, y para los hombres futuros,
a cambio del fuego les daré un mal con el que todos se alegren de corazón
acariciando con cariño su propia desgracia”

Nadie, ni el más intuitivo podía indagar de qué se trataba. Zeus encarga a Héfesos, la creación de la primera mujer. Nótese que si ya habían humanos, debieron ser todos varones, puesto que este intento de venganza, la inició Zeus con la creación de la primera mujer, se supone que humana, o para el nivel de los titanes, no queda claro.

La encargó tan hermosa que la Diosa del amor Afrodita posó de modelo para la estatua, hecha de tierra y agua. Esta obra debía ser tan perfecta en atractivos que no pudieran resistirse los Dioses ni los humanos. Una vez terminada, le fue otorgada la vida a cargo de Los cuatro vientos, al cabo del cual procedieron los Dioses a otorgarle sus dones: belleza, gracia, elegancia, habilidad manual, música, canto, vestuario y un collar de perlas que evitaría que se ahogara, dado por Poseidón. Pero, también le fueron dados otros dones que la hacían peligrosa, como la astucia, la picardía, la vagancia, y un regalo dado por la diosa Hera, que marcaría su destino en el futuro: La Curiosidad.

Así fue cómo la primera mujer fue creada, para dar por finalizada la preparación recibió una ánfora muy bien tallada y dorada, que le entregó Hermes, el cual era un regalo que le enviaba Zeus, con la advertencia de que nunca se le ocurriera abrirla. ¿Se pueden imaginar decirle a alguien a quien se le otorga con mucha intensidad el don de la Curiosidad, que tiene un regalo que no puede abrir nunca?

Los Dioses griegos,-digamos nuestras fuerzas inconscientes-, tienen esa condición, nos ponen a prueba, escuchamos su mensajes engañosos, y creemos que es Dios quien nos habla.
El nombre de aquella mujer era Pandora debido a que le habían sido otorgados muchos dones. Finalizado el proceso, Pandora fue entregada como regalo a Prometeo, quien la verdad sea dicha, estaba bien espabilado cuando de regalos de los Dioses se trataba, y desconfiado ante tamaña belleza, y tal vez confiado en que si se la daba a otro no sería peligrosa, se la dio a su hermano Epimeteo, aun advirtiéndole que en ella podía haber una treta de Zeus para vengarse de él. Epimeteo no pudo resistir la atracción de Pandora y la aceptó.

Epimeteo y Pandora se unieron en matrimonio y vivieron muy felices por muchos años, cosa que resulta común entre los planes de los enemigos de verdad, que planifican, ejecutan y esperan, hasta ver sucumbir a sus enemigos. El don más inquieto de Pandora comenzó a surtir efecto, La Curiosidad. Y un mal día Pandora abre la vasija, y de ella escaparon los males más terribles que azotarían a los habitantes de la tierra. Al darse cuenta de lo que había hecho, cerró el ánfora, rápidamente dejando dentro sólo La Esperanza. La venganza de Zeus se cumplió.

Fue un proceso en el cual parece que el viento le dio energía a todo lo contenido dentro de ella, incluso la esperanza que no salió, lo único que asumo que significa, es que se quedó dentro de nosotros. Podríamos imaginar que el ánfora somos nosotros, cuando desarrollamos y emitimos el mal hacia afuera y nos consumimos con la esperanza por dentro.

La esperanza es muy agobiante para el humano, aunque la concibe como virtud, pero en realidad no es otra cosa que la venganza de Zeus, tiene las características de aquellas contundentes y confusas palabras, veamos de nuevo:

“… les daré un mal con el que todos se alegren de corazón, acariciando con cariño su propia desgracia”

El regalo oculto no fue otra cosa que La Esperanza, el aguantar del sufrimiento. La esperanza no es la fe, la fe es certeza, la esperanza es perder el tiempo, estar engañados.

Es un Mito, pero más real que la tierra que pisamos. Esa es la gran verdad que se esconde en los mitos antiguos, son tan convincentes que los romanos decidieron asumirla, y sólo le cambiaron los nombres a los Dioses, Dioses menores o semidioses, héroes y demás personajes de relatos que representan según Carl Jung arquetipos del inconciente.

Estos Dioses son figuras poderosas, que poseen emociones y promueven luchas y venganzas como los humanos, de allí Jung pudo sustraer la idea de que funcionan en nuestra psiquis con sus historias, Dioses y Demonios que se plasman como calco en nuestras vidas, de allí la riqueza que encontramos al ponerles atención.

Nombres de los dioses en griego y en romano
Masculino:
Zeus es Jupiter. Dios del Universo
Cronos es Saturno, Dios del tiempo
Héfesto es Vulcano. Dios del fuego
Apolo es Febo. Dios de las artes, belleza y luz
Ares es Marte. Dios de la guerra
Hades es Plutón. Dios del inframundo
Dionisio es Baco. Dios del vino
Poseidón es Neptuno. Dios del mar
Hermes es Mercurio. Dios del comercio y mensajero

Femenino:
Tique es Fortuna. Diosa del destino
Afrodita es Venus. Diosa de la belleza
Artemisa es Diana. Diosa de la caza
Gea es Tellus. Diosa de la tierra
Hera es Juno. Diosa del matrimonio
Atenea es Minerva. Diosa dela sabiduría
Hestia es Vesta. Diosa del fuego sagrado
Démeter es Ceres. Diosa de la agricultura

EL PERDÓN



El perdón ha tenido muy buena reputación en occidente, es la esperanza del culpable no arrepentido, obtener un fallo a favor ante las autoridades pertinentes, bien sean terrenales o divinas.

También es una popular recomendación en los últimos tiempos, para elevar la espiritualidad. Se argumenta que quien perdona se libera, es quien sale ganando en la acción. Muy justificado argumento, pero ¡cuidado!, si lo que se desea es liberarse de la atadura del odio, no es necesario comunicar tu perdón al culpable. Perdona para tus adentros.

Esto lo comento porque un buen arrepentido no desea el perdón. Quien perdona deja al agresor con la carga de la culpa intacta, el perdón no quita el pecado al pecador. El perdón sólo libera al agredido o al ofendido. Aunque en algún caso, ese acto de perdón provoque un efecto demostración favorable, por la autoridad de quien perdona, un buen arrepentido no se conforma con el perdón, necesita reponer, corregir, reparar, sólo con la reparación posible se obtiene el autoperdón, que es el más importante perdón que existe.

Para ilustrar fehacientemente lo que quiero exponer, les hago referencia al Cuento de Navidad de Charles Dickens, un relato muy aleccionador sobre un personaje ruin que se convierte en el icono de la transmutación, el malvado por excelencia que da un giro inesperado, por la lección contundente de tres espíritus que lo hacen reflexionar ante el peligro de perderse en la tenebrosa oscuridad de la muerte cargando cadenas, como los fantasmas de antaño.

Hay muchas películas de El Cuento de Navidad muy bien logradas, pero recientemente surgió una versión adaptada, del año 2019, protagonizada por Guy Pearce, con un planteamiento excepcional sobre el proceso de la culpa profundamente trabajada. La vi en el Canal FOX ACTION

https://youtu.be/mcMBZuSSZmM

lunes, 21 de diciembre de 2020

SALUTACION


Hoy 21-12-2020, tenemos a Saturno y Jupiter alineados en Acuario, en solsticio de invierno en el hemisferio norte, y de verano en el sur, lo que se definió como La estrella de Belén, y hoy, justo en el amanecer de la galaxia.
Un día como hoy no se lo gasta cualquiera, desde el cielo emanan luces de cambio y en nuestras manos queda hacerlas realidad, hemos compartido momentos cruciales; me siento como desnuda ante los despojos de que hemos sido objeto y que estamos sufriendo, pero me alegra que hay valores imposibles de saquear, por eso acudo a los sentimientos más nobles de cada corazón, para sugerirles emprender este inicio de ciclo universal con nuevos bríos, como decía mi mamá, para reordenar las prioridades, para realizar proyectos, que no por tener esa palabrota tienen que ser un portento.
Cada quien arme su camino, eso sí, dejando atrás las mentiras del Yo social, del Yo cultural, del Yo sumiso, del Yo temeroso, asumiendo la vida lo más cercana a una actitud libre, recibiendo el regalo de la libertad acuariana que se inicia, con autocrítica, y despojándonos de todos los velos de creencias falsas que nos trajeron hasta aquí.
Toda vivencia nos proporciona un saber, pero cuando se necesita el dolor para aprender es porque aún no hemos despertado nuestro sentido crítico ante las “verdades” que nos adoctrinan. Reconocer la diferencia entre adoctrinamiento y sabiduría es un paso adelante hacia la libertad que Nuestro Padre-Madre nos otorgó desde el principio de los tiempos.
Ya estamos lejos de aquella sentencia que decía que “La letra entra con sangre”, cuando los maestros y padres de familia se empoderaban con un rejo para saciar su miedo a que sus infantes se desviaran por el camino del mal, ¡gran error!, lo que hacían con ello era torcer de verdad a sus criaturas. El mal que vemos en la sociedad actual es en parte, el resultado de equívocos cometidos contra las personas durante su infancia, cuando es en realidad el período perfecto para crear luz, y se ha usado tan irresponsablemente, que se convirtió en foco del mal social de hoy.
La humanidad transcurre por lentos períodos, llevando su cruz, una cruz que contiene en parte, el peso de la ignorancia con la cual entendemos la vida, y lo más sorprendente, es que quienes han puesto luz en las verdades han sido condenados a muerte, como acto demostrativo de que “eso no se hace”, no se puede ir contra del poder, aunque esté equivocado. Muchos eruditos y científicos fueron llevados a la hoguera por expresar la verdad en tiempos dominados por la férrea maldad de los sepulcros blanqueados, que dominaban políticamente a occidente en la Edad Media y bien entrada la Edad Moderna. No vale la pena nombrarlos porque la lista es larga, y no creo que haya una sola persona que no lo sepa.
Hemos escuchado hablar de algo denominado La Nueva Era, un movimiento que anunciaba la llegada inminente de la Era de Acuario, la Era que se inicia, en la cual se llamó la atención por ampliar la visión espiritual de las colectividades; no se trataba precisamente de una nueva religión como algunos tontos creen, -si fueran avispados hubieran investigado-, fue un intento de resquebrajar los duros bloques mentales que se habían establecido durante siglos de dominación religiosa, a través de un enfoque distinto de nuestra espiritualidad, lo cual significa un concepto mucho más amplio y correcto para definir ese componente divino que nos liga a esencias superlativas.
Despertar a una nueva visión de lo espiritual y dejar atrás la camisa de fuerza de las religiones, no es sólo un punto de vista, sino el ejercicio del Libre Albedrío en mayúsculas, porque al concebir una espiritualidad sin jefaturas “divinas” de carne y hueso, nos coloca en contacto directo con las fuerzas divinas reales que siempre han estado con nosotros, dentro y fuera de nosotros. El templo es el corazón, o la mente, o el cerebro, o los chakras, el asunto es que no está fuera de nosotros solamente.
La Era de Acuario es un ciclo de tiempo del sistema galáctico, cada Era dura más o menos 2148 años, es un más o menos, porque el tiempo es una dimensión compleja para precisarlo humanamente. Así lo entiendo y así lo refiero.
Estamos dejando atrás la era de Piscis, un signo de agua, aunque con pinceladas muy fuertes en los elementos de tierra, aire y fuego. Esta Era se inició alrededor de la fecha de nacimiento de Jesús, y marcó un período profundamente dirigido por el poder político unido al religioso, marcó un momento de desarrollo material con la revolución industrial y dio paso al Estado como organización de naciones y delimitación de sus fronteras, aunque como sabemos, también mantuvo en la sombra fuerzas ocultas de poder mundial que han determinado los destinos humanos hasta hoy.
Reorientar la vida y el pensamiento en el sentido de la Era, sería mucho más prospero si nos comprometemos en la tarea, en lugar de adversarla, aprender los nuevos esquemas de desarrollo nos puede permitir aprovechar un cambio a favor, especialmente en un país tan devastado como el nuestro. No tendríamos que derruir nada, porque ya lo han hecho otros, es construir otra cosa, después de un bombardeo aéreo, como ocurrió en la post guerra de la Alemania del siglo pasado.
Alguien comentó en un video recientemente, que la tendencia favorecía a la juventud creativa, al uso de tecnologías de punta, que ya el patriarca estaba en retiro, ¡Gracias a Dios!. El Patriarca no sólo representó la vejez como criterio de poder y sabiduría, sino el paternalismo, la autoridad irrestricta del viejo, que también puede ser un ignorante ferreo, al mantenerse en sus conocimientos desactualizados. También nos liberaremos del acentuado dominio del macho, porque el patriarca lo era simplemente por ser varón.
Se aproximan nuevas visiones del mundo, que nos sorprenderán, o nos recordarán que ya las conocíamos pero no eran tendencia. Veremos a los demás como nuestros espejos, ojalá aprendamos de ello, siempre ha sido así, pero no nos hemos dado cuenta.
¡Bienvenido Acuario, te he esperado desde hace 50 años!

domingo, 20 de diciembre de 2020

EL MITO

El término mito tiene dos interpretaciones:

1- Historia referida fundamentalmente a biografías de seres reconocidos como dioses por los pueblos antiguos y no tan antiguos. Estos textos configuran para esos pueblos una enseñanza, un referente de sabiduría y el reconocimiento de que sus dioses tenían las mismas condiciones emocionales que los humanos, y que desarrollaban poderes superlativos.
2- En la actualidad, cuento falso que se difunde con alguna intención mezquina. Estos últimos no sólo se crean anónimamente, sino que cuentan con su difusión gratuita, a través de quienes los reenvían, pueden llegar a conformar una opinión publica. Algunos lo definen como Leyenda Urbana.
Podemos concluir entonces, que somos dados a creer y difundir historias no comprobadas, las cuales a mi juicio sustentan de alguna manera la psiquis, al darle un contenido fantasioso e incursionar por las situaciones difíciles de sus protagonistas. Lo mismo se puede decir de los falsos mensajes que circulan a diario por los medios digitales, que explotan la ingenuidad, se experimenta el miedo por una amenaza, o se da esperanza a quienes desean un mundo mejor.
La gente seria los adversa, no obstante, la mitología antigua no constituye lo que hubiera sido un entretenimiento, o un método para crear ambientes sociales propicios a intereses mezquinos, en aquellos distantes pueblos del mundo. La mitología griega y otras cercanas, ha proporcionado profundos aportes a la psicología dinámica, al proporcionar relatos que respaldan de manera contundente no sólo procesos psicológicos complejos, sino tipos de comportamientos que Carl Jung denominó arquetipos.
El descubrimiento de tales referentes nos permite comprender nuestro mundo inconciente, el cual nos envía mensajes incansablemente, a través de los sueños. Detectar el significado de los mensajes encriptados en los sueños, no sólo nos explica situaciones emocionales que vivimos, sino que pone a nuestro alcance la profunda marea de contenidos que poseemos, para iluminar no sólo nuestro mundo presente, sino que puede hasta alertarnos ante peligros cercanos que aún no detectamos.