"Quiso Dios, con su poder...", así comienza un conocidísimo pasodoble, compuesto por el Maestro Antonio Álvarez Alonso (1867-1903), quien lo creó en 1902 como género militar, una marcha de paseo de la Real Infantería, el paso doble, y cuyo título se lo atribuyó en honor a unos dulces de avellanas caramelizadas llamados Suspiros, que hacían en una pastelería llamada España. Así debieron de gustarle tales delicias, que bautizó su partitura como la obra culinaria del lugar.
Sobre su letra se han creado versiones, que han enriquecido su legado y que se esparció impoluto por lejanas tierras, para sembrar con sus acordes, un vínculo que inevitablemente bullía en la sangre hispana, que recorre las venas de muchos americanos. Con abuelos españoles, de niña tuve familiaridad con su música, comida y sus costumbres, y presencié la carga emotiva de quienes lejos de su España, se regodeaban en sus recuerdos, historias, anécdotas, que tenían como telón de fondo esta melodía.
El horror de la guerra los hizo abandonar sus tierras, para sembrar nuevas raices muy lejos. En Venezuela las puertas estaban abiertas, se apreciaba la vocación laboral de los peninsulares, quienes rápidamente pudieron reconstruir su vida, se mezclaron con los criollos, fundaron sus familias y disfrutaron de un clima que les aseguraba una eterna primavera.
Su sentido tema, alude al Génesis bíblico, el Paraíso perdido; alude a Eva, mujer y madre primigenia, creada por el Padre en un rapto de amor y gran creatividad.
Sobre su letra se han creado versiones, que han enriquecido su legado y que se esparció impoluto por lejanas tierras, para sembrar con sus acordes, un vínculo que inevitablemente bullía en la sangre hispana, que recorre las venas de muchos americanos. Con abuelos españoles, de niña tuve familiaridad con su música, comida y sus costumbres, y presencié la carga emotiva de quienes lejos de su España, se regodeaban en sus recuerdos, historias, anécdotas, que tenían como telón de fondo esta melodía.
El horror de la guerra los hizo abandonar sus tierras, para sembrar nuevas raices muy lejos. En Venezuela las puertas estaban abiertas, se apreciaba la vocación laboral de los peninsulares, quienes rápidamente pudieron reconstruir su vida, se mezclaron con los criollos, fundaron sus familias y disfrutaron de un clima que les aseguraba una eterna primavera.
Su sentido tema, alude al Génesis bíblico, el Paraíso perdido; alude a Eva, mujer y madre primigenia, creada por el Padre en un rapto de amor y gran creatividad.
Es un himno que habla de separación, y para muchos de renuncia, los que nunca volvieron. Un himno que cantan los emigrantes, retomada en la película SUSPIROS DE ESPAÑA, protagonizada por Estrellita Castro, en 1938. Le cantaba a quienes por causa de la guerra civil, se vieron obligados a escapar de su Paraíso, su terruño, su España, por eso habla de desarraigo, de dolor profundo, de incertidumbre, de quienes zarparon apresurados cargando como equipaje sus esperanzas, sus músculos para el trabajo y sus ideas de adaptación. Dejaron espacios físicos y se llenaron de recuerdos y melancolía.
http://www.youtube.com/watch?v=SyUr1XdwACE&feature=related- Quiso Dios, con su poder,
- fundir cuatro rayitos de sol
- y hacer con ellos una mujer.
- Y al cumplir su voluntad,
- en un jardín de España nací
- como la flor en el rosal.
- Tierra gloriosa de mi querer,
- tierra bendita de perfume y pasión:
- España, en toda flor a tus pies
- suspira un corazón.
- ¡Ay de mi! ¡Pena mortal!,
- porqué me alejo, España, de ti.
- ¿Por qué me arrancan de mi rosal?
- Quiero yo volver a ser
- la luz de aquel rayito de sol
- hecho mujer
- por voluntad de Dios.
- ¡Ay, madre mía!
- ¡Ay! ¡Quién pudiera
- ser luz del día
- y al rayar la amanecida
- sobre España renacer!
- Mis pensamientos
- han revestido
- el firmamento
- de besos míos;
- y sobre España,
- como gotas de rocío,
- los dejó caer.
- En mi corazón,
- España, te miro,
- y el eco llevará de mi canción
- a España en un suspiro
Como ocurre con las excelentes producciones, este pasodoble, cuenta con otras versiones, una de las cuales amplía el tema migratorio, veamos a Plácido Domingo:
http://www.youtube.com/watch?v=Cnmt_eLqrbY&feature=related - Siento en mí, triste emoción.
- Me voy sufriendo lejos de ti
- y se desgarra mi corazón.
- Nunca el sol, me alegrará.
- En el vergel de España, mi amor,
- como una flor siempre estará.
- Dentro del alma te llevaré,
- cuna de gloria, valentía y blasón.
- España, ya nunca más te he de ver.
- De pena suspira mi corazón.
- Si con el viento llega a tus pies
- este lamento de mi amargo dolor,
- España, devuelvelo con amor,
- España de mi querer.
- Siento en mí, triste emoción.
- Me voy sufriendo lejos de ti
- y se desgarra mi corazón.
- Nunca el sol, me alumbrará.
- Ya nunca más tu suelo veré,
- lejos de tí, de pena moriré.
- España mía, ya no te miro.
- Tú eres mi guía.
- Por ti brotan mis suspiros,
- tú eres toda mi alegría.
- De noche y día yo no te olvido.
- Ay, quien pudiera,
- ay quien volviera.
- Qué no daría
- por mirarme, patria mía,
- en tu cielo azul.
- En mi soledad
- suspiro por ti.
- España, sin ti me muero.
- España, sol y lucero.
- Muy dentro de mí
- te llevo escondida.
- Quisiera la mar inmensa atravesar,
- España, flor de mi vida
Una tercera versión, letra del cantor Dyango, muy poética, más amena, se deleita en la obra del Creador, que habla de Eva, mujer moldeada por Dios, hecha de "fuego y rayos de sol", esculpida de "junco y miel, de caricias hizo su piel, de isla y volcán su corazón...Alma de madre, primeriza en placer"..."Penas de estatua que con lágrimas de cera, aprendió a llorar".
Hermoso texto que evoca la primera vez, el punto de partida, la pureza del inicio, el legado ancestral, tan cerca y tan lejos. Gracias a estos artistas de la inspiración y la melodía, nos damos un placer que expande nuestra imaginación y nos impulsa hacia un mundo subjetivo que nos llena el alma.
http://www.youtube.com/watch?v=_59tOefrlpY
- Quiso Dios, con su poder
- jugar con fuego y rayos de sol
- y hacer con ellos una mujer.
- La esculpió, de junco y miel,
- y de caricias hizo su piel
- de isla y volcán su corazón.
- Cuerpo de dunas cerca del mar,
- alma de madre primeriza en placer.
- La voz de la guitarra al cantar
- suspira sin querer.
- ¡Ay, Señor! ¡Dime quién es!
- Mujer que vuelve loco al amor,
- mujer de la cabeza a los pies.
- ¡Ay, Señor! ¡¿Quién serás tú?!
- Dorada y reina en el interior,
- ¡roja y olé! por el norte y el sur.
- ¡Tierra del trigo!
- ¡Sierra de peñas!
- Sueño contigo,
- y aunque no sé con qué sueñas,
- sé que quieres navegar.
- Esa mirada
- aventurera
- guarda entre lluvias
- de primavera
- penas de estatua
- que con lágrimas de cera
- aprendió a llorar.
- Y yo puedo ver
- en cuanto te miro
- pasar toda tu historia de mujer
- tan solo en un suspiro.
- ¡Ay, Señor! ¡Dime quién es!
- Mujer que vuelve loco al amor,
- mujer de la cabeza a los pies.
- ¡Ay, Señor! ¡¿Quién serás tú?!
- Dorada y reina en el interior,
- ¡roja y olé! por el norte y el sur
No podía faltar la extraordinaria interpretación sinfónica con castañuelas:
http://www.youtube.com/watch?v=wsc5NXNliTY
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