Víctor Manuel, cantautor español,
profundiza de manera sencilla, sentida y hermosa, el desencuentro entre hombres
y mujeres, dos entidades con diferentes procesos internos; fuente de caos,
sufrimiento y soledad, aún cuando el amor esté presente.
Con razón, hace muchos años oí por ahí, que el
amor no es suficiente, no lo podía creer y no lo creí, mi romanticismo se
resistía a ser pragmática. Ese romanticismo plasmado en los boleros, en los
cuentos de hadas y en el corazón femenino, lleno de emotividad e ilusión,
apenas ha sido exitoso, muy escasas veces la vida ha sido conducida por el
camino de la entrega incondicional.
No
sé porqué te quiero
será
que tengo alma de bolero
tú
siempre buscas lo que no tengo
te
busco en todas y no te encuentro
digo
tu nombre cuando no debo
No sé porqué te quiero
si
voy a tientas, tú vas sin freno
te
me apareces en los espejos
como
una sombra de cuerpo entero,
yo
me pellizco y no me lo creo
Si no me hicieran falta tus besos
me
tratarías mejor que a un perro
piensa
que es libre porque anda suelto
mientras
arrastras la soga al cuello
Querer como te quiero
no
va a caber en ningún bolero
te
me desbordas dentro del pecho
me
robas tantas horas de sueño
me
miento tanto, que me lo creo
Si no me hicieran falta tus besos
me
tratarías mejor que a un perro
piensa
que es libre porque anda suelto
mientras
arrastras la soga al cuello
No sé porqué te quiero
será
que tengo alma de bolero
tú
siempre buscas lo que no tengo
te
busco en todas y no te encuentro
digo
tu nombre cuando no debo
Querer como te quiero
no
tiene nombre ni documentos
no
tiene madre, no tiene precio
soy
hoja seca que arrastra el tiempo
medio
feliz en medio del cielo.
Las voces de María Dolores Pradera y
Pablo Alborán, con una música magistral, le dan aún más brillo a estas palabras
hiladas punto a punto, de la madeja de emociones, perplejidad y desesperación
de quien se encuentra con quien parece de otro mundo, sin darse cuenta que
realmente es de otro mundo.
Expertos en relaciones de pareja,
han descubierto para nuestra sorpresa, que necesitamos conocer al otro, y
proceder según su lenguaje, sólo así nos podremos comunicar asertivamente. Eso
se aprende en terapia, después de unos buenos revolcones emocionales, que
pueden conducir a separaciones irreconciliables, y nos damos un baño de agua
fría, cuando vemos nuestros “errores”, por buscar en el otro “lo que no tiene”,
como dice la canción.
Tal parece que en una búsqueda de lo
que nos hace falta, lo hacemos hurgando en el otro, en lugar de buscarlo en
nosotros mismos, con lo cual evitaríamos proyectar en el otro nuestros espejos.
“No sé porqué te quiero”, es una
reflexión, al preguntarse porqué amamos sin encontrar reciprocidad.
Insiste en describir la perplejidad a través de un relato vivencial, que revela
un sentimiento más profundo que tener despecho, de ahí que no cabe en ningún
bolero. Es darse cuenta que hay un desencuentro, darse cuenta que dice su
nombre cuando no debe, un equívoco que está en la naturaleza de los procesos
internos.
Por fortuna, esta reflexión llega al
punto clave: la necesidad. Quien ama porque necesita ser amado está fregado,
porque parte de la idea de que le falta algo que el otro tiene, la necesidad la
deberíamos tener sólo para las cosas materiales y no para los amores. “Me
miento tanto, que me lo creo”, un autoengaño que el autor descubre en un halo
de luz consciente.
Sin embargo, no desprecio el
profundo amor que se despliega en el alma, porque esos amores no tienen “nombre
ni documentos, no tiene madre, no tiene precio”, no son materiales, aunque
como hemos visto ya, “nos lleva como hoja seca que
arrastra el tiempo”, y termina en frustración, “medio feliz en medio del
cielo”.
Los poetas tienen la virtud de
contar con detalles lo que yo siento.
4 comentarios:
Amores como esos son musas para canciones como " Procuro olvidarte ",también en un duo de Maria Dolores en el CD al que te refieres, Un Abrazo Carmencita
No es Víctor Manuel Otero González, sino Víctor Manuel San José Sánchez el autor de esa canción.
Gracias por la corrección.
Amores bellos, Carmencita
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