lunes, 22 de febrero de 2010

LA MANZANA DE ADÁN

Yaveh advirtió a sus criaturas que no comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, so pena de morir. Sin embargo, la virginidad psíquica de los interpelados no les permitía discernir, ¿cómo podían imaginar la muerte, si nunca la habían visto?. Este argumento como que no tenía la suficiente fuerza como para garantizar la obediencia.

Y la serpiente se sirvió de la inocencia y la curiosidad de Eva para lograr su objetivo. Me pregunto, ¿qué ganó la tal serpiente con todo esto?.
Me imagino a Eva muy distraída paseando por el paraíso cuando la serpiente se le acercó, y como quien no quiere la cosa se puso a conversar con ella...Cosa nada difícil, a las mujeres nos gusta conversar.

Y me vuelvo a preguntar, ¿qué forma tendría aquel ser conversador, que fue convertido después en un animal rastrero? la escrituras no abundan en estos detalles, dejando muchas preguntas y dudas.

Después de comer aquella fruta, Eva corrió a contarle a Adán su experiencia y a ofrecerle un bocado de manzana;  ella pudo comprobar que la serpiente tenía razón, no morirían y había una cosa por ganar, serían como Dioses. 

Creo que Adán pudo tener alguna duda al respecto, ya que al comerse la manzana se le atragantó formándole esa protuberancia laríngea, tan atractiva en algunos hombres, que conocemos como la manzana de Adán. 
Con esta diferencia digestiva, vale preguntarse ¿qué significará esto, en términos de la deuda contraída, es decir, en relación a lo que le corresponde asumir a cada uno por haber desobedecido?

Al menos Eva le dio un sentido a la vida, experimentar las emociones y vivir los intensos momentos de las polaridades humanas. Por su parte, Adán siguió la sugerencia de su chica, al fin y al cabo sus destinos estaban unidos.

Ahora quiero que se imaginen que Eva y Adán no son realmente una mujer y un hombre sino que son dos energías basicas de la psiquis, son dos lados, dos componentes, dos aspectos, son acciones que asumimos, Eva es la energía femenina y Adán la energía masculina, y que en la medida en que estas dos energías se integren o equilibren lograremos una riqueza que no nos podemos perder.

Creo que este árbol y esa serpiente estaban confabulados para provocar el impacto humano que aún nos da trabajo comprender.

2 comentarios:

Marilena Vivas dijo...

Simpático y profundo a la vez. Me prgunto, querida Eva, si el comienzo del resentimiento humano viene de ahí: Si Eva no le hubiera dado a probar la fruta prohibida, estaríamos quizá en el paraiso. Re Sentimiento: repetir un sentimiento. Traer el pasado. Vivir en el pasado. La solución: el aquí y el ahora. Difícil. Me gustaría que ahondaras sobre el Génesis como nacimiento de nuestra psique, ya lo asomaste de una manera magistral. Un abraza.

Eva Rosa Briceño Pacheco dijo...

Amiga Marilena, estaríamos en el Paraíso, sin saber nada de nada, saber nos ha costado bastante, aunque Dios nos proporcionó el amor para hacerla más llevadera. Gracias por tu apoyo, voy a seguir tu recomendación, hurgaré un poco más en esto.Un abrazo, Eva