miércoles, 12 de octubre de 2011

¿PODEMOS SER AMIGOS DE NUESTRA EX-PAREJA?

Escribo sobre este agudo tema, en circunstancias tranquilas, cuando ya he podido ver desde lejos, en retrospectiva, cuando ya puedo comprender el proceso al cual se enfrentan las personas sensibles con una separación.

Habiendo sentido en la piel, momentos de agónica lejanía, marcada por un sentimiento, ahogado en un espíritu romántico y eterno, que me causó un profundo dolor, que me hacía creer que no valía nada, lo cual tuve que disimular, porque corrían tiempos cuando la sociedad veía muy mal los malestares emocionales. 

Como máximo eran comprendidos los dolores por haber perdido un ser querido, en cuyo caso la sociedad esperaba un cerrado luto, que se llevaba cabeza gacha; pero las separaciones, la soledad, la tristeza y hasta la depresión eran invalidadas, los divorcios eran un estigma, no una liberación ni una solución dolorosa e irremediable, las personas llevaban la procesión por dentro, lo que sin ninguna duda conducía a enfermedades corporales nacidas y anidadas en la más oscura noche del alma.

El machismo y el orgullo femenino eran un mal consejero, las mismas mujeres estigmatizaban a las que sufrían infidelidades y otros pesares de pareja, al considerarlas hasta culpables de su destino; las explicaciones solían atribuirle a la mujer la culpa, por no tener suficiente atractivo para la pareja, o que algo había descuidado. Ante tales circunstancias se planteaban "estrategias inteligentes" para rescatar al marido, cosa que siempre me ha parecido muy bajo, porque se hacía a costa de manipulaciones, disimulos o hacerse de la vista gorda. Pero nada de esto funcionaba, y no funcionaba porque no eran buenas soluciones.

Se suponía que una mujer que valía tenía que tener el control de la situación. Absurda lógica, hoy sabemos que nadie tiene control sobre los demás, a lo único que podemos aspirar es a tener control sobre nosotros mismos, y eso es un trabajo duro que obligatoriamente tenemos que emprender so pena de sufrir, sufrir y sufrir. Quien no se dedique en forma definitiva a controlar el mayor y único monstruo que nos aplasta, que se nutre de nuestras pasiones, que es nuestro ego, está perdiendo el tiempo. 
Muchísimas canciones, poemas, historias de desamores, de dolor intenso causado por relaciones rotas, llevaron junto con la iglesia a mantener un estado de pensamiento impotente, un suplicio que sólo estaba en manos de los demás resolver, hasta que pudimos darnos cuenta de dónde está la herida; que no es la separación del presente la que hiere, sino las marcas que tenemos de un pasado traumático y descalificador.

http://www.youtube.com/watch?v=KnXWE_9Lfb0&feature=related

La falta de autoestima, que nos coloca escalones abajo, en una relación dependiente, la débil estructura emocional que sólo se reconstruye reinventándola, la falta de confianza en Dios que nos deja huérfanos de un momento a otro, son formas como nos exponemos ante un mundo lleno de estímulos y de posibilidades, que no vemos porque estamos entretenidos mirando el dolor.

¿Quién nos puede sacar de allí? sólo nosotros, hay mucha información en Internet, mucho debate al alcance de todos, terapeutas afectivos, libros y más libros de auto ayuda; pobres las generaciones que no tuvimos ni la mitad de uno y sin embargo, hemos podido salir a flote y hasta nadar.

Ya hemos visto muchos cambios, las parejas están más claras, y asumen la vida con autonomía, sólo con la desvalorización del tabú de la virginidad, hemos dado un gran salto de liberación, que bien administrado constituye un empoderamiento del cuerpo femenino, lo cual facilitó mucho las cosas al hombre, quien también se veía atrapado en manipulaciones femeninas o en confrontaciones relacionadas con el honor familiar. 

La mujer no vale ya por su virginidad, sino por su calidad humana, decencia, emprendimiento, inteligencia, carácter, solidaridad, atractivo sexual, y mucho más. Se diversificó la visión masculina y se equiparó el derecho sexual, lo cual dio a la mujer un salto cualitativo, que si lo sabe administrar le reporta mucha fortaleza moral.  

Las separaciones siempre me causaron estupor, y siempre pensé que nadie podía ser amigo de su ex, pero cuando vi a una pareja amiga divorciarse y seguir como amigos, me quedé más que sorprendida. Fuimos compañeros de estudios y los quiero mucho a los dos, él muy conquistador y despreocupado, ella con un inmenso sentido del humor. Ambos muy serenos, controlados en sus pasiones, se casaron tuvieron tres hijos, y cuando les llegó el momento de decisión, se separaron sin disgustos ni acusaciones, y después él llevó a casa de mi amiga a su nueva pareja con quien se casó y ella también tiene ahora otro esposo y son felices; y lo más importante, sin miedo al otro, sin sospecha de que se convierta en un peligro como sucede con tantas parejas, como en la película: "La Guerra de los Roses", con Michael Douglas. 

Me di cuenta que sí es posible ser amigo del ex, pero lo logran sólo quienes tienen ciertas condiciones:

1- Tener un sentido de autonomía personal, capaz de verse a sí mismo como un ser irreductible, completo. En consecuencia, percibir al otro de la misma manera.

2- Tener un sentido de libertad y de respeto por el otro, de no asumirlo como propiedad, ni como un socio que debe cumplir con su contrato de eternidad. Las personas son entidades no cosas.

3- Tener suficiente sentido del humor, para no ver el asunto como una tragedia.

4- Tener una gran fe en la vida y un sentido del presente muy optimista.

5- Tener capacidad para soltar, de saber que hay etapas, ciclos, períodos, momentos que pueden verse como regalos o castigos, pero que ya culminaron.

6- Aunque la separación cause sus penas, tener la conciencia de que al principio se trata de un duelo que se puede superar.

7- Tener la conciencia de que la eternidad es sólo un concepto aplicable al alma, que la vida particular que estamos viviendo tiene muchos episodios, y que de ellos podemos obtener mucho provecho si no nos quedamos pegados en uno de ellos. 

8- Asumir que la vida realmente es el momento que vivimos, que es sólo un segundo, y que en materia de amores puede haber estabilidad o no; nos atormentamos pensando qué será de nosotros en el futuro, cuando no sabemos cuánto duraremos, ni si tendremos los mismos intereses.

Podría agregar mucho más, pero así es como veo a mis queridos amigos que se convirtieron en amigos, le dieron un buen sustento emocional a sus hijos y lograron ser felices sin que les costara nada. Es posible que ellos ya fueran de madera fina, porque fluyeron con la vida de la mejor manera. 

Creo que quien se clava puñales está destinado a seguir en esa misma situación, y quien no tenga estas condiciones ni lo intente, ser amigo de un ex, requiere mucha templanza. Además, hay que tener vida propia, haberse realizado; al menos no se puede, mientras hayan heridas que sanar, en cuyo caso se estarían saltando etapas.

Todo esto lo digo porque ya he visto la manera pesada y la ligera de vivir una separación, y no añoro aquella juventud -divino tesoro-, que tanta inseguridad me hizo sentir, especialmente porque no tuve posibilidad de ayuda de ninguna clase, simplemente porque no existía.

Hoy no tenemos excusa para realizar un proceso de crecimiento, no es necesario tener un problema para entrar en un trabajo de revisión interna, porque mientras menos oscuridades tengamos mejor afrontaremos los retos que siempre surgirán.

Es cuestión de recuperar LA VIDA que sin darnos cuenta, dejamos en manos de otro, la vida comienza con la unión de dos maravillosos gametos que nos aportaron nuestros padres, para hacernos completos. ¿Cuántas veces hemos de volvernos un ser en formación, RE-NACER, para salir de los oscuros pasillos de la muerte afectiva?. ¡Las que sean necesarias! 

En la hermosa voz de Paloma San Basilio, disfruten un Himno a la Vida que incluye Adeste Fideles, un canto de Navidad que nos da una gran fuerza de renacimiento: "... Cuando todo empieza a caer eres nuestra única salida, VIDA, VIDA, VIDA..."

http://www.youtube.com/watch?v=YjLpyUXuA0U&feature=related 

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