jueves, 25 de marzo de 2010

QUÉ ES ESO QUE LLAMAMOS AMOR


Comencemos por decir, que el amor es el primer y más importante alimento del ser humano,  para nadie es un secreto que es por ese sentimiento por lo cual entramos a la vida. Siendo así, la carencia de amor va a significar serios problemas en nuestra existencia. 

El amor ha sido objeto de mucha atención, ha sido  definido  y clasificado, desde el amor a los seres más cercanos, pasando por  el aprecio a nuestro mundo, el amor fraternal, el de pareja, hasta el amor incondicional, el más amplio y trascendental. 

Para definirlo podríamos decir que es un sentimiento  que motiva  el acercamiento al objeto del amor, el amor a sí mismo,  que es primordial, y que se forma desde los primeros momentos de la existencia, el amor a otra persona,  a un animal o  una idea, como el amor a la patria.

No es privativo del ser humano, ya sabemos la capacidad que tienen los animales de experimentar emociones, sin embargo, yo voy mucho más allá, en la naturaleza todo tiene capacidad para percibir manifestaciones de afecto, las plantas sienten y responden a las caricias y a las expresiones amorosas, y ya se conocen los efectos que se produce en el agua cuando se ven influídas por ciertos estímulos afectivos.

Se nos ha dicho desde la psicología que el amor junto al miedo y la ira, son las emociones básicas, sin embargo, en reflexiones  posteriores  hemos sabido que el miedo y la ira se establecen con la ausencia de amor, lo que puede interpretarse como sus opuestos.  De cualquier forma, me ha resultado bastante ilustrador saber que a pesar de la utilidad del miedo y la ira, cuando  nos dejamos llevar por estas últimas, debemos saber que estamos dejando el amor atrás.  

La carencia de amor impide la autoestima y crea un resentimiento que se convierte en cualquier sentimiento destructivo, es lo que le pasa a esta humanidad en guerra, que no encuentra el camino de la paz, porque no sabe amarse.

Al tener estas emociones en nuestro mundo interno, esas pulsiones  se tocan unas a otras, y  en consecuencia pueden producir actitudes agresivas,  si no, veamos la actitud de una madre ante sus hijos amenazados.

¿Se acaba el amor? por supuesto, el amor se disipa si no se nutre, porque somos seres en constante cambio, y aunque hay relaciones indisolubles como las consanguíneas, las relaciones filiales son muy vulnerables y requieren ser mantenidas y nutridas. Aunque hay amores tan profundos y tan intensos, que son capaces de dejar toda la vida a una mujer esperando en un puerto.  

Aunque el amor es una energía que atrae hacia su objeto, y aunque puede interpretarse como poseer al otro, la posesión  o el apoderarse de la vida de una persona, es más bien la expresión de una patología que a todas luces refleja una carencia de sustentación interna, o lo que llamamos amor propio.   

Viendo esta diversidad de amores, llegamos al amor incondicional, el amor puro, el que no depende de nada, sólo es, y por ello no requiere nada, es el amor que suelta, que da libertad, que está más allá de tiempo y espacio, un amor que hemos visto en la Madre Teresa y en algunas personas, amor que no se debilita por la ausencia, ni la separación, ni la renuncia, porque es un amor que está por encima de todo,  una gran capacidad espiritual hay en ello, una conexión global, un sentido de unicidad total. 

 










Del amor podríamos decir, que:

Siendo la necesidad más grande,
es lo más ausente en el mundo, 
perteneciendo al psiquismo natural, 
es la más difícil de encontrar, 
habiendo tanta inspiración que la estimule,
es la más tergiversada, 
es el verbo más difícil de ejecutar.

Por ello es preciso estar conscientes, estar despiertos, atentos, para hacer del amor el vehículo que nos lleve a un mejor destino, el amor. 

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