viernes, 15 de enero de 2021

ESPIRITUALIDAD vs RELIGION

Cuesta mucho entender la dualidad que nos define. Somos seres físicos y mortales, y a la vez somos seres con un componente espiritual o psíquico innegable. Podríamos afirmar que el cuerpo, que es un organismo propicio para la acción, es el instrumento del alma, pero en el ejercicio activo de ambos componentes, las prioridades del cuerpo dominan sobre las espirituales, y me refiero no solo a las necesidades orgánicas, sino a la cultura en general, tradición, valores, creencias, aspiraciones, modelos de desarrollo, etc. No diríamos que estos componentes eliminan la esencia de lo espiritual, pero si, que las dominan, se imponen. Esto es tan patético, que se demuestra en la manera como se organizan y estructuran las religiones.
Vamos a definir qué es religión. Viene de religare, volver a unir. “Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. Vínculo que une al hombre con Dios” RAE
La religión es el resultado del orden que los humanos le dan a sus maneras de expresar sus creencias trascendentales, y lo hacen incorporando sus valores, intereses, motivaciones, propósitos, prioridades, y pare de contar. A estas alturas de los acontecimientos existen religiones poderosas, dominantes, empoderadas no sólo del fin supuesto que conllevó su creación, sino de una posición de poder político, económico y social en el mundo. Este tipo de organización se centra en establecer la manera como la sociedad debe ajustar su comportamiento ante la creencia principal u objetivo, de allí que estructura un sistema de creencias, actividades, festejos, modelos de comportamiento, obligaciones, códigos morales, y otros, alrededor de lo que con mucha fuerza se ha centrado en la Fe.
Esta fe supera los límites de la deidad en cuestión, ya que sus representantes clericales son investidos también de sacralidad, por considerarse a sí mismos como los representantes de Dios en la tierra. Estoy refiriéndome claramente a la religión católica, pero es más o menos el estilo que todas las religiones asumen.
Llama la atención que sólo una minoría de los feligreses, conocen a fondo las bases de su religión, ante una gran mayoría que se conforman con cumplir con sus obligadas actividades, y eso sí, imbuirse de un estado de conciencia leal a los más obvios requisitos de la iglesia. Este espíritu religioso se hace más acentuado en épocas de crisis sociales, nada más observen las redes sociales como abundan los mensajes religiosos con notable énfasis en la esperanza, la voluntad divina, el tiempo de Dios, cadenas de oración, y otros mensajes, que surten de espejo y que se van replicando exponencialmente.
En esa mayoría prevalece la creencia de que religión y espiritualidad es lo mismo, y no cabe duda de que, tras adherirse de manera involuntaria porque son parte de familias y sociedad tradicionalmente religiosas, no hay cabida al debate, reflexión o análisis sobre estos temas.
Debo señalar, que la manera como se creó y difundió el cristianismo a través de la creación de su iglesia, fue a partir de la iniciativa de Constantino, asombrosamente romano, quien consolidó su idea a través de la congregación de los romanos de la clase dominante, y por ende del poder político que ejercían. Hay una versión que cuenta que en una ocasión, Constantino soñó que una voz le decía que colocara una cruz en sus estandartes cuando fuera a la guerra, lo hizo y logró vencer a sus enemigos, y que de ahí surgió su decisión de organizar la iglesia cristiana en ese momento.
Los romanos supieron promover la creación de un nuevo templo, agregando las inquietudes cada vez más populares del cristianismo y capitalizando la efervescencia cristiana del momento, y lo logró en torno a la maneras tradicionales de su cultura. Constantino no tenía cultura cristiana, en todo caso, -si la referencia es verdad-, tenía fe en el símbolo de la cruz para sus peleas. Surgió entonces una organización religiosa que comandó los destinos del mundo occidental a través de la imposición de sus mandatos, no solo en Europa sino en lo que fue posteriormente América.
De aquí podemos determinar el carácter heterónomo de los valores transmitidos por las religiones, siempre comandadas por ordenes humanas, que priorizan esencialmente la adhesión a la creencia, más que el despertar profundo de la espiritualidad. Por ello podemos señalar que la religión, o religiones, tienen su fundamento en una Moral Religiosa y no en una Ética Espiritual, porque procede desde una autoridad suprema que imparte lineamientos hacia abajo. La ética es un estado de conciencia individual autónomo, libre de vínculos dominantes y de congregaciones.
Lo más asombroso del asunto es que la religión católica se reconoce cristiana y romana, -y en esta última predominaban las creencias que luego la iglesia denominó paganas-, aunque deviene de las creencias judías, en las cuales se cimentan los conceptos básicos del pecado original, los mandamientos, la historia de los patriarcas, los castigos del diluvio, y exterminio de las ciudades de Sodoma y Gomorra, y mucho más.
Cuando señalo el asombro me refiero a que tal monumento de iglesia no estaba en consonancia con los mensajes de Jesus, quien expresaba en su imagen y en sus palabras una idea pura y humilde, quien se rodeó de personas sencillas y de las bases sociales de ese tiempo, con quien compartió sus enigmáticos mensajes, y quien puso al descubierto la suciedad que había debajo de los trajes encumbrados de los miembros del Sanedrín, al llamarlos Sepulcros Blanquedados. Los romanos ni idea tenían de Jesús y su palabra. La historia está escrita, sólo hay que leerla.
Dos mil años han pasado y tenemos de nuevo una iglesia distinta a lo que Jesus predicaba. Tal vez por eso Jesús anunció que regresaría a este mundo, a terminar con una tarea que quedó inconclusa.
Quiero significar que no por ello, la feligresía no hace la diferencia, estoy segura que si a caso hay una luz en esta historia, la colocan muchos cristianos que sí se preocupan por la espiritualidad y que evalúan y escogen los planteamientos que nos hacen despertar ante la gran misión que Jesus tiene pendiente.

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