lunes, 7 de diciembre de 2020

EL SIGNIFICADO PROFUNDO Y SENCILLO DE JESUS

La imagen de Jesus tiene muchas aristas, según quien lo vea; unos lo perciben como un cordero, manso, otros, como un revolucionario, por su planteamiento inédito ante los poderosos, extraña polaridad . Otros como un amigo que da luz, un Iluminado, otros como un Maestro, otros como hijo de Dios, otros como un filósofo, otros como un Iniciado, otros como un mito, otros como un hermano, otros como un avatar, otros como un hombre sabio... Es interminable la lista de percepciones de un personaje tan notable, en la historia humana de los últimos 2000 años.

En lo que sí coinciden todas las percepciones es que fue un Ser Excepcional, por significar un hito en la historia, un antes y un después en la vida mundial, especialmente en occidente. Si seguimos la trayectoria de Jesus, aparece en la vida publica, cuando tiene 33 años, lo cual fue notable por su vocación dirigida a conversar sobre temas profundos ante la gente común, eso sí, después de discutir con los doctos de la sinagoga cuando tenía 12 años. Esto hace suponer que tuvo una adecuada vida familiar para ir construyendo la sabiduría que marcaría su destino y su legado.

Lo más favorable del tema es que a pesar de que no escribió sus pensamientos, hubo muchos que sí lo hicieron, de ello se conocen textos de diversos autores que refieren eventos de todo tipo, desde la conversión del agua en vino en las bodas de Canaan, hasta su último suspiro en la cruz. No obstante, en épocas poco letradas, el testimonio verbal de la gente pudo haber complementado los registros escritos, tal y como ocurrieron. Un evento como el causado por Jesus, tuvo que dejar huellas profundas en las personas que lo conocieron, y en todas sus descendencias.

Jesús hace un paneo por todas las circunstancias que a un humano se le presentan, y se refiere a temas diversos de la vida cotidiana, habla sobre el riesgo y la iniciativa en los negocios, cuando se refiere al padre que da dinero a sus hijos y cada uno hace con ese dinero lo que cree correcto, y da por concluir que quien puso a trabajar el dinero le regresó a su padre la cantidad duplicada, en cambio el temeroso guardó la moneda y se la entrego al padre sin aportar nada más.  Esto es, como en toda su enseñanza, un relato simbólico, Jesus no está mandando a nadie a hacer negocios ilícitos ni a sacar provecho de los demás, sino a agregar un esfuerzo en la vida en todo lo que se haga.

Jesús revivió cadáveres, curó lepras, sanó a la mujer sangrante, sanó al ciego, defendió a la mujer que iban a lapidar, curó al hijo del soldado de gran fe, sacó espíritus malignos de seres tomados por el mal, calmó las aguas turbulentas, dio profusión de pesca en tiempos difíciles, sanó la oreja de su perseguidor, habló del perdón paterno ante su hijo prodigo, reveló su imagen en el paño de Verónica..., y en cada acto dejaba una gran lección. 

No obstante, Jesus, como arameo, fue una piedra en el zapato de los miembros del Sanedrín, en cada palabra cuestionaba los criterios religiosos de entonces, hasta el punto de cuestionar sus dogmas, el decreto del "Ojo por ojo y diente por diente", y encima afirmar que lo correcto era "Amar al enemigo". Un planteamiento así, no podía más que enojar a los saduceos del Sanedrín y al pueblo fariseo, quienes gobernaban en ese entonces, y decepcionar a los Zelotes, a quienes pertenecía Barrabás, quien según algunas versiones era un rebelde que actuaba en contra de los invasores extranjeros, digamos los romanos. 

Tal enfrentamiento llevó a Jesus a proferir las palabras más duras y verídicas sobre los sacerdotes oficiales: "¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas!, son como sepulcros blanqueados, por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre". Esta dura descripción puede ser transferida exactamente igual en los predios de diversos ámbitos religiosos del pasado y del presente. La corrupción sigue campeando la vida religiosa en general, aunque en los ámbitos de ejercicio espiritual debería suponerse que están minimizados, porque es mucho el tiempo transcurrido, como para haber profundizado y asimilado algo de Jesus, especialmente si se dedican a esa misión.   

En este punto ya la tensión entre Jesus y sus adversarios se tornó declarada, "este hombre es una amenaza", no hay duda, como siempre, ante quien dice la verdad. Jesus no tenía respaldo de nadie, la novedad y contrariedad de sus argumentos lo colocaban en mala situación, especialmente porque no tenía previsto ningún tipo de enfrentamiento ni defensa. 

Jesus no es un mártir que se inmoló por nuestros pecados, con un cuerpo en sacrificio propiciatorio, tal consideración es un sin sentido ya explicado en texto anterior,  Jesus es un Maestro que nos mostró con su cuerpo que la vida continúa después de la muerte, y que la vida terrenal debe aprovecharse en acciones y reflexiones sobre lo correcto y lo justo, una perspectiva que va más allá del cerco mundano o Matrix, como lo quieran definir.        



  

  

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